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Los
que se van a Israel
En dos
meses ya casi se alcanzó la cifra de emigrantes argentinos a Israel de todo
el año pasado. Las oficinas de la Agencia Judía en Buenos Aires que se ocupa
de las tramitaciones para viajar a ese país registró la semana pasada 1.260
confirmaciones de partida. En todo el 2001 se fueron 1.300 personas.
Es que, al ver las imágenes que llegaban de la crisis en Argentina, el gobierno
de Israel determinó aumentar los beneficios, ya de por sí interesantes, para
los emigrantes de Argentina.
Este plan de emergencia, con un costo de varias decenas de millones de dólares,
se anunció en diciembre, al mismo tiempo que se anunciaba un recorte de 1.500
millones de dólares al presupuesto nacional israelí del año 2002 por la crisis
económica que atraviesa su economía.
Dinero en efectivo, residencia por un año, préstamos para la compra de casas,
clases de hebreo, descuentos en electrodomésticos son algunas de las facilidades
para establecerse allá.
"Antes que nada se trata de un derecho", aclara Edwin Yabo, vocero de la Embajada
de Israel en Argentina. Todos los judíos del mundo tienen el derecho a emigrar
a ese país. Y así se determinó desde que el Estado fue creado en 1948, para
reunir al pueblo disperso en la diáspora.
Según Ana Weinstein, socióloga, directora del Centro de Documentación e Información
sobre Judaísmo argentino, Marc Turkow de la AMIA, el promedio de argentinos
que emigraban a Israel era, hace tres años, de 900 personas por año. Se calcula
que la comunidad argentina en Israel suma, entre judíos argentinos y descendientes,
70.000 ciudadanos.
Clarin,
Domingo 10 de marzo de 2002
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