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LA POSGUERRA: EL SISTEMA BIOMETRICO COSTO 330 MILLONES
DE DOLARES
EE.UU.
comienza a tomar huellas y fotos a los que llegan al país
El
nuevo sistema será para extranjeros con visas de estudiante, turismo
y negocios. En un año pasarán 23 millones de personas, entre
ellos miles de argentinos. Es para impedir el ingreso de terroristas
Sin
tinta que manche los dedos, pero con un equipo que deja las huellas registradas
y una foto rápida y digital, desde hoy los extranjeros que ingresen
a Estados Unidos serán sometidos a los nuevos controles de seguridad
, que costarán 330 millones de dólares y afectarán
a unos 23 millones de personas, entre ellas a decenas de miles de argentinos
que viajan por año.
El
programa, llamado en inglés US-Visit, busca fortalecer la seguridad
contra atentados impidiendo la entrada de personas que estén en
los archivos de las fuerzas de seguridad fichadas como supuestos terroristas.
Desde
hoy, los extranjeros que lleguen a EE.UU. con visas de estudiante, turismo
o negocios deberán pasar por los nuevos controles que en un comunicado
oficial se asegura que llevará pocos segundos. El sistema se basa
en la recopilación de información sobre el viaje e "identificadores
biométricos" tales como las huellas digitales
para "ayudar a los oficiales de la guardia fronteriza a tomar decisiones
sobre la admisión" de los recién llegados.
Entonces,
el primer paso que deberá dar el viajero será frente al
mostrador de Migración al bajar del avión. Ahí mostrará
el pasaporte con la visa otorgada por la Embajada de EE.UU. en su país
y responderá a las preguntas acostumbradas sobre cuál es
el motivo del viaje o por cuánto tiempo planea permanecer.
Después
se le harán dos exámenes de detección de huellas
dactilares con un dispositivo sin tinta en el que el viajero pondrá
sus dos dedos índices en un lector tipo scanner de vidrio. Cuando
termine con ese paso se les tomará una fotografía digital.
Todos
los datos que se obtengan se almacenarán como parte del expediente
del visitantes. Según informó el Departamento de Seguridad
Nacional, la información "estará disponible para oficiales
autorizados", pero este aspecto es fuertemente criticado por los
organismos de derechos humanos, que ven un gran peligro en su posible
utilización.
Como
una forma de protestar por los controles a sus conciudadanos, un juez
federal brasileño decidió aplicar el principio de derecho
internacional de reciprocidad y obligar a los turistas de EE.UU. que lleguen
a Brasil a dejar sus huellas digitales impresas y a ser fotografiados.
La falta de infraestructura hizo que ayer , en su segundo día
de aplicación los estadounidenses sufrieran demoras al llegar
a Brasil.
En
cambio, el proceso en EE.UU. será rápido, según aseguran.
Toda la información obtenida será cotejada con una base
de datos y si la computadora no arroja alguna advertencia, el oficial
permitirá el ingreso. Desde el gobierno de EE.UU. están
convencidos de que con estas medidas se frenará el paso de posibles
terroristas porque se detectarán los pasaportes falsos. Además,
la base se formó con información de las fuerzas de seguridad
y de gobiernos extranjeros. El sistema también incluye datos sobre
todas las infracciones migratorias de los extranjeros. Se calcula que
en un año serán 23 millones de personas las que se someterán
a este procedimiento y entre ellos estarán los argentinos. En el
año 2001, cuando todavía no se necesitaba visa para hacerlo,
el INDEC registró que fueron 295.811 los ciudadanos con pasaporte
argentinos que salieron de Ezeiza rumbo a ese país y Canadá.
En 2002 fueron 180.120 y en los primeros 7 meses de este año la
cifra alcanzó a los 95.385.
Desde
hoy, el viajero deberá repetir el nuevo procedimiento a la salida
del país. Pero esta vez, no frente a un funcionario. Para dejar
registrada la salida, cada extranjero con visa deberá pasar frente
a controles automáticos. Ahí un lector digital leerá
los datos del pasaporte y volverá a constatar las huellas digitales.
Con los datos verificados quedará registrada la partida. Sólo
quedarán al margen de este control los ciudadanos de 27 países
entre los que están la Unión Europea, Canadá, Japón
y Australia.
Clarin,
Lunes 5 de enero de 2004

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CONTROL
DIGITALIZADO. ASI SE OBTENDRAN LOS DATOS DE LOS VIAJEROS QUE LLEGUEN
POR AVION Y BARCO A LOS PUESTOS MIGRATORIOS ESTADOUNIDENSES. (Foto:
AFP)
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En
Argentina
Fuentes del Gobierno argentino negaron que estén estudiando implementar
controles especiales para visitantes estadounidenses, como los que adoptó
hace unos días Brasil, en "reciprocidad" al programa
de EE.UU.
PUNTO DE VISTA
Algunos puntos oscuros
Paula Lugones.
plugones@clarin.com
El programa
US-Visit, lanzado para prevenir posibles filtraciones terroristas, ya
causa alarma en la industria del turismo estadounidense y también
en organizaciones de derechos humanos, que temen que algunos pasajeros
sufran trato discriminatorio. Pero además de esos reclamos, hay
otros puntos oscuros. Primero, en un mundo donde la información
personal es material cada vez más sensible y valioso, el riesgo
de un uso tergiversado de los datos no es un tema menor. Segundo, al no
exigir este trámite a los ciudadanos de países que no requieren
visa (como los de la Unión Europea) hay resquicios por donde podría
pasar inadvertido un elefante. Basta recordar que Richard Reid, el "terrorista
de los zapatos", es ciudadano británico, mientras que Zacarías
Moussaoui, acusado de participar en los atentados de 2001, es un marroquí
que tiene pasaporte francés.
Los
españoles y otras 26 nacionalidades están excluidos
Estados Unidos inicia hoy el polémico fichado de los visitantes
extranjeros
Desde
hoy, la mayoría de los extranjeros que entren en EEUU serán
fotografiados y sometidos a un registro de huellas dactilares. Sólo
los ciudadanos de 27 países, entre ellos España, podrán
entrar sin ser obligados a registrarse digitalmente, siempre y cuando
su viaje sea de turismo. Los extranjeros que entren con visado, sean de
donde sean, estarán sometidos a los nuevos requisitos de entrada.
El programa, llamado en inglés 'US Visit' y para el cual se han
destinado 330 millones de dólares para este año fiscal,
quiere fortalecer la seguridad y no ahuyentar a los turistas ni impedir
el flujo legítimo de bienes y personas, según el Departamento
de Seguridad Nacional (DHS).
El
mensaje para la comunidad internacional es que "EEUU quiere seguir
siendo una nación acogedora", dijo recientemente el subsecretario
para Seguridad del Transporte y Fronteras, Asa Hutchinson.
"Queremos
reforzar la seguridad y la integridad de nuestro sistema de inmigración",
manifestó Hutchinson al explicar en diciembre los detalles del
programa, que afectará cada año a unas 26 millones de personas.
El
programa está dirigido a los extranjeros que llegan al país
con visados de estudiante, turismo o negocios, y su primera fase entrará
en vigor en 115 aeropuertos y 14 puertos marítimos del país.
Después
será ampliado a todos los puntos de entrada -aéreos, marítimos
y terrestres-, como parte de los esfuerzos por registrar las entradas
y salidas de todos los viajeros extranjeros.
Los
ciudadanos europeos, a salvo
Los
ciudadanos de 27 países, entre ellos Europa Occidental, Canadá,
Japón y Australia, que no requieren visados para estancias de turismo
o negocios inferiores a 90 días, no estarían sujetos a este
escrutinio.
Los
visitantes serán sometidos además a los interrogatorios
de rigor del inspector de aduanas sobre el motivo y la duración
de su visita. Se calcula que unos 23 millones de personas serán
sometidos a esta investigación cada año.
Toda
esa información será cotejada con una base de datos sobre
presuntos terroristas y si la computadora no arroja alguna advertencia
o detecta algún problema migratorio del visitante, las autoridades
le permitirán el paso.
Estados
Unidos está convencido de que este programa frenará el paso
de posibles terroristas porque el sistema detectará cuando alguien
intente entrar con documentos falsificados.
Huellas
de extremistas y terroristas
Además,
la base de datos ha ido acumulando en los últimos años,
con la ayuda de las Fuerzas Armadas de EEUU y de los gobiernos extranjeros,
las huellas dactilares de extremistas y terroristas.
El
sistema también incluye datos sobre todas las infracciones migratorias
de los extranjeros, lo que permitirá que un inspector sepa inmediatamente
si el visitante ha violado en el pasado los términos de su visado.
Aunque
es difícil determinar si un programa semejante hubiese prohibido
la entrada a los 19 terroristas de los atentados de 2001, EEUU cree que
el plan disminuye las posibilidades de otro atentado porque su margen
de error "es mucho menos del 1 por ciento", según Hutchinson.
Así,
por ejemplo, el programa tratará de detectar y eliminar los errores
ocasionados por la duplicación o confusión de nombres y
apellidos.
Críticas
al proyecto
Grupos
defensores de los derechos civiles han indicado que el sistema se presta
a posibles actos de discriminación contra visitantes de países
con vínculos al terrorismo, como sucedió con el ahora suspendido
"registro obligatorio" a personas nacidas en países musulmanes.
Hutchinson
aseguró que todo visitante, independientemente de su fisonomía
o nacionalidad, será "fichado" si entra al país
con algún tipo de visa.
El
resquicio legal a los ciudadanos de países que no requieren visado
deja abierta la puerta a posibles problemas de seguridad, según
algunos observadores.
Richard
Reid, condenado a cadena perpetua en enero pasado y conocido como el "terrorista
de los zapatos", es ciudadano británico, mientras que el franco-marroquí
Zacarías Moussaoui afronta una posible pena de muerte por su supuesta
participación en los atentados de 2001.
El
DHS reconoce que el fichado "inofensivo, fácil y rápido"
es una enorme inconveniencia -porque causa demoras en los aeropuertos-
pero insiste en que es un mal necesario para la seguridad ciudadana.

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La
"maquinita aduanera" para tomar huellas dactilares.
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Brasil
responde implantado el fichado forzoso de los viistantes estadounidenses
Los
estadounidenses que desembarcaron el sábado en Río de Janeiro
abandonaron el aeropuerto internacional sorprendidos y con los dedos sucios
de tinta, después de dejar sus huellas digitales como medida de
identificación, aunque coincidieron en entender la medida. «Me
sentí un poco como un criminal»", dijo Rex Polkinghorne,
uno de los turistas estadounidenses, mientras buscaba una forma de guardar
su pasaporte sin mancharlo con la tinta todavía visible en sus
dedos, en una experiencia que, según dijo, nunca había pasado
antes en su vida.
El
nuevo procedimiento de identificación de ciudadanos estadounidenses
en Brasil fue determinado el pasado miércoles por un juez federal
brasileño, como medida de reciprocidad ante mecanismos similares
de seguridad adoptados en Estados Unidos contra ciudadanos de varios países,
inclusive brasileños. Polkinghorne fue uno de los pasajeros estadounidenses
sorprendidos por la medida, y aunque admitió que entendía
la necesidad de identificar a los extranjeros, protestó por la
demora en llevar adelante el procedimiento. «Yo era el octavo en
la fila, y me tomó una hora completar el trámite»,
relató.
Por
su parte, la embajadora estadounidense, Donna Hrinak.calificó la
medida de «innecesaria ya que en Brasil no existe la amenaza terrorista
como en Estados Unidos».
Periodistadigital.com,
Martes, 6 de enero de 2004
El
fichaje de los extranjeros
Sensores, cámaras y tensión en EE.UU.
Un cronista de LA NACION pasó por una prueba piloto de las nuevas
medidas de seguridad norteamericanas
Constató su rigurosidad y la ansiedad de los pasajeros
WASHINGTON.-
"Coloque su índice izquierdo sobre el sensor, por favor."
El funcionario de migraciones no intimida: su tono es amable y respetuoso,
pero no deja el más mínimo margen para la protesta.
.
"Ahora, el derecho, por favor", ordena una vez más, ajeno
a la inevitable sensación del visitante de que un secreto quizás
íntimo acaba de ser violado. Y mucho más cuando llega la
tercera orden: "Ahora mire de frente la cámara".
.
Así, fotografiado y con las huellas dactilares archivadas en algún
secreto registro, quien llega hoy a Estados Unidos cae de pronto en la
cuenta de al menos dos nuevas realidades: que acaba de entrar en un país
en estado de guerra, con la piel erizada por el temor a un nuevo atentado
terrorista, y que ese temor -traducido por estos días en un alerta
"naranja", o de riesgo muy elevado de ataque- convierte a todos,
turistas, estudiantes y empleados por igual, en sospechosos. Una sensación
ciertamente incómoda, por la que deberán pasar cerca de
25 millones de visitantes cada año.
.
Esta incomodidad se ve reforzada, además, cuando uno nota que no
a todos sus compañeros de vuelo se les exigen las mismas medidas
de seguridad. Algunos pasajeros, europeos y de un puñado de otros
países, como Canadá y Japón, pasan el escrutinio
sin mayores inconvenientes. Están fuera de toda sospecha. Los demás,
argentinos incluidos, no lo estamos. Para nosotros, pareciera, se terminó
la presunción de inocencia.
.
Una tercera realidad es que los nuevos controles, adoptados a partir de
ayer en todos los aeropuertos de Estados Unidos pero que comenzaron a
probarse hace tiempo en algunos puntos de entrada, hacen mucho más
lento y engorroso el trámite inmigratorio, en cierta medida porque
los funcionarios aún no están familiarizados con la nueva
tecnología.
.
Algunos se quejan abiertamente: las demoras exasperan. Anteayer la ansiedad
se notaba en las caras y los gestos impacientes y murmullos de quienes
ingresaban por el aeropuerto internacional de Hartsfield, en Atlanta,
una de las principales puertas de entrada al país y donde ya rige
el nuevo sistema desde hace varios días, como prueba piloto.
.
Por allí ingresó este cronista y pudo constatar la rigurosidad
de las nuevas medidas antiterroristas, que también incluyen un
minucioso examen de todo el equipaje y hasta de los zapatos.
.
La sensación
Si algo es evidente al ingresar en Estados Unidos hoy es que desde los
atentados del 11 de septiembre de 2001 cambió el color de la lente
con que se calibran las amenazas. El peligro puede asumir casi cualquier
forma.
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Pero una vez dentro no termina esa rara sensación de incomodidad:
un altavoz recuerda cada cinco minutos que el "alerta naranja"
significa que el riesgo de nuevos ataques terroristas es muy elevado y
ruega a todos informar al agente más cercano sobre cualquier movimiento
extraño.
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La sospecha recorre el ambiente: la amenaza pudo haber ingresado al país
pese a los estrictos controles y estar sentada precisamente junto a uno,
justo enfrente o dos metros más allá... Ahora todos somos
sospechosos.
.
Por Francisco Seminario, La Nacion, 6 de enero de
2004

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Una
familia chilena, durante el control en el aeropuerto de Atlanta
Foto: AP
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En
Ezeiza hubo quejas por discriminación
Los argentinos, molestos con las medidas
Entre resignados y molestos por lo que interpretan como una "discriminación".
Así se mostraron algunos de los 450 argentinos que, en la tarde
de ayer, se disponían a abordar los vuelos de American Airlines
a Nueva York y a Miami al comentar los nuevos controles que los esperaban
en Estados Unidos.
.
Ninguno consideró la medida inoportuna y todos dijeron comprenderla,
pero las quejas abundaron. En su mayoría, los argentinos consideraban
que todos los pasajeros de los vuelos hacia Estados Unidos debían
ser sometidos al mismo control, sin importar su nacionalidad, y no sólo
a los latinoamericanos o árabes.
.
"Cualquier europeo puede entrar con lo que quiera y no lo controlan
como a nosotros", consideró Pablo Sala, de 34 años,
que viajaba para terminar su doctorado en ciencias de la computación.
El enojo, en la mayoría de los casos, se debe a que los ciudadanos
de los 27 países que no necesitan visa para entrar en Estados Unidos
están excluidos de los nuevos controles.
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"Esta vez se han excedido y están invadiendo nuestras libertades",
comentó, preocupado, Daniel Elvira, de 38 años. Hace 13
años que vive en Chicago y viajaba anoche para retomar sus investigaciones
en un laboratorio de física. Su esposa, Cecilia Gerber, se mostró
aún más preocupada: "Yo espero que esto no sea así
para siempre".
.
Los que más molestos se mostraron por las medidas fueron los argentinos
que emigraron con sus familias durante la crisis de 2001 y que estaban
de visita en nuestro país. "Los datos ya estaban registrados
desde antes, en nuestros pasaportes", se quejó Julio de la
Colina, de 39 años, antes de abordar el avión hacia Estados
Unidos.
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"Vivo hace 4 años en Canadá, pero estoy pensando en
nacionalizarme porque cada vez que hago escala en Estados Unidos me controlan
todo", dijo por su parte Juan Manuel Gómez, de 35, empleado
de una empresa de celulares que viajaba de regreso con su familia luego
de pasar las fiestas de fin de año en Buenos Aires.
.
"Como voy por trabajo, ya me tienen completamente registrada",
comentó Marcela, de 37 años, una contadora que viajaba a
Miami. Tanto ella como otros argentinos que viajan seguido por trabajo
coincidieron en que debería implementarse un sistema para los que
entran a los Estados Unidos por primera vez y que debería bastar
con el pasaporte para quienes viajan con mayor frecuencia. "Yo vengo
3 horas antes y me mentalizo, no queda otra", suspiraba Marcela,
mientras entregaba su pasaporte varias veces sellado con "U.S."
a la empleada del check-in.
.
Las preguntas de rutina en el aeropuerto de Ezeiza no cambiaron, pero
sí se incrementó la cantidad de empleados de las compañías
estadounidenses destinados a organizar a los pasajeros y controlar la
seguridad. "¿Dónde estuvieron las valijas?, ¿alguien
les dio algo antes de salir?", repetía una y otra vez la empleada
de saco azul marino.
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"Sí, mi abuela me dio un autito", exclamó un niño
en la fila y, por un momento, el resignado clima de espera se alegró.
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Natalia Zuazo, La Nacion, 6 de enero de 2004
Los
países que están exceptuados
WASHINGTON (AP).- Las medidas de seguridad que entraron en vigor ayer
en Estados Unidos no rigen para los ciudadanos de 27 países que
pueden viajar al país sin visa.
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Los ciudadanos de ese reducido grupo de naciones pueden entrar y permanecer
en Estados Unidos sin visa durante un período de hasta 90 días,
por viajes de negocios o de placer.
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Si desean viajar con otros propósitos o estar más tiempo,
necesitan solicitar una visa y en ese caso serán fotografiados
y se les tomarán las huellas dactilares al igual que a los demás
extranjeros.
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Sin embargo, los visitantes de los países exceptuados del programa
que comenzó a implementarse ayer deberán portar a partir
de octubre próximo un pasaporte que puede ser leído por
un sistema biométrico que está siendo instalado en todos
los puntos de entrada de Estados Unidos.
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De lo contrario, se les requerirá visa y en consecuencia tendrán
que afrontar las mismas medidas que los otros extranjeros.
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Los países exceptuados son: Alemania, Andorra, Australia, Austria,
Bélgica, Brunei, Dinamarca, Eslovenia, España, Finlandia,
Francia, Holanda, Irlanda, Islandia, Italia, Japón, Liechtenstein,
Luxemburgo, Mónaco, Noruega, Nueva Zelanda, Portugal, Reino Unido,
San Marino, Suecia, Suiza y Singapur.
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En los casos de México y Canadá rigen medidas especiales.
Ottawa firmó un acuerdo con Washington en diciembre de 2001 para
crear una "frontera inteligente" y facilitar el movimiento de
personas sin comprometer la seguridad. Así, los canadienses pueden
ingresar en Estados Unidos simplemente con alguna prueba de su ciudadanía.
.
Los mexicanos, en tanto, pueden obtener un permiso para viajar a Estados
Unidos durante un período de hasta tres días, siempre que
permanezcan a 40 kilómetros de la frontera. Si quieren permanecer
más tiempo o viajar más lejos, deberán solicitar
una visa.

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El
zar de la seguridad: Tom Ridge (centro) recibió a los primeros
pasajeros controlados
Foto: Reuters
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La
posguerra: empezó a regir el nuevo programa de vigilancia en las
fronteras
EE.UU. defiende el fichaje de extranjeros
El secretario de Seguridad Interior dijo que los controles no traerán
inconvenientes para los viajeros y frenarán a los terroristas
Tom Ridge afirmó que el sistema permitió detener a 21 personas
desde noviembre
Pero crecen las quejas de países, pasajeros y grupos de defensa
de derechos civiles
NUEVA
YORK.- En medio de quejas de algunos pasajeros y leves demoras en el proceso
de migraciones, el gobierno de Estados Unidos defendió el polémico
sistema electrónico para controlar el ingreso y la salida de extranjeros
que comenzó a ser utilizado ayer en 115 aeropuertos y 14 puertos
marítimos del país para prevenir atentados terroristas.
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"Este es el principio de un nuevo capítulo en el compromiso
de nuestro país por mantener segura a nuestra nación mientras
respetamos los ideales de la libertad de viajar y el espíritu de
bienvenida a los visitantes extranjeros", dijo el secretario de Seguridad
Interior norteamericano, Tom Ridge. Desde el aeropuerto Hartsfield-Jackson,
de Atlanta, fue él quien puso en marcha el nuevo procedimiento
para la comprobación de la identidad de todos los viajeros que
ingresen en el país con algún tipo de visado -ya sea de
turismo, estudio o trabajo-, a través de la toma digital de una
foto y de las huellas dactilares.
.
"Es parte del programa global para asegurar que nuestras fronteras
permanezcan abiertas a los viajeros pero cerradas al terrorismo",
agregó Ridge desde la terminal con mayor tráfico aéreo
de Estados Unidos.
.
Con este nuevo sistema electrónico, los funcionarios de Migraciones
pueden comprobar instantáneamente la identidad de los viajeros,
volviendo virtualmente imposible que alguien con documentos robados o
duplicados ingrese en el país. La información de las huellas
dactilares y la fotografía permite además que los antecedentes
de los visitantes sean cotejados inmediatamente con una base nacional
de datos para revisar si han cometido delitos o si figuran en la lista
de sospechosos terroristas.
.
Si bien el primer día del nuevo procedimiento no presentó
grandes problemas más allá de leves demoras -el proceso
suma unos 15/20 segundos al trámite en Migraciones- y los pasajeros,
en su mayoría, se mostraron comprensivos, en el aeropuerto John
F. Kennedy, de Nueva York, hubo algunas personas que no ocultaron su indignación
ante la medida.
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"Este país se está volviendo como la Alemania nazi,
primero pidiendo que la gente espíe a los vecinos y ahora tratando
a los extranjeros como criminales", dijo a LA NACION el neurólogo
egipcio Sherif El-Masry, que llegó ayer al mediodía. "Lo
que se logra es mantener afuera a la gente honesta; los terroristas se
las ingeniarán para ingresar de otra manera", opinó.
.
Según aclaró el secretario de Seguridad Interior, el nuevo
mecanismo comenzó a ser probado el 17 de noviembre y desde entonces
se detuvo a 21 personas que figuraban en listas de criminales del FBI
por haber cometido delitos vinculados con drogas, violaciones o fraude
de visas.
.
"A mí no me parece mal este control, es mejor prevenir que
curar", señaló Denny Jones, 30, una abogada nigeriana
que trabaja en Nueva Jersey y volvía ayer de vacaciones en Lagos.
"Yo no tengo nada que ocultar y me siento más segura sabiendo
que se está haciendo lo posible para prevenir atentados",
añadió.
.
"Mire a la cámara"
A otros no les cayó nada bien la nueva medida, entre ellos a la
argentina Clara Alemann, 29, consultora de Naciones Unidas, que regresó
la semana pasada de pasar Navidad en Italia. Se mostró sorprendida
por las camaritas digitales y los scanners en Migraciones, aun antes del
lanzamiento formal del nuevo sistema. "Nadie nos había dicho
nada y, aunque nos trataron bien, esa actitud de sospecha puso incómodos
a todos los pasajeros", dijo Alemann."No se nos explicó
para qué era esa información, cómo iba a ser utilizada,
ni qué derechos teníamos. Simplemente se nos dijo: "Mire
a la cámara y ponga los dedos ahí"", apuntó.
.
Ayer, Ridge defendió el procedimiento como un filtro difícil
de eludir para los terroristas y fácil de sobrellevar para los
viajeros, mientras se incrementaban las quejas de las organizaciones defensoras
de los derechos civiles, pasajeros y varios países. Brasil fue
el más elocuente: impuso la misma medida para los ciudadanos norteamericanos
que ingresen en su territorio (ver Pág. 3).
.
"Esto nos da mucha vergüenza", dijo a la agencia de noticias
AFP el brasileño Carlos Pimenta, de 36 años, al llegar al
aeropuerto internacional de Dulles, en Washington D.C. y tras ser sometido
al sistema bautizado US Visit (Tecnología Indicadora del Status
de Visitantes e Inmigrantes a Estados Unidos, según sus siglas
en inglés) y que ahora es explicado en detalle en varios carteles
y videos ni bien los pasajeros salen del avión.
.
Para el argentino Juan Calcaño, programador de computadoras en
Estados Unidos, la Argentina debería imitar a Brasil "por
una cuestión de orgullo".
.
Los únicos extranjeros que están exentos de dejar su foto
y sus huellas dactilares son los ciudadanos de los 27 países que
actualmente no necesitan visa para ingresar en Estados Unidos si permanecen
menos de 90 días (ver aparte). La Argentina fue parte de este grupo
hasta abril de 2002, pero la gran cantidad de argentinos que se quedaron
ilegalmente en Estados Unidos llevó a nuestro país a perder
el privilegio del visa waiver.
.
Para fines de año, el nuevo sistema de control, por el que se espera
que pasen 24 millones de personas al año, se ampliará a
los 50 puestos de entrada terrestres fronterizos con México y Canadá
y para diciembre de 2005 deberá implementarse en todos los ingresos.
Tan sólo para la instalación actual, el Congreso destinó
380 millones de dólares el año pasado y 330 millones para
este año.
.
Paralelamente con la puesta en marcha del sistema para el ingreso de viajeros,
se puso a prueba un programa para los extranjeros que salgan de Estados
Unidos a través del aeropuerto de Baltimore-Washington y del puerto
de Miami, que más adelante se extenderá a todo el país.
.
Por Alberto Armendáriz, La Nacion, 6 de enero
de 2004
.
Pasajeros en la mira
No hubo caos, pero sí algunas demoras y quejas. Miles de extranjeros
fueron sometidos ayer a los nuevos y rigurosos controles que fueron implementados
en 115 aeropuertos de Estados Unidos. Brasil respondió: por quinto
día consecutivo sometió a los viajeros norteamericanos a
las mismas medidas.

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La
represalia: los norteamericanos eran sometidos ayer a las mismas
medidas en los aeropuertos de Brasil Foto: EFE
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La
posguerra: entran en vigor nuevas medidas de seguridad
EE.UU. empieza a fichar a extranjeros
Desde hoy serán registrados con fotos y huellas dactilares electrónicas
los viajeros que ingresen en el país con una visa
Quedan excluidos los ciudadanos de 27 países
El programa es criticado por los defensores de los derechos civiles
Inusual pedido del FBI a hoteles de Las Vegas
WASHINGTON.- En el marco del elevado nivel de alerta ante posibles ataques
terroristas y en medio de una ola de cancelaciones de vuelos internacionales
por el incremento de las medidas de seguridad en los aeropuertos norteamericanos,
hoy comenzarán a regir las polémicas medidas de control
de los pasajeros extranjeros que lleguen a Estados Unidos.
Como parte de las múltiples medidas de seguridad adoptadas por
el gobierno de George W. Bush ante el temor a nuevos atentados, los aeropuertos
deberán registrar desde hoy, con fotos y huellas dactilares electrónicas,
a todos los extranjeros que ingresen en territorio norteamericano con
una visa.
Según el Departamento de Seguridad Interior, el programa, llamado
en inglés US Visit y para el cual se destinaron 330 millones de
dólares para este año fiscal, pretende fortalecer la seguridad
y no ahuyentar a los turistas.
Sin embargo, algunos sectores turísticos en los Estados Unidos
ya expresaron su preocupación por el efecto que esta medida tendrá
en el flujo de visitantes al país.
"Queremos reforzar la seguridad y la integridad de nuestro sistema
de inmigración", señaló el subsecretario de
Seguridad del Transporte y Fronteras, Asa Hutchinson, al explicar el mes
último los detalles del programa.
La medida está dirigida a los extranjeros que llegan al país
con visados de estudiantes, turistas o negocios, entre ellos los ciudadanos
argentinos, y en su primera fase entrará en vigencia en 115 aeropuertos
y 14 puertos marítimos del país.
Después será ampliado a todos los puntos de entrada -aéreos,
marítimos y terrestres-, como parte de los esfuerzos por registrar
las entradas y salidas de todos los extranjeros.
Los ciudadanos de 27 países, entre ellos los de Canadá,
Japón, Australia y Europa Occidental, que no requieren visados
para estancias por turismo o negocios inferiores a 90 días, no
estarían sujetos a este escrutinio.
Los visitantes serán sometidos además a los interrogatorios
de rigor de los inspectores de aduanas sobre el motivo y la duración
de su visita. Se calcula que unos 23 millones de personas serán
sujetos a esta investigación cada año.
.
Toda esa información será cotejada con una base de datos
sobre presuntos terroristas y, si la computadora no arroja alguna advertencia
o detecta algún problema migratorio del visitante, las autoridades
le permitirán el paso.
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Washington cree que este programa frenará el paso de posibles terroristas
porque el sistema detectará cuando alguien intente entrar con documentos
falsificados.
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El sistema también incluye datos sobre todas las infracciones migratorias
de los extranjeros, lo que permitirá que un inspector sepa inmediatamente
si el visitante violó en el pasado los términos de su visado.
.
Adicionalmente, los pasajeros que salgan del país deberán
consignarlo en aeropuertos, puertos o puestos de control policiales, para
que quede registrado que cumplieron con los plazos previstos en su visa.
A los que no lo hagan, o abandonen el país en fecha posterior a
ese vencimiento, no se les permitirá el regreso.
.
Hasta ahora, el proceso burocrático en los puertos de entrada al
país duraba hasta 90 segundos por persona, pero las nuevas medidas
prolongarán ese lapso y prometen provocar el fastidio de los turistas.
.
Por eso, la industria turística de Miami expresó ayer sus
temores por la aplicación de la nueva regulación, que, dicen,
puede ahuyentar a los turistas, que no quieren ser recibidos "como
si fueran delincuentes".
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"Sociedad vigilada"
El Departamento de Seguridad Interior ha reconocido que el fichado causará
demoras en los aeropuertos, pero insiste en que es un mal necesario para
garantizar la seguridad ciudadana y combatir el terrorismo.
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Grupos defensores de los derechos civiles han denunciado que el sistema
se presta a posibles actos de discriminación contra visitantes
de países con vínculos con el terrorismo, como sucedió
con el ahora suspendido registro de personas nacidas en países
musulmanes.
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Barry Steinhardt, director de la Unión de Libertades Civiles estadounidense
advirtió ayer que la medida es "una herramienta para crear
una sociedad vigilada". Se preguntó, además, si otros
países tomarán medidas recíprocas, como ya ocurrió
con Brasil. Francia y Alemania ya tienen en carpeta un sistema de toma
de huellas digitales para otorgar sus visas.
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En tanto, ayer se supo que en otra medida de seguridad para prevenir ataques
terroristas, la oficina federal de investigaciones de los Estados Unidos
(FBI), pidió a los hoteles de la ciudad de Las Vegas las listas
de todos sus clientes en los días previos al Año Nuevo para
confrontar los nombres de los huéspedes con listas de potenciales
terroristas.
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Las Vegas había sido mencionada como uno de los posibles blancos
de atentados junto con Los Angeles, Nueva York y Washington en las investigaciones
realizadas por la inteligencia norteamericana que llevaron a levantar
el nivel de alerta a "naranja" (riesgo muy elevado) el 21 del
mes último. Ese nivel de alarma se mantendrá en vigor en
Estados Unidos al menos durante algunas semanas, según dijeron
funcionarios del gobierno norteamericano al semanario Newsweek.
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Agencias EFE, AFP, ANSA y DPA, La Nacion, 5 de enero
de 2004
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