EE.UU.
deportó al ex cantante Cat Stevens WASHINGTON.- Un avión procedente de Londres con destino a Washington debió ser desviado anteanoche a otro aeropuerto de Estados Unidos cuando se detectó a bordo al ex cantante británico Cat Stevens, que profesa el islamismo y es sospechado por la Casa Blanca de financiar a grupos terroristas. El gobierno norteamericano impidió el ingreso de Stevens en Estados Unidos "por razones de seguridad nacional" y anoche se preparaba para deportarlo a Gran Bretaña. Stevens, que se convirtió a la fe musulmana a fines de los años 70 y tomó el nombre de Yusuf Islam, había abordado el vuelo de United Airlines 919 junto con su hija, de 21 años. Según explicaron funcionarios de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA), los empleados de la aerolínea lo dejaron subir al avión en el aeropuerto de Londres porque no repararon en que su nombre figuraba en las listas de personas supuestamente vinculadas con el terrorismo que elaboran los servicios de inteligencia norteamericanos. Islam, de 56 años, fue detectado cuando la aerolínea transmitió los nombres de los pasajeros al Departamento de Seguridad Interior, en Estados Unidos. Inmediatamente, esa oficina ordenó el desvío del avión hacia el aeropuerto de Bangor, en el estado de Maine, el más cercano al lugar en el que se encontraba la aeronave en ese momento. "Cuando se trata de una persona cuyo nombre figura en nuestras listas, los hacemos aterrizar lo antes posible, sobre todo cuando el avión se dirige hacia la capital", explicó un alto funcionario estadounidense. Una vez en Bangor, Islam fue bajado del avión e interrogado por agentes del FBI. Luego se ordenó su deportación, aunque se permitió que su hija permaneciera en el país. "Se le negó el ingreso en los Estados Unidos por razones de seguridad nacional", explicó Dennis Murphy, vocero del Departamento de Seguridad Interior. Un
cambio drástico En 1983 fundó una escuela musulmana en Gran Bretaña y se convirtió en un destacado recaudador de fondos y promotor de esa religión, aunque siempre buscó identificarse con una imagen pacifista. Después de 17 años sin grabar ningún disco ni presentarse sobre un escenario, en 1995 grabó un álbum islámico y en 1997 se mostró en un concierto en Sarajevo. El año pasado, el cantante editó dos canciones, una de ellas una nueva grabación de su éxito "Peace Train", como protesta por la guerra de Irak. Aunque provocó una fuerte polémica en 1989, cuando se declaró favorable a la condena de muerte lanzada por ayatollah Khomeini contra el escritor Salman Rushdie -autor de "Los versos satánicos"-, en los últimos años se pronunció abiertamente contra los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Washington y Nueva York. Incluso donó dinero a la fundación que ayuda a las víctimas de los ataques. Brian Doyle, otro vocero del Departamento de Seguridad Interior, informó que la deportación de Yusuf Islam se debe a que "sus actividades podrían estar vinculadas con el terrorismo". Fuentes de los servicios de seguridad norteamericanos dijeron que Estados Unidos había recibido en las últimas semanas información según la cual Islam habría donado dinero a la organización palestina Hamas y al sheij Omar Abdel-Rahman, a quien Washington culpó del ataque de 1993 contra las Torres Gemelas. Ya en 2000, Tel Aviv había deportado a Islam horas después de su ingreso en Israel, acusándolo de haber donado decenas de miles de dólares a Hamas. En ese momento, Islam declaró que sus aportes habían sido por motivos humanitarios. La detención del famoso artista, que había visitado sin problemas Estados Unidos en mayo pasado, despertó una inmediata reacción de las organizaciones islámicas. "Este
es un mensaje intimidante en el sentido de que incluso los musulmanes
moderados que buscan la paz y condenan el terrorismo serán tratados
como terroristas", señaló el director del Consejo de
Relaciones Estadounidenses-Musulmanas (CAIR), Nihad Awad. En
las lista de personas sin derecho a ingresar al país no hay ningún
Yusuf Islam, sino un Youssouf Islam La culpa fue de un par de letras de más, o de menos. El incidente que esta semana generó la deportación del cantante británico Cat Stevens desde Estados Unidos a Londres tras negarle el derecho a entrar en territorio norteamericano "por razones de seguridad" se debió a un error de ortografía, según la revista Time. Stevens, de 57 años, se convirtió al Islam hace 27 años y cambió su nombre por Yusuf Islam, después de abandonar su carrera musical. El martes pasado, el cantante embarcó en Londres en un vuelo de United Airlines con destino a Washington, pero las autoridades estadounidenses obligaron a la aeronave a desviarse de su ruta y aterrizar en Bangor (en el estado de Maine, noreste del país). Allí detuvieron a Stevens "por razones de seguridad" y lo devolvieron a su país, según funcionarios estadounidenses de seguridad. En su edición digital, la revista Time cita fuentes aeroportuarias con acceso a las listas de personas sin derecho a ingresar al país, según las cuales no hay en ellas ningún Yusuf Islam, sino un Youssouf Islam. Stevens logró embarcar en el vuelo hacia Washington porque su nombre aparece en su pasaporte escrito Yusuf y no Youssouf, según esas fuentes. "Vinculado"
al terrorismo "Lo más extraordinario es que hasta ahora no me han dado la más mínima explicación sobre las acusaciones que pesan sobre mí, ni por qué soy considerado ahora como una amenaza para la seguridad, ni mucho menos me dieron la oportunidad de responder a esos cargos", agregó. Cat Stevenseven Georgiou, de padre grecochipriota y madre sueca, se convirtió al Islam en 1977 y desde entonces abandonó su carrera musical. El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, dijo el jueves que "en relación a Cat Stevens, nuestro departamento de Seguridad Interior y los organismos de inteligencia encontraron información vinculada a sus actividades" que consideraron suficiente para negarle la entrada en el país.
You Say Yusuf, I Say Youssouf... The Yusuf Islam incident earlier this week, in which the former Cat Stevens was denied entry into the U.S. when federal officials determined he was on the government’s "no-fly" antiterror list, started with a simple spelling error. According to aviation sources with access to the list, there is no Yusuf Islam on the no-fly registry, though there is a "Youssouf Islam." The incorrect name was added to the register this summer, but because Islam’s name is spelled "Yusuf" on his British passport, he was allowed to board a plane in London bound for the U.S. The Transportation Safety Administration alleges that Islam has links to terrorist groups, which he has denied; British foreign minister Jack Straw said the TSA action "should never have been taken." The incident points up some of the real problems facing security personnel as they try to enforce the "no-fly" list. One issue is spelling; many foreign names have several different transliterations into English. And the sheer size of the list is daunting; thousands of names have been added in the last couple months, says one government official, bringing the total up to more than 19,000 names to look out for. That makes it difficult for airlines and government agencies to check all passengers. Within the past six months, several people on the no fly list have been mistakenly allowed to fly. Still, the TSA is learning. It recently acknowledged that a Federal Air Marshall, unable to fly for weeks when his name was mistakenly put on the "no-fly" list, was in fact not a threat, and removed his name from the list. ARNOLD
SCHWARZENEGGER, GOBERNADOR DE CALIFORNIA El gobernador de California no para de trabajar. Firma leyes, veta leyes. Y hasta, dice la prensa inglesa, se hará un tiempito para filmar la cuarta parte de la saga que lo hizo famosos, "Terminator". Pero acaso su más reciente y polémico acto de gobierno es su decisión de anular una ley que pretendía otorgar licencias de conducir a inmigrantes indocumentados. "Esta ley no encara adecuadamente los problemas de seguridad que tenemos mi Departamento de Seguridad Interior y yo, y no la puedo respaldar", anunció Schwarzenegger en un breve mensaje. Se trata de la ley "AB 2895" para otorgar licencias de conducir a inmigrantes, que había sido aprobada por el Congreso de California el pasado 27 de agosto. Treinta y siete estados norteamericanos exigen a todos aquellos que desean sacar registro demostrar que son residentes norteamericanos legales al iniciar los trámites. Otros diez estados sí otorgan licencias a indocumentados, y el tema se ha convertido en una prioridad para los legisladores de origen latino. Los que se oponen a este proyecto sostienen que una ley así permitiría por ejemplo "que los terroristas tengan registro". Los latinos, especialmente mexicanos, son la primera minoría de California, el estado más rico del país y quinta economía del mundo. Según la iniciativa vetada, los inmigrantes indocumentados mexicanos en California podrían adquirir una licencia de conducir presentando como identificación un documento oficial que expiden los Consulados de México en Estados Unidos, denominado matrícula consular. "Eligió vetar la mejor propuesta de ley sobre licencias de conducir en toda la nación, una que refuerza la seguridad nacional y el bienestar público al mantener a los indocumentados en el máximo nivel de responsabilidad en la nación", enunció el senador estatal Gil Cedillo por Los Angeles, quien ya impulsó cuatro versiones de la ley. Quienes
respaldan la iniciativa amenazaron con llevar adelante marchas de protesta
y advirtieron que son los inmigrantes ilegales quienes contribuyen con
la economía del estado. |
|||||||||||||
|
|||||||||||||
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |