Empresarios unidos en el club del desayuno Buscan unir la Argentina con los EE.UU.
MIAMI (De un enviado especial).- Ennio De Vita es un pequeño empresario que en enero de este año levantó lo que quedaba de su compañía de publicidad corporativa en Córdoba, después de siete años de gestión, y se radicó en Miami. "Antes del corralito saqué toda la plata y pagué las deudas. Pero la empresa estaba parada. Así que levantamos todo y nos instalamos aquí", dijo a LA NACION. De Vita es uno de los 40 argentinos, ejecutivos de empresas y pequeños emprendedores, que se reúnen todas las semanas desde junio pasado en lo que bautizaron el Miami Breakfast Club. La mayoría llegó antes de la crisis de diciembre último. La idea de organizar un "networking group" surgió de Teresa Bernard, una argentina que trabaja como asesora financiera en uno de los principales bancos de inversión que operan con América latina; de Andrés Saposhnick, un ejecutivo en una compañía de telecomunicaciones, y de De Vita, que se reunieron con el propósito de potenciar sus posibilidades de negocios e integrarse a la vida estadounidense. A las reuniones asisten desde empresarios de firmas de limpieza de edificios, servicios de telecomunicaciones o Internet, estudios de abogados y de contabilidad hasta organizaciones no gubernamentales. Pero no sólo participan argentinos, sino también emprendedores originarios de otros países. Desde hace dos semanas se abrió un espacio similar en Buenos Aires, y el objetivo es realizar teleconferencias para unir los dos eventos todas las semanas para que se puedan relacionar los empresarios que quieran invertir en Estados Unidos o los de aquí en la Argentina, dijo Teresa Bernard. Según el cónsul argentino en Miami, Luis María Riccheri, a los empresarios que llegaron aquí se los puede dividir en tres grupos: los que zafaron del corralito y se quedaron con reservas como para establecer sus negocios aquí; los argentinos establecidos aquí desde hace años que levantaron puentes con nuestro país para completar los negocios, y quienes se instalaron para explotar las exportaciones por la diferencia cambiaria. A ellos se les agrega una cuarta categoría: los argentinos que han venido por miedo a la inseguridad. En el sur de Florida o al norte de Miami, en la zona llamada El Doral, donde ha habido una explosión inmobiliaria, las propiedades se han revaluado entre un 10 y un 15 por ciento por año. Y en ese negocio ya hay varios operadores argentinos. |
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