INMIGRANTES
EN PROBLEMAS: LOS HALLARON CUATRO MESES DESPUES DE MUERTOS
El
terrible final de 11 inmigrantes en un tren
Hace unos cuatro meses en algún lugar de Texas, o tal vez de
México, 11 personas se embarcaron en una apuesta mortal. Subieron a
un vagón de granos vacío que suele sellarse para mantener su contenido
limpio y seco. Alguien cerró la escotilla, la trabó desde afuera y se
fue, y estas 11 personas, supuestamente inmigrantes que pretendían ingresar
ilegalmente a Estados Unidos, quedaron atrapados, a oscuras. Allí murieron,
aunque todavía las autoridades no saben si fue por sofocación, por inanición
o por calor.
El carguero permaneció cerrado en un depósito durante meses. El domingo
pasado, fue trasladado a una pequeña granja donde un empleado de un
elevador de granos abrió los vagones para hacer una inspección de rutina
y se encontró con los restos casi esqueléticos de las 11 personas.
Hoy las autoridades policiales intentan determinar sus identidades.
Por ahora, desconocen el sexo, la edad o la nacionalidad de los inmigrantes.
Tampoco saben cuánto tiempo estuvieron atrapados allí, pero suponen
que fueron semanas.
En la frontera entre Texas y México, las autoridades policiales dudan
de que los inmigrantes hayan subido al tren en México. Como rutina,
la guardia fronteriza, el servicio de aduana y las fuerzas de seguridad
privada inspeccionan los trenes en los cruces de frontera con perros
que pueden detectar la presencia de gente o de drogas.
Por lo general, dicen las autoridades, los inmigrantes ilegales cruzan
el Río Grande solos o en pequeños grupos liderados por un contrabandista
conocido como "coyote". Muchas veces, el mismo coyote los encierra en
un vagón que, a veces por accidente, se traba.
"No puedo creer que haya gente tan desesperada como para venir a Estados
Unidos en esas condiciones", dijo un pastor bautista de Denison, el
pueblo de Omaha donde se produjo el macabro hallazgo.
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Esposados:
ilegales mexicanos detenidos despues de entrar en camion a California
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The
New York Times. ESPECIAL PARA CLARIN, Viernes
18 de octubre de 2002