|
La
violencia en Medio Oriente
La inmigración argentina a Israel cayó el 76% en 2003
En total, hubo una reducción del 31%
Llegaron 10.000 extranjeros menos que el año anterior
Es la cifra más baja de inmigrantes desde 1990
Atribuyen la caída a la violencia y a la escasez de trabajo en
Israel
La crisis económica que atraviesa Israel y la persistente violencia
en la región se hicieron sentir el último año en
el flujo de inmigrantes que llegó al país, que se redujo
en un 31 por ciento respecto de 2002 y descendió a su nivel más
bajo desde 1990. La inmigración argentina fue la que más
se achicó en 2003: partieron hacia Israel sólo 1500 personas,
frente a las 6300 que lo habían hecho el año anterior.
Los datos surgen de un informe difundido ayer por la Oficina Central de
Estadísticas israelí, que reveló que 23.200 personas
llegaron a Israel el año pasado, 10.000 menos que las 33.200 que
habían arribado en 2002.
La cifra del año pasado es la más baja desde 1990, cuando
unos 200.000 inmigrantes llegaron al país, en su mayoría
provenientes de las ex repúblicas soviéticas. Según
se desprende del informe, la caída del año que pasó
se explicaría por la violencia desatada desde el estallido de la
segunda Intifada o levantamiento palestino, en septiembre de 2000, y por
la difícil situación económica que vive el país.
El dato más significativo del informe, y que explica en parte la
merma del 31%, es la drástica reducción de la inmigración
argentina a Israel.
En efecto, desde la comunidad judía más numerosa de América
latina partieron el año último un 76 por ciento menos de
inmigrantes que en 2002. Esta cifra se suma a otra dada a conocer por
las autoridades israelíes hace un mes, según la cual entre
400 y 500 inmigrantes argentinos que habían viajado a Israel en
los últimos dos años emprendieron el viaje de regreso.
Según explicó a LA NACION Lázaro Slepoy, director
del Departamento de Inmigración para América latina de la
Agencia Judía, en el caso argentino, la reducción de la
inmigración se explica casi exclusivamente por la mejoría
de la situación de nuestro país y no tanto por las difíciles
condiciones de vida en Israel.
"El proceso inmigratorio no sólo tiene que ver con los factores
atrayentes del lugar adonde se viaja, sino también con los factores
expulsantes del país que se deja -explicó Slepoy-. Los motivos
que existían en 2002 para irse de la Argentina ahora no existen.
Así como ese año muchos argentinos dejaron el país,
hoy la situación es inversa; entonces, el proceso inmigratorio
argentino se frenó, incluida la inmigración a Israel."
Aunque admitió que la violencia y los problemas para conseguir
trabajo en Israel son factores preocupantes para quien piensa emigrar,
Slepoy señaló que no son esos los motivos que inhiben la
inmigración argentina.
"Lo que define la inmigración a Israel no es sólo la
crisis, sino otras cosas, como el hecho de volver a las raíces,
de vivir en una sociedad donde se tenga mayor posibilidad de llevar una
vida judía plena y en una comunidad donde el judío es parte
de la mayoría y no de una minoría."
Como indicador de que la falta de trabajo no es la razón por la
que los argentinos se trasladan menos a Israel, Slepoy señaló
que el último año se creó una serie de planes nuevos
de inmigración con trabajo garantizado y pensados para cada perfil
de migrante, como empresarios y familias uniparentales, entre otros.
Respecto de los problemas de inseguridad en Israel, el directivo de la
agencia judía dijo que el tema no es tan grave como se percibe
desde la Argentina. A modo de ejemplo, señaló que en Israel
se mira con preocupación a nuestro país. "Cuando me
mudé a la Argentina, en enero de 2002, mi familia me preguntó
si estaba loco -contó-. En el mundo, de la Argentina se sabe lo
que se ve en CNN, los cacerolazos, los cartoneros. Con Israel pasa lo
mismo."
Además de los argentinos, la inmigración a Israel en 2003
llegó, en un 54%, de países europeos; en un 12%, de Asia,
y en un 12%, de Africa. Además, 1800 inmigrantes llegaron de Francia
y otros 1700 de los Estados Unidos. En total, y según cifras del
informe, 1,2 millón de personas emigraron a Israel desde 1990.
.
Crecimiento palestino
La reducción de la inmigración a Israel afecta uno de los
principales recursos del gobierno de Ariel Sharon para mantener estable
el crecimiento de la población judía. En Israel viven 5,4
millones de judíos y 1,2 millón de árabes, en su
mayoría de origen palestino. Sin embargo, la población palestina
crece mucho más rápido que la judía, hecho que preocupa
a las autoridades israelíes. En la Franja de Gaza y Cisjordania
viven otros 3,5 millones de palestinos, por lo cual se espera que ambas
comunidades alcancen la paridad en los próximos años.
Por eso, las autoridades confían en que repunte la inmigración
a Israel, y son optimistas, por lo menos en lo que respecta al futuro
de la inmigración argentina. "La inmigración va a continuar.
Los argentinos están muy bien vistos y son muy queridos en Israel.
La Argentina es uno de los países a los que menos inmigrantes vuelven",
dijo Slepoy. "El 95% se logra adaptar y se queda", concluyó.
Canje
BEIRUT (Reuters).- El grupo libanés Hezbollah informó ayer
que el intercambio de prisioneros con Israel, con mediación alemana,
se realizará el jueves. El acuerdo incluye la liberación
de 400 palestinos a cambio de la entrega de un empresario israelí
secuestrado y los cadáveres de tres soldados. El primer ministro
Ariel Sharon defendió ayer la medida como "una decisión
moral y responsable".
La Nacion, Lunes 26 de Enero de 2004
LA
VIOLENCIA EN ORIENTE MEDIO: INFORME DE LA OFICINA DE ESTADISTICAS ISRAELI
Cae la inmigración de judíos argentinos a Israel
El año pasado fue de 1.400 personas frente a las 6.300 de 2002,
según cifras oficiales.
La
inmigración a Israel se redujo en el año 2003 en un 31%
frente a las cifras de 2002. Y la más drástica reducción
en el número de inmigrantes el año pasado fue el de los
judíos de origen argentino con 1.400 personas frente a las 6.300
de 2002, un 77% menos. Así lo indican las cifras incluidas en el
informe anual de la Oficina de Estadísticas Gubernamental del Estado
israelí.
Hasta 1990, el número de inmigrantes al año oscilaba en
torno de los 9.000 a los 15.000 anuales. Sin embargo, en 1990, tras la
caída del Muro de Berlín y la apertura a la emigración
de la ex Unión Soviética, el número de inmigrantes
a Israel llegó a las 200.000 personas. Al año siguiente,
en 1991, fue de 176.000. Desde entonces, el número se fue reduciendo
hasta sufrir una caída aún más drástica a
partir del estallido de la Segunda Intifada, a fines del año 2000.
Según explica a Clarín Arie Azulai, presidente de la Comisión
de Absorción de Inmigración de la Agencia Judía,
el organismo no gubernamental encargado de alentar la emigración
a Israel, "la inmigración a Israel de todo el mundo occidental
creció en el último año a pesar de la situación
económica, incluyendo aquélla de países de Latinoamérica
como Chile y Uruguay, con la excepción de la Argentina en América
y la ex Unión Soviética" en Europa, que son dos casos
especiales.
En el caso de la ex Unión Soviética, después de haber
drenado más de un millón de inmigrantes, el número
de personas dispuestas a emigrar a territorio israelí se acaba
al agotarse las reservas de ciudadanos de origen judío que desean
viajar a Israel.
¿Y cómo explica la drástica caída del número
de inmigrantes judíos argentinos de 2002?
"Hay que entender que el promedio de inmigrantes argentinos en los
años 90 fue de 800 ó 900 al año, por lo que los 1.400
del 2003 significan un importante crecimiento frente al promedio anterior
al 2002. Ese año, con sus 6.300 argentinos, fue un año fuera
de serie, un año de crisis. Nos alegramos ahora que la Argentina
parece estar saliendo de ella. Israel tiene sus puertas abiertas a todos
pero preferimos que quien llegue lo haga por propia voluntad y no escapando
a una situación crítica en su propio país de origen".
Semanas atrás una serie de publicaciones en Israel hicieron foco
sobre un número de inmigrantes argentinos que supuestamente preparaban
su retorno a la Argentina. Se hablaba de unos mil "retornados"
que habían llegado con la ola de inmigrantes en 2002.
Yarden Varikaí, vocero de la Agencia Judía, explicó
a Clarín: "El número que se manejaba entonces era incorrecto.
Enseguida se confirmó que sólo volvieron a Argentina 524
de un total de 8.100 que habían arribado de ese país entre
2001 y 2002, lo que confirma el alto grado de integración de la
nueva inmigración argentina a Israel".
"Es un 93.7% el porcentaje de los argentinos que se integraron, un
número comparativamente mucho más alto que el de otras comunidades
de inmigrantes", comentó.
Arie Azulai, originario de Marruecos y conocedor de la realidad argentina,
observó con admiración la recuperación de la economía.
"Nuestro interés es que los judíos y los pueblos en
los que conviven vean la prosperidad", sostuvo.
"Lo deseamos tanto como seres humanos como también como judíos.
Esperamos de esa manera que quien tome la decisión de vivir en
Israel, lo haga por ideales y por libre albedrío", concluyó.
Shlomo
Slutzky. TEL AVIV. ESPECIAL PARA CLARIN.
sslutzky@clarin.com, Clarin 26 de enero de 2004

|
SUEÑOS.
UNA IMAGEN DE ARGENTINOS EN 2O02, CUANDO RECIEN LLEGABAN A ISRAEL
EN BUSCA DE TRABAJO Y UN FUTURO. MUCHOS AHORA DECIDEN VOLVER. (Foto:
Archivo)
|
Encuesta:
muchos europeos creen "diferentes" a los judíos
ROMA (Reuters)
-- Una encuesta sobre antisemitismo en Europa mostró el lunes que
un 46 por ciento de los consultados considera a los judíos en sus
naciones como "diferentes" y un 35 por ciento que deben dejar
"el papel de víctimas" del Holocausto.
La consulta
del instituto de investigaciones Ipso, por encargo del diario italiano
Corriere della Sera, fue efectuada en Italia, Francia, Bélgica,
Austria, España, Holanda, Luxemburgo, Alemania y Gran Bretaña.
La encuesta,
publicada un día antes de la fecha en que muchos países
europeos recuerdan a las víctimas del Holocausto judío,
es una nueva indicación de los que los líderes judíos
ven como una tendencia preocupante.
Cuando
se les preguntó si los judíos en sus países tiene
una "mentalidad y un estilo de vida" diferente de otros ciudadanos,
un 46 por ciento contestó afirmativamente.
Alrededor
de un 40,5 por ciento dijo que los judíos en sus países
mostraron "una relación particular con el dinero" y un
35,7 por ciento que los judíos "deberían dejar de representar
el papel de víctimas del Holocausto y las persecuciones de hace
50 años".
Cerca
de un 18 por ciento dijo creer que el judaísmo es "intolerante"
y cerca del 17 por ciento no considera a los judíos como compatriotas
"reales".
Varios
líderes judíos consultados por Reuters expresaron preocupación
por las respuestas.
"Obviamente
el virus del antisemitismo es bastante más adaptable y decidido
de lo que podíamos haber pensado en el pasado", dijo el rabino
de origen británico David Rosen, director internacional de asuntos
interreligiosos del Comité Judío de Estados Unidos.

|
Autoridades
húngaras inauguran el Museo del Holocausto en Budapest.
|
Rosen, que
vive en Israel, dijo que creía que había un aumento del
antisemitismo porque ya ha pasado medio siglo desde los horrores de la
última guerra mundial.
"Las
implicaciones morales del antisemitismo simplemente no llegan a una generación
más joven de europeos", dijo.
"Lo
que es más asombroso que el porcentaje de gente que tiene esas
opiniones, es el porcentaje de gente que está dispuesta a expresarlas",
agregó en declaraciones por teléfono desde España.
La encuesta
sugiere que la actitud de los europeos hacia los judíos se vinculaba
a las críticas a Israel por el conflicto del Oriente Medio.
Más
de un 71 por ciento de los consultados dijo que Israel debería
abandonar los territorios ocupados y que los palestinos deberían
dejar de atacar objetivos israelíes.
Más
de un 68 por ciento dijo que creían que Israel tiene derecho a
la existencia pero que el gobierno del primer ministro Ariel Sharon se
estaba "equivocando" en su actuación.
Los sentimientos
nacionalistas parecen más fuertes en Italia.
Mientras
un 46 por ciento en conjunto señaló que los judíos
eran "diferentes", entre los italianos subió a un 50,5
por ciento y, mientras un 16,9 por ciento dijo que los judíos en
sus países no eran compatriotas "reales", en Italia la
cifra fue de 23,2 por ciento.
Tullia Zevi,
la líder judía más conocida de Italia, dijo creer
que los resultados estaban ligados al aumento de la población musulmana
en Italia, en su mayoría inmigrantes.
"Han
llevado consigo una actitud muy negativa del sionismo y de Sharon. Parece
que hay una transferencia de su actitud a otros que se están poniendo
en contra de las comunidades locales que han existido aquí por
siglos", dijo Zevi.
Italia tiene
la comunidad judía más antigua de la diáspora, desde
los tiempos del Imperio Romano.
CNN
en español, 26 de enero, 2004
|