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        EL INICIO DEL TRAMITE EN MIGRACIONES CUESTA 
        200 PESOS 
        Inmigrantes limítrofes: la difícil ruta para radicarse  
        Deben presentar documentos, certificados de antecedentes penales y de 
        aptitud médica. 
        La decisión es alentadora: el Gobierno dispuso suspender las expulsiones 
        de los extranjeros provenientes de los países limítrofes 
        que carezcan de la documentación que les permite vivir en el país. 
      Sin 
        embargo, los trámites para conseguir la radicación, y legalizar 
        así su permanencia, continúan siendo un nudo de incógnitas 
        para muchos de esos 750 mil inmigrantes. 
      Los 
        aspirantes que completen todos los pasos lograrán una residencia 
        por un año, prorrogable por otro. Si luego se acreditan medios 
        de vida lícitos, podrán obtener la residencia permanente 
        e iniciar, por último, el trámite para la ciudadanía. 
      Según 
        pudo averiguar Clarín, el proceso inicial consta de varios pasos 
        e involucra una importante suma de dinero que nunca baja de los 300 pesos. 
      En 
        la información provista por la Dirección Nacional de Migraciones, 
        estas son las constancias que aparecen como imprescindibles para iniciar 
        el trámite: 
      >Cédula 
        de identidad, pasaporte o algún certificado de nacionalidad vigente 
        (original y fotocopia). 
      >Partida 
        de nacimiento (original y fotocopia). 
      >Verificación 
        de antecedentes penales del país de origen (sólo para mayores 
        de 16 años). 
      >Verificación 
        de antecedentes penales en Argentina (sólo para mayores de 18 años). 
      >Certificado 
        de aptitud médica con radiografía de tórax de frente 
        y un hemograma completo. Los menores de 2 años sólo deberán 
        presentar la libreta de vacunas. 
      >Depósito 
        de $ 200 en el Banco de la Nación Argentina en concepto de pago 
        de tasa (están exceptuados los menores de 16 años que se 
        radiquen con sus padres). Hay una sede del Banco en la Dirección 
        de Migraciones. 
      Tanto 
        la verificación de antecedentes penales en el país de origen 
        como la partida de nacimiento deben estar legalizados por el Consulado 
        Argentino del país en cuestión. 
      En 
        los Consulados de Paraguay, Uruguay y Bolivia cuesta 40 dólares 
        la legalización de cada documento. En el Consulado de Chile, el 
        importe es de 22.680 pesos chilenos y en el de Brasil, 116,40 reales. 
         
      Para 
        los brasileros existe una particularidad. Todos las constancias deben 
        estar además legalizadas y traducidas por el Colegio de Traductores 
        Públicos (Av. Callao 289, Piso 4ø). La legalización 
        cuesta 20 pesos por cada documento y el costo de la traducción 
        varía según los honorarios del traductor. 
      La 
        verificación de antecedentes en Argentina es emitida por la Policía 
        Federal y se tramita en Azopardo 620. En la actualidad, presenta dos tarifas: 
        25 pesos si se la quiere obtener en el momento, o 17 pesos si se acepta 
        esperar una semana. Los certificados de aptitud médica pueden realizarse 
        en forma gratuita en cualquier hospital público. 
      Desde 
        la Dirección Nacional de Migraciones lanzaron un claro mensaje: 
        "Es inútil presentarse para iniciar el trámite de radicación 
        si no se tienen todos estos documentos en su poder". El organismo 
        está en Av. Antártida Argentina 1355 y el horario de atención 
        es de 8 a 13 horas. 
      Clarin, 
        7 de febrero de 2004 
      
         
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             EN 
              ESPERA. SON 750.000 LOS INMIGRANTES LIMITROFES ILEGALES. (Foto: 
              Marcelo Baiardi)  | 
         
       
      Residentes 
        extranjeros 
        Hubo 11.685 ilegales expulsados desde 2000  
        La legislación lo permitía; desde ahora lo resolverá 
        un juez 
        Se suspendieron las deportaciones de indocumentados de países limítrofes 
        hasta que se reglamente la ley  
        Acreditando ciudadanía y buena conducta podrán residir por 
        un año en el país  
         
        Durante los tres últimos años 11.685 extranjeros fueron 
        expulsados de la Argentina por no tener sus documentos en regla. Esa situación 
        es la que se busca evitar desde ayer, tras la resolución de la 
        Dirección Nacional de Migraciones de suspender, hasta la reglamentación 
        de la nueva ley migratoria, las deportaciones de los indocumentados y 
        residentes ilegales llegados de países limítrofes.  
        Además, la reglamentación que entró en vigor anteayer, 
        tras su publicación en el Boletín Oficial, se condice con 
        la ley 25.871, que, entre otras cosas, impide que los extranjeros que 
        residan en el país en situación irregular sean expulsados 
        directamente por las fuerzas auxiliares de Migraciones, la Policía 
        Federal, la Prefectura Naval o la Gendarmería Nacional.  
        "Lo que estamos haciendo con la nueva ley de migraciones, hasta que 
        se reglamente, es tomar una acción determinada. De esta forma, 
        la Dirección de Migraciones da una solución, para no tener 
        que efectuar lo que decía la vieja ley, que era la expulsión 
        inmediata", señaló el ministro del Interior, Aníbal 
        Fernández, a LA NACION.  
        Es que la ley que regía, elaborada en la última dictadura 
        militar, permitía la expulsión directa de los extranjeros 
        que estuvieran en situación irregular, incluso la de aquellos que 
        aún no hubieran finalizado el trámite de residencia.  
        "Desde ahora, todos los extranjeros tendrán el derecho de 
        ser escuchados por un juez, y será él quien decida cuál 
        es el destino de esa persona", indicó Diego Morales, abogado 
        del Programa de Atención de Migrantes del Centro de Estudios Legales 
        y Sociales (CELS).  
        Las detenciones o las expulsiones de inmigrantes ilegales podían 
        suceder en las fronteras o en cualquier lugar de residencia del país. 
        Según la jurisdicción, actuaba la fuerza auxiliar correspondiente. 
         
        Según cifras de la Dirección de Migraciones y del CELS, 
        los informes de la Gendarmería Nacional daban cuenta de 1600 expulsiones 
        en 2000, de 3300 en 2001 y de 1700 hasta octubre de 2002. Estos datos 
        no incluyen las deportaciones de personas con antecedentes penales, que 
        tampoco serán beneficiadas con la nueva normativa.  
        La Prefectura Naval, por su parte, tiene registradas 1505 expulsiones 
        en 2000, 2098 en 2001 y 1482 hasta octubre de 2002. La comunidad paraguaya 
        fue la más afectada por estas medidas, ya que registraba deportaciones 
        de entre 80 y 200 ciudadanos por mes.  
        La resolución no alcanza a los ciudadanos peruanos, una de las 
        mayores comunidades que desembarcaron en la Argentina durante los últimos 
        años. La razón es que Perú no es un país limítrofe 
        ni pertenece al Mercosur.  
        Al respecto, Fernández adelantó: "Todos los casos se 
        revisarán de la misma forma, cualquiera sea la procedencia del 
        inmigrante. Lo que tenemos que hacer es esa revisión, un análisis 
        específico de la legislación que tenemos y acabamos de sancionar, 
        la reglamentación, y ver cómo adecuarlos con cada una de 
        las acciones".  
        Según las disposiciones adoptadas en noviembre último por 
        el Poder Ejecutivo, los requisitos para residir legalmente por un año, 
        extensible a dos, en el país son: la ciudadanía de origen 
        en un país limítrofe, un certificado de salud y un certificado 
        que dé cuenta de no tener antecedentes policiales o penales en 
        la Argentina o en el exterior.  
        Laura Rocha, La Nacion, 5 de febrero de 2004  
      
         
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          |   Una 
              larga cola de extranjeros que intentan regularizar su situación 
              en la Dirección Nacional de Migraciones  | 
         
       
      Opinión 
        La nueva política migratoria  
        Por Mario Teijeiro  
        Para LA NACION 
         
        El Congreso Nacional ha aprobado una nueva legislación migratoria 
        permisiva con los residentes del Mercosur. La política migratoria 
        es crítica para definir el perfil de país que queremos ser. 
        Así como la apertura hacia la inmigración europea definió 
        un país con una participación importante de la clase media, 
        esta nueva política migratoria nos asimilará al perfil de 
        distribución de ingresos de nuestros países vecinos.  
        Los beneficiados por la nueva política serán los países 
        limítrofes, que nos "exportarán" desempleo. Los 
        afectados serán los sectores de menores ingresos, a quienes les 
        será más difícil conseguir empleo con la competencia 
        de inmigrantes de países limítrofes.  
        La legislación sancionada es inconsistente con las intenciones 
        distributivas del gobierno. Los países con mejor distribución 
        del ingreso son aquellos en donde el capital abunda (porque se lo cautiva 
        con seguridad jurídica y estabilidad de las reglas de juego) y 
        la oferta de mano de obra no calificada es declinante, lo que depende 
        fundamentalmente de la calidad educativa, pero también de la tasa 
        de natalidad de los sectores de menores ingresos y del control de las 
        corrientes migratorias.  
        La política razonable sería administrar la inmigración 
        para limitarla a las capacidades laborales que se necesiten y cuando se 
        las necesite. No tiene las mismas consecuencias autorizar inmigración 
        calificada que autorizar la inmigración de quienes vienen a competir 
        por trabajos no calificados. Tampoco es lo mismo autorizar una inmigración 
        transitoria en épocas de bonanza que autorizar migraciones permanentes 
        cuando tenemos problemas crónicos de marginalidad. Tampoco tiene 
        sentido permitir el acceso a la salud y la educación de residentes 
        ilegales, en detrimento de los servicios que se le pueden dar a nuestra 
        población necesitada.  
        Con la nueva política migratoria, el crecimiento económico 
        no conseguirá mejorar la pobreza y la marginalidad, ya que la recuperación 
        de la demanda laboral atraerá pobreza de países vecinos. 
        El riesgo entonces es que tampoco haya crecimiento sustentable, pues un 
        gobierno progresista preocupado por una distribución del ingreso 
        que no mejora se verá impulsado a tomar nuevas medidas distribucionistas 
        y expropiatorias que atentarán contra la inversión y el 
        crecimiento de largo plazo. Esta es la trampa en la que nos ha metido 
        la nueva política migratoria.  
        El autor es presidente del Centro de Estudios Públicos (www.cep.org.ar) 
         
       
      Argentina 
      no expulsará inmigrantes 
      El gobierno de Argentina ordenó suspender la expulsión de 
      inmigrantes indocumentados que provengan de países limítrofes, 
      mientras se reglamenta la nueva Ley de Migraciones, aprobada en diciembre 
      del año pasado.  
      Según cálculos oficiales, la medida beneficiará a unos 
      700 mil ciudadanos de Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay que viven 
      sin papeles en Argentina.  
      Una de las comunidades extranjeras más grandes de Argentina es la 
      de los peruanos. Pero los ciudadanos de ese país fueron excluidos 
      del beneficio de suspensión de las expulsiones porque Perú 
      no limita con Argentina ni es miembro del MERCOSUR.  
      El tema migratorio forma parte de los acuerdos de residencia del MERCOSUR, 
      que todavía no han entrado en vigencia, pero que en el futuro permitirán 
      el libre flujo de personas entre los países miembros.  
      Las autoridades creen poco probable que la decisión provoque "un 
      aluvión de extranjeros". Por el contrario, "todo el que 
      ingrese estará registrado", según el director de Migraciones, 
      Ricardo Rodríguez, citado por el diario La Nación. 
      
         
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          |   El 
              gobierno argentino pretende con esta ley "limpiar todo lo que 
              está en negro".  | 
         
        
      Resolución 
         
        La resolución contempla como excepción el hecho de tener 
        antecedentes penales en Argentina o en el país de origen. En esos 
        caso sí procede la expulsión de la persona indocumentada. 
         
        Ya en noviembre, Argentina había aprobado una resolución 
        que permite a los naturales de los países limítrofes obtener 
        un permiso de residencia por dos años.  
        Rodríguez agregó que estas medidas permitirán poner 
        fin a la "cueva de corrupción" en la que se había 
        convertido la tramitación de los permisos para residir legalmente 
        en el país.  
        Desde diciembre hasta finales de enero ya se firmaron más de 16 
        mil expedientes de solicitud de residencia que estaban en trámite, 
        de los cuales más de 6 mil estaban atrasados, algunos desde 1991. 
         
        El director de Migraciones asegura que con estos nuevos instrumentos podrán 
        "limpiar todo lo que está en negro". Se calcula que en 
        Argentina hay alrededor de 1.250.000 inmigrantes en total. 
      BBC 
        en español, 4 de febrero de 2004 
           
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