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Contingentes de argentinos ya llegaron a Israel
Cuando el
jefe de Gobierno israelí, Ariel Sharon, entró a la sala de actos del aeropuerto
internacional Ben Gurión, los 62 nuevos inmigrantes llegados de la Argentina
lo recibieron como a un personaje conocido. La misma persona a la que habían
visto por TV dirigiendo un país casi en guerra los recibió en persona y las
fotos de todos juntos se convirtieron en noticia para los diarios del día.
A los recién llegados se los vio cansados ayer por la tarde, luego de más
de un día de vuelo y preocupados por terminar cuanto antes los trámites burocráticos
que les permitirán convertirse en ciudadanos y recibir la ayuda especial para
nuevos inmigrantes. Por eso entendieron solo parte de los saludos de Sharon
y su comitiva, quienes les auguraron una buena integración en el país y se
comprometieron a hacer todo lo posible porque así sea.
Sharon habló con los nuevos inmigrantes y se comprometió. "A pesar de que
estamos realizando recortes en todos los presupuestos -dijo- no sólo no tocamos
el presupuesto de ayuda a los nuevos inmigrantes sino que lo agrandamos, para
los inmigrantes de la Argentina".
Sharon se mostró entusiasmado con la llegada de los argentinos y anunció por
micrófono que visitará próximamente la Argentina. Los nuevos inmigrantes sólo
querían apurar los trámites y recibir los billetes en efectivo que les otorgan
los empleados del Ministerio de Absorción. También, claro, querían llegar
lo antes posible al lugar donde pasarán sus próximos meses en Israel. Las
posibilidades son el Centro de Absorción -una especie de hotel con un seminario
de hebreo, actividades culturales y ayuda en la integración- o alguno de los
planes de "absorción directa" de varias municipalidades interesadas en recibir
nuevos inmigrantes argentinos.
En el Centro de Absorción de Raanana, a 25 Kms al norte de Tel Aviv, donde
después de terminar sus trámites llegaron 10 familias argentinas, estaba Natalio
Makower (46), quien llegó a Israel unos tres meses atrás junto a su esposa
Celia y sus tres hijos, de 18, 16 y 13 años "en búsqueda de una posibilidad
que no veía posible para mí en la Argentina de hoy". Hasta este centro se
acercó también Sharon, quien respondió a los recién llegados preguntas del
tipo: "¿cómo se hace para que los nacidos en Israel no nos vean como una competencia
en el mercado de trabajo?". El jefe de Gobierno israelí respondió que están
haciendo lo posible por crear nuevos puestos de trabajo, a pesar de la crisis.
Makower tuvo por años un negocio en Buenos Aires pero admite estar dispuesto
a trabajar en Israel en una tarea menos calificada "ya que aquí se trata de
una nueva realidad, de un nuevo comienzo". El comerciante argentino asegura
que todo lo que le prometieron en Israel se fue cumpliendo -estudio, vivienda,
ayuda económica- aunque "sería irresponsable de mi parte proponerles a otros
seguir nuestros pasos. Acabamos de llegar, en realidad".
Las diferencias
Junto al contingente de inmigrantes que llegaron ayer a Israel, retornó también
a Raanana el director del Centro de Absorción, Ilan Arjitejter, quien viajó
a ayudar en la anotación de nuevos inmigrantes y no pudo descansar ni un minuto
durante el largo viaje en el avión, al tener que responder las preguntas de
los ansiosos nuevos inmigrantes acerca de su nuevo país.
Arjitecter trabajó en Buenos Aires entre los años 1994 y 1997 y le contó a
Clarín las diferencias que pudo notar entre los miembros de la comunidad en
las dos épocas. "Lo primero que se percibe es una gran depresión -cuenta-,
un ambiente de depresión en el que la posibilidad de emigrar abre una perspectiva
que genera esperanzas. Los inmigrantes potenciales, cuyo número se multiplicó
varias veces en las últimas semanas, llegan de una situación económica muchas
veces desesperante y ven en la ayuda especial para inmigrantes argentinos
declarada por las autoridades israelíes una esperanza que les hace olvidar
las dificultades que tiene Israel".
-¿Hasta qué punto les hablan a los judíos que llegan a sus oficinas en Argentina
sobre la realidad israelí en términos del conflicto armado y las dificultades
económicas que se originan en esta situación?
-Nuestra premisa es no mentir y contar sólo la verdad, para evitar dolorosas
decepciones.Pero en estas tres semanas que ayudé a asesorar a quienes se interesaban
en venir a Israel, me dí cuenta de que nada de lo que les podamos contar sobre
las dificultades en Israel puede hacerles cambiar su decisión, ya que muchos
perdieron la esperanza, la fe y la confianza en su propio destino en la Argentina.
"Prefiero el riesgo de la guerra ahí, al de la desesperanza aquí" me dijo
uno. Y una frase así no se olvida por mucho tiempo.
Clarin,
enero 24, 2002
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