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Cada vez hay más trabas para los que quieren radicarse en España
Los argentinos
deben tener un contrato de trabajo antes de llegar a ese país. Ya no consiguen
empleo en varias profesiones y oficios. Y por eso muchos se ocupan en tareas
menores.
La mayoría,
quizás el 60 por ciento de los argentinos que inmigran tienen que trabajar
en empleos distintos a su profesión, muchas veces para peor. Esta proporción
aumenta mucho si se encuentra en forma irregular. Tienen que saber que al
principio deben trabajar en lo que encuentren y luego podrán ir buscando algo
mejor". Osvaldo Parrondo, del Club Argentino en Madrid, tiene una larga lista
de consejos para los inmigrantes.
Es una experiencia similar a la de Luis Pérez Leira, de la Central Intersindical
Gallega, con un servicio de asistencia y asesoramiento muy utilizado por los
argentinos. El dirigente, que acaba de retornar de un viaje a la Argentina,
señaló que "la llegada masiva de argentinos produce dificultades de integración
sociolaboral. En muchos casos, personas con buena formación cultural deben
ejercer en una primera etapa trabajos poco calificados o en la economía subterránea".
El trabajo es la primera preocupación del inmigrante argentino que prefiere
España en un 37%, frente al 18% que elige a Estados Unidos y el 11% a Italia.
Hasta hace poco los que venían sin contrato de trabajo y permiso de residencia
podían normalizar su situación en la misma España. Después de la normalización
de 400.000 trabajadores extranjeros, ahora las restricciones que establece
la Ley de Extranjería se aplican con rigor. No hay más remedio que tramitar
el contrato de trabajo y los permisos en la Argentina.
Tanto Parrondo como Pérez Leira señalaron que muchas argentinas con buenas
calificaciones pero sin los permisos, por ejemplo analistas de sistemas, tienen
que dedicarse al cuidado de chicos o ancianos. "Como se dice en Argentina,
el inmigrante tiene que pagar obligatoriamente derecho de piso durante los
dos primeros años de su estancia", sostiene Pérez Leira.
Un grupo importante de argentinos con buena calificación profesional han encontrado
empleos bien pagados y acordes con su formación. Los argentinos y españoles
que conocen el tema señalan que hay una buena demanda de especialistas en
informática, ingenieros, médicos especialistas en anestesiología y radiología
y empleos técnicos con mucha formación.
El mercado de empleo también absorbe a trabajadores calificados para la construcción
y diversas industrias. Los camioneros tienen mucha demanda y el director general
de Migraciones, Antonio Maceda, informó a Pérez Leira que hay 150 puestos
como choferes para argentinos con pasaporte español o que sean hijos o nietos
de españoles.
Una estadística del Ministerio de Trabajo sobre las ocupaciones de trabajadores
argentinos con permiso de trabajo indica que la categoría de directivos, técnicos,
profesionales e intelectuales representa un 39.26% del total. Trabajadores
calificados en industria, construcción, artes gráficas, artesanos llegan al
10,82%. Los vendedores ambulantes, peones, personal de limpieza y empleos
no clasificables más personal doméstico representan un 31%. Los trabajadores
de restauración y de protección y seguridad, un 13.63%, y dependientes de
comercio 5.20%.
El doctor Horacio Tamburini, miembro de asociaciones argentinas en Barcelona,
dice que pese a la disposición de algunos hospitales de contratar a médicos
anestesiólogos y radiólogos argentinos que viven en la ciudad van a tener
que regresar a Argentina para tramitar sus contratos.
Susana, 27 años, licenciada en administración de empresas, sigue esperando
sus papeles y mientras trabaja como camarera en un restorán. Un arquitecto
argentino, sin papeles, a los 57 años, trabaja "en negro" para un colega y
amigo español. Un jugador de fútbol, que militó en Velez Sarfield, es portero
de una discoteca en Galicia. El dueño de un próspero restorán en Pinamar es
ayudante de cocina en Vigo.
Responder al desafío del cambio le ha traído buenos resultados a Daniel Pérez,
de 54 años, y su esposa Mirta. Tenían una fábrica textil con 50 empleados
en Quilmes y una boutique en La Plata que quebraron. Con tres hijos grandes
se instalaron hace tres años en Barcelona. "Yo como parrillero y mi mujer
vendiendo tortas", explicó a Clarín.
"España no nos estaba esperando. Salimos a luchar y nos fue bien", añadió.
Ahora es propietario de un pequeño restorán en el centro de Barcelona y combinan
los platos gallegos con la comida argentina.
Entidades que asesoran
Todos
los días aumentan las consultas de los argentinos que quieren vivir en España,
y sus demandas de información están desbordando a las organizaciones que tratan
de asistirlos, según confirmaron varias de esas entidades a Clarín.
Se trata de un momento muy especial porque al creciente movimiento inmigratorio
desde Argentina se une una coyuntura muy restrictiva de los permisos de trabajo
y residencia. Los contratos de trabajo y permisos tienen ahora que gestionarse
sin excepciones en la Argentina.
"Es fundamental que se informen porque muchas veces parecen muy confundidos",
explicó Luis Pérez Leira, que dirige un eficaz servicio de asesoramiento en
la Confederación Sindical Gallega y el Movimiento Argentinos en el Exterior,
y que cada vez tiene más consultas.
Lo mismo sucede en el Club Argentino de Madrid. "Antes de los ataques del
11 de setiembre a Estados Unidos teníamos hasta 50 consultas diarias. Después
bajaron mucho y volvieron a levantar en noviembre y diciembre. Luego de la
profundización de la crisis argentina tramitamos hasta 70 pedidos de asesoramiento
por día", señaló Osvaldo Parrondo.
En el Club Argentino se han preparado documentos con consejos generales, incluso
para los sin papeles, sobre temas como homologación de títulos, asistencia
sanitaria, educación, y situación legal de parejas con un ciudadano comunitario.
Estos datos se remiten a quienes consultan por correo electrónico.
Horacio Tamburini, que pertenece a organizaciones vinculadas a la comunidad
argentina en Cataluña, informó que "en la Casa Argentina en Barcelona se da
asesoramiento jurídico, y que hay además muy buenos servicios de asistencia
en las centrales sindicales".
Clarin,
Jueves 14 de marzo de 2002
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