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Arresto
domiciliario
Detuvieron en los EE.UU. a la cordobesa Natalia Muesa
Sería deportada a la Argentina
CORDOBA.- La ciudadana argentina Natalia Muesa, que residía y trabajaba
ilegalmente en West Palm Beach, quedó detenida luego de comparecer
espontáneamente ante la jueza federal del condado, Linea Johnson,
quien el próximo miércoles tomará una primera determinación
acerca de su situación.
La joven está esperanzada en que la magistrada le conceda la libertad
condicional hasta tanto se realice la audiencia en que se juzgará
su conducta y la de otros seis argentinos que fueron aprehendidos hace
dos semanas, en los lugares donde estaban ocupados para hacer labores
de limpieza.
La misma expectativa -y un poco más- manifestó anoche el
padre de Natalia en Córdoba. Oscar Muesa dijo a LA NACION que la
familia espera que el miércoles próximo "le informen
si la deportan de inmediato". Es lo que desean, aunque también
saben que es más probable que se disponga "un arresto domiciliario".
Para esta alternativa cuentan con la solidaridad de Dora, una mendocina
nacionalizada estadounidense, amiga de Natalia, que la acogió en
estos días que pasó temiendo a cada instante un allanamiento
inminente de agentes del FBI. La mujer se ofreció de garante de
la cordobesa.
.
El cónsul argentino en Miami, Luis María Ricchieri, y el
abogado que la asiste, René Soto Ríos, fueron temprano a
buscar a Natalia. Los tres se trasladaron hasta la corte federal -el delito
es de esa competencia- de la jueza Johnson, una mujer mayor, de raza blanca.
"La muchacha estaba tranquila, fue muy convencida de que ése
era el paso que debía dar y conocía qué medidas podría
adoptar la jueza", contó el cónsul a LA NACION.
.
El padre corroboró el estado anímico de su hija, con la
que la familia habló telefónicamente el miércoles
a la noche. "Estaba tranquila, sabía lo que podía pasar",
comentó Oscar.
Gente de trabajo
Frente a Johnson, habló primero el abogado y seguidamente Ricchieri.
"Expliqué -narró el cónsul- lo que hemos hecho
ante otras autoridades e instituciones y seguiremos haciendo mañana
(por hoy): que se trata de un grupo de personas trabajadoras, que son
gente honesta, que lo único que querían era trabajar para
poder subsistir de una manera decente y en paz."
El diplomático subraya ese argumento: en paz. Para que quede bien
claro que los seis ciudadanos argentinos no representan ningún
peligro para los Estados Unidos. Ricchieri interpreta que el caso de estos
inmigrantes ilegales se planteó porque estaban trabajando "en
un lugar sensible en un momento muy sensible".
Esto es, hacían trabajos de limpieza en un aeropuerto y dependencias
judiciales, y las detenciones coincidieron cuando en Estados Unidos se
extremaban las medidas de seguridad por el primer aniversario del atentado
contra las Torres Gemelas.
La Nacion, Juan Carlos Vaca, viernes 20 de septiembre
de 2002
SE
ENTREGO AYER Quedó presa la argentina prófuga en los EE.UU.
La cordobesa Natalia Muesa, acusada de permanecer ilegalmente
en los EE.UU., se entregó ayer en los tribunales del estado de Florida,
en West Palm Beach. Lo hizo en compañía del cónsul Luis María Ricchieri
y del abogado que contrató el Consulado, René Soto Ríos.
Ahora está detenida por averiguación de antecedentes y deberá esperar
hasta el miércoles próximo, cuando se celebrará una nueva audiencia, para
saber cuál será su futuro.
Según Emilia de Muesa, madre de Natalia, hay dos posibilidades:
la deportan en forma inmediata la semana que viene, o permanece allá,
con arresto domiciliario, durante tres o cuatro meses. Ese es el tiempo
normal que demora este tipo de trámites.
En tanto, Marcelo Saldaño, esposo de Natalia, y otros cinco argentinos
que fueron apresados el 6 de setiembre en el aeropuerto de West Palm Beach,
en un operativo conjunto del FBI y Migraciones, continúan detenidos. Todos
fueron acusados de falsificar los registros de residencia (green card)
y seguro social. La pena para ese delito es de 5 a 10 años de prisión.
Saldaño y Muesa llegaron a los Estados Unidos en febrero y a los pocos
días consiguieron trabajo en el aeropuerto de West Palm Beach, cerca de
Miami. Ambos tenían dos trabajos y mantenían a sus familias en Argentina.
"Estaba nerviosa, pero muy decidida a terminar con todo esto", le comentó
telefónicamente Dora (la dueña del departamento donde la argentina estuvo
escondida casi diez días antes de presentarse a las autoridades estadounidenses)
a la madre de Natalia, en Córdoba.
Oscar Muesa, el padre, confirmó que en el caso de que su hija deba permanecer
en Miami con arresto domiciliario, "se quedará en el mismo departamento
donde estuvo prófuga. Dora es una mendocina, con nacionalidad norteamericana,
que servirá de garante durante el tiempo que Natalia deba esperar antes
de ser deportada hacia la Argentina", indicó.
"Lo más importante es que todo se va aclarando", reconoció Emilia. Aunque
confió que "ahora tengo el corazón apretado porque sé que mi hija está
en una celda, sola, hasta el miércoles".
Clarin,
Viernes 20 de setiembre de 2002
NATALIA
MUESA, LA JOVEN CORDOBESA QUE SE ENTREGO A LA JUSTICIA EN EE.UU. Y QUEDO
LIBRE
"Desde la cárcel, mi marido me aconseja que me vaya"
En
febrero llegó a Miami con su esposo y con el sueño de una vida nueva,
que hace días se convirtió en pesadilla. Hoy debe comparecer ante una
jueza estadounidense. Y ruega que la deporten.
Natalia Muesa, la argentina acusada de ser una inmigrante ilegal
en Estados Unidos, dijo ayer que "ojalá me deporten. Quisiera que nos
fuéramos juntos con Marcelo (Saldaño, su marido), pero quiero volver a
Argentina, abrazar a mi mamá, encontrarme con mi familia".
La mujer, de 26 años, habló con Clarín desde el departamento de
una amiga en West Palm Beach, en el sur de Florida. Hoy a las 8.30 deberá
comparecer ante una jueza estadounidense. Ahí sabrá si tiene posibilidades
de regresar pronto.
Saldaño (26) y otros cinco argentinos están detenidos desde el pasado
viernes 6, bajo el cargo de falsificar los registros de residencia y seguro
social. La pena para este delito es de 5 a 10 años de prisión.
—¿Confías en volver?
—Sí, tengo fe en volver. Le pido a Dios que sea eso lo que hable
con la jueza. Quiero volver lo antes posible.
—¿Qué sentiste cuando el abogado te dijo que estabas libre?
—No lo podía creer, estaba haciendo todo para entregarme. Pero por
algo será que tengo que esperar hasta mañana (por hoy). Ya estoy un poquito
nerviosa, aunque más aliviada y rogando que todo salga bien. Todos estos
días fueron de pesadilla. Anoche (por el martes) pude dormir por primera
vez desde que empezó todo esto; se me fue un poquito el miedo.
—¿Qué fue lo primero que hiciste?
—Nos fuimos con mi amiga Dora —otra argentina— a comprar
agua al supermercado. Dejamos el auto, queríamos caminar, ver gente, escuchar
ruidos y conversar. No es que me costara tanto estar encerrada, pero tenía
que aflojarme un poco.
—¿Cuáles son tus sensaciones?
—Me da muchísimo miedo. Es increíble, nunca me imaginé que pudiera
vivir esto, más allá de que uno sabe los riesgos que corre. Ahora estoy
pensando todo el tiempo que tengo a mi marido preso. En mi cabeza tengo
tantos sentimientos, que a veces lloro y otras, me río.
—¿Hablaste con Marcelo?
—Hace apenas diez minutos. Llamó por teléfono. Esperé que llamara
anoche, pero no pudo.
—¿Qué te dice que hagas?
—El lo único que me dice es que, si Migraciones me permite salir
de acá, que lo haga; me aconseja que me vaya, que no me haga problemas
por él, que va a estar bien. Mirá vos, está preso y me da ánimo. Sé que
no puedo hacer más nada, creo que hice demasiado por él y los otros argentinos.
Quisiera estar con mi marido, pero no puedo.
—Vos decís que sabías que corrías riesgos, pero ¿podés ser tan
racional?
—Cuando sos joven creés que todo va a salir bien, por más que tus
padres te adviertan de los peligros. Creés que no te va a pasar y cuando
te toca, es durísimo. Igual pienso que no hemos hecho nada tan grave para
vivir algo tan duro.
—¿Cómo se te ocurrió buscar trabajo en un lugar tan sensible?
—En el aeropuerto siempre trabajaron muchos argentinos. La mayoría
son laburantes de otros países. Entre nosotros siempre alguien te dice
falta gente acá, allá... Fuimos y nos contrataron.
—¿Se les rompió un sueño?
—Tuvimos mala suerte.
Clarin,
Jueves 19 de setiembre de 2002
EN EL CONSULADO
ARGENTINO DICEN QUE LA SITUACION LEGAL DE LA MUJER NO ESTA DEFINIDA - La
argentina indocumentada de Miami aún no se entregó
Se la
acusa de falsificar la tarjeta del seguro social. En diálogo con
Clarín pidió ser deportada. La cordobesa, escondida, se
presentaría hoy.
Natalia Muesa, la argentina acusada de haber inmigrado ilegalmente
a los Estados Unidos, no se presentó ayer ante la justicia de ese país,
tal como estaba previsto. "Mi situación legal no está definida. Mañana
(por hoy) me reúno con el abogado René Soto Ríos para ver cómo siguen
las cosas. No tengo en claro si existe un pedido de captura. Lo
único que quiero es que me deporten, para poder volver a mi país. Estoy
cansada de esperar", le dijo Natalia ayer a Clarín, desde la casa
de una amiga, en Miami, donde permanece escondida.
Según el cónsul general argentino en Miami, Luis Richeri, "Natalia
está en contacto con su abogado, quien determinó que todavía no estaban
dadas las condiciones para su presentación. Hay trámites puntuales que
cumplir que son muy complejos. Además, la presentación requiere de
una coordinación con las autoridades locales. Mañana (por hoy) o pasado,
si están dadas las condiciones, yo la voy a acompañar a la justicia".
En tanto, desde Córdoba, su hermana Daniela desconfió del accionar del
Consulado Argentino en Miami y planteó la necesidad de "que a Natalia
le dan garantías para que se entregue. Nosotros le aconsejamos que
no lo haga si no están claras esas garantías".
La pesadilla de Natalia, una cordobesa de 26 años, empezó el 4 de setiembre,
cuando Migraciones y el FBI realizaron
una redada contra inmigrantes ilegales en el aeropuerto de Palm Beach,
donde trabajaba, junto a su marido, Marcelo Saldaño, como personal de
limpieza. Pero ese día ella estaba de franco.
Desde entonces, Muesa se recluyó en la casa de unos amigos en Miami y
se comunicó por teléfono con su esposo. Saldaño está preso en West Palm
Beach, por el mismo delito: ambos consiguieron una tarjeta del seguro
social que resultó ser falsa. Este es un delito delicado en el panorama
de las leyes de inmigración de los Estados Unidos. Hasta el 9 de octubre,
fecha de la próxima audiencia, no habrá novedades con respecto a su situación.
Hasta esa fecha, su marido deberá compartir la celda junto con delicuentes
de distinto tipo.
Por el mismo motivo, siete argentinos permanecen detenidos en La Florida.
Seis de ellos sufrieron el arresto en Palm Beach junto a otros ilegales
de Colombia, Uruguay y México, mientras que otro argentino fue detenido
en Fort Lauderdale.
Natalia dijo que "jamás imaginó estar en esta situación. Son muchísimos
los argentinos que recurren a estos trámites irregulares para poder
obtener empleo". La joven cordobesa contó que junto a su marido decidieron
emigrar hace siete meses por falta de trabajo en Argentina, y que sus
empleadores del aeropuerto de Palm Beach estaban al tanto de la carencia
de papeles legales y por eso les pagaban 7 dólares la hora, la mitad
de lo habitual.
Con este trabajo, Natalia reunía entre 300 y 500 dólares por mes para
mandarle a su familia. Sobre la experiencia de vivir en Miami, comentó
que "al principio cuesta mucho, las distancias son muy grandes" y que
en los primeros tiempos quien llega a esa ciudad "debe acomodarse a la
nueva situación. Limpiar baños era una manera de salir adelante. Quiero
ayudar a mi marido y a mis amigos e irme lo antes posible de este país.
Quiero volver a la Argentina aunque las cosas estén duras allí"
Fabián García, Clarin, 17 de septiembre
de 2002
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Natalia
Muesa junto a su novio, detenido. El miercoles 18 de septiembre
Natalia se entrego y el FBI, en virtud a su "buena fe"
la libero de los cargos sin proceder a detenerla pero si disponiendo
su deportacion
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Quedó
en libertad la argentina que estaba prófuga en Miami
Natalia Muesa, quien se presentó espontáneamente ante las
autoridades de los Estados Unidos esta tarde, podría ser deportada
a la Argentina en pocas semanas
La joven
cordobesa Natalia Muesa, que era buscada por la Justicia de Estados Unidos
y que esta tarde se presentó ante la corte de West Palm Beach,
finalmente quedó en libertad y podría ser deportada a la
Argentina.
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Así lo reveló esta noche la madre de la joven, Emilia de
Muesa, quien aseguró que su hija quedó en la condición
de "inmigrante ilegal" y no fue acusada de falsificación
de documentos, por lo que logró evitar la cárcel.
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"Natalia se entregó y la dejaron libre porque no tiene ningún
cargo en su contra, ahora tiene que presentarse en Migraciones el jueves",
dijo la mujer, emocionada tras recibir la noticia y agregó: "está
muy contenta, muy agradecida, y le dijeron que fue un atenuante que ella
se presentara espontáneamente y por eso el FBI no presentó
cargos".
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La decisión de Muesa había sido anticipada esta tarde por
el cónsul argentino en Miami, Luis María Ricchieri, quien
reveló que la estrategia judicial apuntaba a lograr que la joven
sea acusada de "permanecer en forma ilegal" y no de falsificar
documentación, una figura que le permitiría ser deportada
en pocas semanas y evitar la cárcel.
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La madre de la joven se mostró esperanzada esta noche en que "pronto"
Natalia sea deportada a la Argentina, para que desde aquí "pueda
luchar por su marido", el cordobés Marcelo Saldaño,
que se encuentra detenido por falsificación de documento público,
luego de una redada realizada por el FBI y el Departamento de Migraciones
en el aeropuerto de Palm Beach, donde trabajaba el matrimonio argentino.
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19.18 | Se entregó la argentina que estaba prófuga en Miami
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La cordobesa Natalia Muesa, buscada por la Justicia de los Estados Unidos,
se presentó esta tarde espontáneamente ante las autoridades
federales de Miami, a raíz de haber sido acusada de inmigrar de
manera ilegal y evitar así los cargos de falsificación de
documentos que podrían conducirla a la cárcel.
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La presentación de Muesa -que permaneció prófuga
desde el 4 de septiembre último- se produjo esta tarde, según
informó la madre de la mujer, Emilia de Muesa, que señaló
que Natalia "se presentó con el abogado defensor René
Soto Ríos, y con el cónsul argentino en Miami", José
Luis Ricchieri.
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Después de varias horas de duda, Muesa finalmente resolvió
entregarse ante la corte de West Palm Beach y según trascendió,
se declararía culpable de haber comprado documentación falsa
para ingresar a los Estados Unidos.
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La decisión de Muesa había sido anticipada por el cónsul
argentino Ricchieri que reveló que la estrategia judicial sería
lograr que la mujer sea acusada sólo de "permanecer en forma
ilegal", figura que le permitiría ser deportada en pocas semana
y le evitaría quedar presa.
La
Nacion, 17 de septiembre de 2002
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