EN UN AÑO CONTROLARA A 26 MILLONES DE PERSONAS
Tomarán
una foto y las huellas para entrar a Estados Unidos
Desde
el 5 de enero el nuevo sistema biométrico regirá en 115
aeropuertos.
WASHINGTON.
EFE.
Desde
el 5 de enero próximo no sólo será necesario mostrar
el pasaporte, la visa y contestar a las preguntas del inspector de aduanas
para entrar a Estados Unidos, cada viajero también deberá
someterse a un examen biométrico para comprobar su identidad.
El trámite
de ingreso comenzará como hasta ahora después de bajar del
avión y en el mostrador de Migraciones. Frente al funcionario de
la aduana el viajero tendrá que poner sus dedos índices
sobre un scaner. El aparato leerá las huellas digitales. Después,
el agente le pedirá al visitante que mire la cámara y le
tomarán una foto.
La información
obtenida en la aduana será comparada con la base de datos para
comprobar que se corresponden con la registrada previamente en la embajada
que concedió la visa.
A la salida
del país, el viajero deberá repetir todo el procedimiento.
Pero esta vez podrá hacerlo en un puesto de control automático.
Una vez que los datos sean chequeados, la misma máquina dará
"una confirmación de salida" que se incluirá en
el expediente personal del turista.
Aquellas
personas que no salgan de Estados Unidos al concluir el período
de permanencia concedido por la autoridades migratorias serán detectados
por el sistema al pasar por él. Después será ubicado
por las autoridades.
La noticia
sobre la implementación del sistema la confirmó el subsecretario
del Departamento de Seguridad, Asa Hutchinson. "Con el nuevo programa
US-VISIT queremos reforzar la seguridad y la integridad de nuestro sistema
de inmigraciones", detalló el funcionario.
El margen
de error será del 1 por ciento, dijo. El control se establecerá
en 115 aeropuertos de Estados Unidos y también en algunos puertos.
Por él pasarán alrededor de 26 millones de personas.
Para Hutchinson
las ventajas superarán a los inconvenientes. El funcionario recordó
que después de los atentados del 11 de setiembre del 2001 "es
inevitable hacer un esfuerzo extra para evitar nuevos ataques".
Pero los
argumentos a favor de la seguridad no convencieron a los críticos
del sistema dentro de EE.UU. Tom Davis, legislador republicano de la Cámara
de Representantes, ha expresado su preocupación sobre cómo
los departamentos de Estado y Seguridad Interior van a coordinar el desarrollo
de US-VISIT (U.S. Visitor and Inmmigrant Status Indicator Technology).
"Un
programa ineficientemente planeado y ejecutado va a congestionar aeropuertos,
costar millones y, en la práctica, causar perjuicios a la seguridad
fronteriza", dijo Davis en una carta que envió a los secretarios
de esos departamentos, Colin Powell y Tom Ridge.
Además
aclaró que la tarea de recolector, almacenar con precisión
información biométrica de las personas "no tiene precedentes"
en Estados Unidos y será difícil de implementar.
Igualmente,
la GAO (General Accounting Office), la oficina que realiza estudios e
investigaciones para el Congreso, calificó el programa US-VISIT
como "un emprendimiento riesgoso".
Los grupos
de derechos humanos han expresado sus preocupaciones sobre el propósito
final de la información recolectada que puede dar lugar a violaciones
de la privacidad personal, que históricamente ha sido una de las
características de la sociedad estadounidense.
Clarin, miercoles 24 de diciembre

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MAS
SEGURIDAD. LOS CONTROLES EN LAS ESTACIONES AEREAS BUSCAN IMPEDIR
EL INGRESO DE TERRORISTAS. (Foto: AFP)
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INSEGURIDAD
EN EL MUNDO: UN OPERATIVO QUE CUESTA 1.000 MILLONES DE DOLARES
EE.UU.
eleva el nivel de alarma a un grado menos que alerta máxima
Lo
aumentó al llamado nivel "naranja". Y reforzó
de modo inusual estas Navidades la seguridad en aeropuertos y ciudades,
en particular Washington. Temen un ataque con aviones de la red Al Qaeda.
WASHINGTON
. AFP, ANSA, EFE Y DPA.
La Navidad 2003 fue tiempo de alarma en Estados Unidos incluyendo la instalación
de baterías antiaéreas y el alistamiento de cuadrillas de
cazas para atacar cualquier nave peligrosa. El país vivió
en "alerta naranja" por la eventualidad de ataques terroristas,
ya que el Gobierno poseería información de que la red Al-Qaeda
podría producir atentados a bordo de aviones, como los que ocurrieron
hace 27 meses, por única vez, en Nueva York y Washington.
Las autoridades
norteamericanas incrementaron la alarma del tercer nivel (amarillo, o
"elevado") al cuarto (naranja, o "muy elevado") en
una escala de cinco niveles. La tensión fue palpable en todo el
país y los mecanismos de seguridad marcaron supuestos peligros
a la menor duda.
Por esas
medidas se cancelaron vuelos procedentes de Francia y se tomaron precauciones
en todos los aeropuertos. El costo de este megaoperativo, hasta ahora,
es de 1.000 millones de dólares.
En la
capital nacional, el Mall, un paseo tradicional delimitado por el Congreso
y el Memorial a Abraham Lincoln, con el Obelisco a Washington en el medio
y la Casa Blanca al costado, apareció con una fuerte e inusual
presencia de equipos militares y bases de defensa antiaérea.
Y en aeropuertos
como los de Los Angeles (por donde pasan 150 mil personas cada día)
o el de La Guardia en Nueva York se observaron operativos reforzados para
controlar el tráfico de pasajeros.
En el
de California, las medidas son draconianas. Hay escuadrillas de aviones
caza en estado de alerta, prestos a despegar y atacar aviones con "objetivos
terroristas" a una señal de mando, en tanto las medidas de
control "son las más estrictas" desde el fatídico
11 de setiembre de 2001, dijo el portavoz del aeropuerto Harold Johnson.
En el
neoyorquino, inclusive se produjo una evacuación de la terminal
de Delta Airlines a causa de una mujer que, tras haber hecho sonar un
detector de metales, evitó un segundo control y se dirigió
al salón de espera.
Otros
aeropuertos, como los de Washington D.C. o Las Vegas (Nevada, al oeste)
someten estos días a los viajeros a controles de seguridad estrictos,
como la prohibición de dejar o recoger pasajeros fuera de los estacionamientos.
Y patrullas de policías vigilan lugares estratégicos como
puentes, túneles o plantas nucleares.
En Washington,
la policía restringió ayer el ya de por sí escaso
tráfico en estas fechas navideñas por varias calles y sometió
a controles aleatorios a los escasos vehículos que circulaban.
Como la
información del Gobierno, según la cadena de televisión
NBC, habla de ataques con aviones, entre las medidas adoptadas por las
autoridades de los EE.UU. se examinan las listas de pasajeros y de tripulación
de los aviones que entran en su espacio aéreo.
Según
NBC, instalaciones petroleras en Alaska, centrales nucleares y represas
podrían ser blanco de ataques. Según esta información,
para lograr sus fines, los terroristas podrían secuestrar aviones
de carga o jets de negocios, que por el tipo de servicio que brindan están
sometidos a una menor vigilancia.

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DEFENSA
ANTIMISILES. EN EL CENTRO DE WASHINGTON, UN AVENGER LISTO PARA DERRIBAR
"AVIONES TERRORISTAS". (Foto: Mark Wilson / AFP)
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INSEGURIDAD
EN EL MUNDO: EXPERTOS FRANCESES AFIRMAN QUE NO HAY INDICIOS DE PELIGRO
París dice que en Washington hay "paranoia"
PARIS. AFP Y EFE.
Expertos en seguridad franceses creen que el gobierno estadounidense está
exagerando en sus extremas medidas de seguridad por miedo a un nuevo atentado.
Sostienen que existe en ese país una "marcada paranoia"
en sus cuerpos de inteligencia, que temen ser criticadas si se produce
otro ataque devastador como el del 11 de setiembre.
Las prevenciones de los expertos galos se difundieron luego de que el
gobierno francés cancelara seis vuelos de Air France, la aerolínea
de bandera francesa, hacia y desde Los Angeles porque Washington tenía
indicios de que podrían ser usadas en atentados terroristas. Las
autoridades francesas chequearon los datos enviados por los estadounidenses
y no pudieron encontrar un sólo indicio que apoyara la presunción
usada como base para suspender los vuelos.
Según Jean Francois Daguzan, de la Fundación para la Investigación
Estratégica, el "gobierno francés no quiso tomar el
riesgo de enfrentarse nuevamente con Estados Unidos" dejando despegar
los vuelos de Air France desde París o Los Angeles luego de las
amenazas de atentados transmitidas por los servicios secretos estadounidenses.
La anulación de los vuelos deja "perplejo" a Daguzan
por carecer de indicios sólidos. El experto dijo, sin embargo,
que la amenaza terrorista de Al Qaida contra Estados Unidos sigue siendo
"verosímil". "En este terreno, ya nadie quiere tomar
riesgos, ni en Europa ni del otro lado del Atlántico", sostuvo.
De acuerdo con este analista, "la organización de la seguridad
en Estados Unidos, desde los atentados del 2001, deriva de la paranoia",
y cualquier riesgo, incluso "relativo, es maximizado". Los norteamericanos
"siguen aún con el síndrome del 11 de setiembre",
agregó Daguzan.
Por su parte, Jacques Baud, un ex miembro de los servicios secretos, se
pregunta si el alerta de nivel "roja" en Estados Unidos "corresponde
a amenazas reales" o "responde más bien a esa necesidad
obsesiva que tienen desde hace dos años los servicios secretos
de no ser criticados por falta de diligencia", como luego del 11
de setiembre. Este experto, reconoce sin embargo que los cuerpos de inteligencia
de ese país "no pueden darse el lujo de descuidar la menor
amenaza". Clarin, 24
de diciembre de 2003
La
posguerra: bajo la amenaza del terrorismo
Una Navidad con vuelos cancelados por el alerta
Se temió un ataque de la red Al-Qaeda
LOS ANGELES.- En alerta naranja por temor a nuevos atentados terroristas
en territorio estadounidense, los norteamericanos vivieron una Navidad
sometidos a medidas de seguridad sin precedente desde septiembre de 2001
y que llevaron incluso a la cancelación de varios vuelos entre
Francia y Estados Unidos a raíz de amenazas concretas comunicadas
por los servicios de inteligencia norteamericanos.
En un clima de gran inquietud y con el riesgo de una nueva infiltración
de agentes de la red Al-Qaeda en aviones comerciales, seis vuelos de la
línea aérea Air France entre París y Los Angeles
fueron anulados en los últimos dos días, pese a que los
servicios de inteligencia franceses luego desestimaron la amenaza. El
tráfico aéreo, indicó la compañía aerocomercial,
se normalizará recién a partir de hoy.
La cancelación de los vuelos fue decidida luego de que las autoridades
estadounidenses transmitieron a Francia informes de inteligencia "creíbles
y confiables" de que grupos extremistas planeaban ataques simultáneos
que podrían emular los del 11 de septiembre de 2001, que Washington
atribuye a Al-Qaeda, dijo un funcionario norteamericano.
Según la prensa norteamericana, la interceptación de correos
electrónicos fue el origen del alerta para Air France. El caso
fue incluso abordado en un contacto telefónico entre los cancilleres
de Francia, Dominique de Villepin, y de Estados Unidos, el secretario
de Estado Colin Powell.
Un vocero de la cancillería francesa dijo por su parte que nueve
personas que integraban la lista de pasajeros del vuelo AF068 de Air France
para el día 24 fueron interrogadas. Se trató de cuatro estadounidenses,
dos alemanes, un argelino, un francés y un belga, que luego fueron
liberados por falta de evidencias.
A raíz del alerta, todos los pasajeros de Air France fueron sometidos
a una rigurosa inspección antes de recibir el anuncio de que los
vuelos a Los Angeles habían sido cancelados, lo que generó
algunas reacciones de furia y frustración por las demoras.
"Tuvimos que esperar casi seis horas sin ninguna explicación
de lo que estaba sucediendo. Vimos perros y policías", dijo
Jean-Marie Buchet, un parisino de 54 años que viajaba a Los Angeles
para pasar las fiestas de fin de año junto a su familia.
El aeropuerto de Los Angeles fue blanco de un intento de ataque en el
fin de año de 2000, y los norteamericanos todavía se acuerdan
del "terrorista del zapato", el británico Richard Reid,
que embarcó en diciembre de 2001 en París en un avión
norteamericano con destino a Florida.
En otras partes
En la costa Este de los Estados Unidos, en tanto, en el aeropuerto de
La Guardia, en Nueva York, miles de pasajeros fueron sometidos a rigurosos
controles de seguridad luego de que se activó un detector de metales
al paso de una mujer que luego desapareció. Alrededor de una docena
de vuelos de Delta Airlines, compañía socia de Air France,
fueron aplazados en la noche de Navidad.
Paralelamente, pilotos de caza fueron puestos en alerta y listos para
despegar en cualquier momento, mientras que detectores de aire programados
para notar cualquier ataque bacteriológico fueron desplegados en
varias ciudades, precisaron las autoridades norteamericanas.
Desde el pasado domingo, las medidas de seguridad en el territorio norteamericano
fueron considerablemente reforzadas luego de que el gobierno decidió
elevar el nivel de alerta terrorista de amarillo, o elevado, a naranja,
o muy elevado, en una escala de cinco colores.
Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos refuerza
su alerta cada fin de año, con ocasión de las fiestas, y
en otras fechas clave que generan un importante desplazamiento de personas.
La Nacion, 26 de diciembre de 2003
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