La
brecha de estudiantes extranjeros en EEUU Aunque suene extraño, considerando su cercanía geográfica, el número de estudiantes latinoamericanos en las universidades de Estados Unidos es ínfimo comparado al de los procedentes de India, China, Corea del Sur o Japón. Eso hará muy difícil que Bush pueda cumplir su promesa de ’’hacer que éste sea el siglo de las Américas’’. Muchos países suelen enviar algunos de sus estudiantes más brillantes a las universidades nortamericanas, y muchos de los que se graduan allí pasan a ser miembros de las élites políticas o empresariales de sus países. Pregunten dónde estudiaron los líderes políticos y empresariales de un país, y tendrán por lo menos una primera indicación de donde podrían estar sus simpatías. Según las nuevas cifras del Instituto de Educación Internacional, un centro de estudios privado de Nueva York, hay 332,300 estudiantes asiáticos estudiando en las universidades de Estados Unidos y apenas 68,900 de América Latina y el Caribe. El país con mayor número de estudiantes extranjeros en las universidades de Estados Unidos es India, con casi 80,000. Le siguen China, con 69,000; Corea del Sur con 51,100; Japón con 46,000 y Taiwan con 28,000. Comparativamente, México, un país vecino de Estados Unidos que tiene un acuerdo de libre comercio con su vecino del norte, tiene apenas 13,300 estudiantes en las universidades de Estados Unidos. Colombia y Brasil tienen aproximadamente 7,500 cada uno, Venezuela 5,500; Perú 3,700l; Argentina 3,600; Ecuador 2,345 y Chile 1,612. ¿Cómo se explica semejante brecha? Muchos de ustedes estarán pensando que los gobiernos de India, China y otros países asiáticos cuyas economías están creciendo aceleradamente dan becas a sus estudiantes, mientras que los países latinoamericanos no pueden darse ese lujo. Pero no es el caso. Casi el ochenta por ciento de todos los estudiantes universitarios extranjeros en Estados Unidos pagan sus estudios con su propio dinero, o de sus familias, y los asiáticos no son ninguna excepción, me informa el director del Instituto, Allan Goodman. Solo un 2.5 por ciento de todos los estudiantes internacionales vienen becados por sus gobiernos o universidades. Lo que ocurre es que las familias de la creciente clase media de los países asiáticos tienen muy presente de que en una economía global basada en el conocimiento, los que tienen la mayor educación son los que más ganan. De manera que la gente invierte en la educación de sus hijos. En América Latina, por el otro lado, hay tantos arquitectos e ingenieros manejando taxi o sin trabajar en sus profesiones, que la inversión en la educación sigue siendo una abstracción para muchos. ¿Qué habría que hacer? En primer lugar, pos supuesto, facilitar la entrada de estudiantes extranjeros a Estados Unidos. Desde los ataques del 11 de septiembre del 2001, Estados Unidos ha venido restringiendo las visas de entrada de estudiantes como parte de sus nuevas medidas de seguridad. El año pasado, el número de estudiantes universitarios extranjeros cayó en un 2.4 por ciento, según cifras del Instituto. En segundo lugar, si Bush realmente quiere crear un área de libre comercio hemisférica para unir a las Américas, debería lanzar un programa masivo de intercambios estudiantiles con los países de la región. En la actualidad, el 63 por ciento de los estudiantes de Estados Unidos que salen al exterior en programas de intercambios estudiantiles --que son apenas el 1 por ciento del total de los estudiantes universitarios del país-- van a Europa, mientras que apenas un 15 por ciento van a América Latina. Los países preferidos por los estudiantes norteamericanos son Gran Bretaña, Italia, España y Francia. ¿Por qué no ofrecer incentivos especiales, como préstamos con bajos intereses, a los estudiantes de Estados Unidos que decidan hacer parte de sus estudios en universidades latinoamericanas? ¿Por qué no ofrecer más becas Fulbright a estudiantes latinoamericanos, que actualmente reciben menos de la mitad de estas becas que los asiáticos? ¿Y por qué no expandir programas como los de las universidades estatales de Texas, que permiten a estudiantes de México pagar matrículas equivalentes a los de los residentes de ese estado, y por lo tanto mucho más bajas de las que pagan otros estudiantes extranjeros? Cuando comience su segundo período el 21 de enero, Bush podría comenzar a actuar sobre su promesa de hacer que éste sea ’’el siglo de las Américas’’ utilizando éstas y otras herramientas para aumentar dramáticamente los intercambios estudiantiles en este Continente y permitir que ambas partes se conozcan mejor. Ese sería uno de los pasos más importantes para mejorar las relaciones inter-americanas a largo plazo. Enlaces |
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