De
continuar la tendencia actual MADRID.-
Las cifras empiezan a revelar el creciente número de españoles
que a veces sienten que viven en cualquier otro lado del mundo menos en
España y que -de modo casi inconfesable- temen que algún
día el país deje de pertenecerles. El
informe no revela, sin embargo, que la percepción de lo foráneo
es mucho mayor según el sitio y la ocasión. Lavapiés es el barrio madrileño con menos españoles por metro cuadrado. Y lo mismo ocurre con la maternidad del hospital Punta Europa, en la ciudad andaluza de Algeciras, donde la tercera parte de los niños que nacen es africana. Por ley, son tan indocumentados como sus padres. Muchas son aquí las señales de la creciente inmigración. En los locutorios, una hilera de relojes marca simultáneamente la hora de España, Marruecos, Ecuador, Nigeria y de la Argentina. Nunca faltan allí tampoco pizarras con anuncios de agencias para transferir dinero, de alquiler de habitaciones, de algún empleo. La estadística difundida ayer afirma que en el año último los inmigrantes giraron al exterior más de 2800 millones de dólares, a un promedio de 466 dólares cada uno de ellos. Los argentinos, por su parte, transfirieron cerca de 400 millones de dólares, según estimaciones de la Casa Argentina en Madrid. "España asiste perpleja e inquieta" a la presencia extranjera, indicó meses atrás El País, tras recordar que pocos países como éste estaban peor preparados para el fenómeno "luego de la unidad racial, cultural y religiosa que vivió desde 1492 en adelante". La historia se da vuelta. España fue tradicionalmente fuerte exportadora de mano de obra -hoy aún son más los españoles que viven en la Argentina que los argentinos en España, según la Asociación de Nietos de Españoles-. Pero la bonanza de los últimos años hizo olvidar aquellos tiempos cuando el dinero de sus emigrantes era el ingreso más importante que el país recibía del exterior, según historiadores. Tanto que la misma estadística revela que sólo uno cada cuatro españoles considera que los extranjeros son recibidos con amabilidad, mientras que el 46% opina que se los trata con desconfianza y el 12%, que existe desprecio y agresión hacia ellos. El
informe de Funcas indica que para la enorme mayoría de los españoles
-el 85%- sólo se debe permitir la entrada de inmigrantes que vengan
ya con contrato de trabajo de antemano y no a buscarlo en España.
Ese es, precisamente, el espíritu de la controvertida ley de extranjería.
Así lo asegura el último estudio que ha realizado sobre inmigración la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS) Casi el 30% de la población de España será extranjera en 2015 El 15% de la población española será extranjera en el año 2010 y, en el 2015, el 27%. Así lo asegura el último estudio que ha realizado sobre inmigración la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS), que ha sido difundido por la agencia SERVIMEDIA. Los profesores Francisco Alvira y José García López explican que "la tasa de residentes extracomunitarios en España pasó del 1,5% en 1999 al 3,7% en 2002 y que, al cierre de 2002, los cinco Estados miembros de la UE con mayor población recibieron el 76% de la inmigración y de ellos España fue el receptor con mayor tasa, del 22,2% respecto a su población". El estudio destaca también que en el año 2003, el 48% de los españoles opinaba que los inmigrantes son demasiados y un 85% consideraba que sólo se debería permitir la entrada a los inmigrantes con un contrato de trabajo. Otro dato del informe es el del 74% de españoles que se manifiesta dispuesto a que sus hijos compartan aulas y compitan por sus plazas con los inmigrantes (más de 200.000 alumnos extranjeros en enseñanzas no universitarias ocupaban plazas en los colegios públicos). Además, un 46% de españoles percibe que sus conciudadanos tratan a los inmigrantes con desconfianza, un 12% percibe incluso desprecio y agresión y sólo un 24% estima que lo hacen con normalidad y amabilidad. El 58% de los encuestados considera la inmigración como un factor que influye en el aumento de la inseguridad ciudadana: en Madrid y Barcelona, un 43% de los encuestados manifiesta tener sensación de inseguridad. En 2003, la mayor presencia de residentes extranjeros se registraba en Baleares (7,22%), Canarias (5,48%), Cataluña (5,20%), Madrid (5,03%), y Murcia (4,42%), comunidades donde los censados representan aproximadamente el 5,7% de la población total. El volumen de dinero enviado por los inmigrantes a sus países de origen supera los 2.300 millones de euros con un crecimiento casi exponencial, hasta el punto de que esta cifra se ha multiplicado por 2,5 en tan solo cuatro años. Periodicodigital.com, 22 de enero de 2004 |
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