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Convocatoria
de la Fundación Il Faro: Diez jóvenes argentinos viajan a Italia a trabajar
por seis meses Luego, decidirán si regresan o se quedan a vivir; les pagan
490 euros por mes
ROMA.
Esto no es la locura de allá. Acá salgo a la calle
y no siento la frustración, la locura del dólar, el miedo
al asalto. Todo es más tranquilo, más sano. Flavio
Bonfiglio, de 23 años, llegó hace pocas semanas a Italia
y ya siente la diferencia. Mi idea es conseguir laburo, y ver sobre
la marcha cómo voy desenvolviéndome. Por ahí en unos
meses no aguanto más sin mi familia, mis amigos, mis afectos, mi
gato. O por ahí descubro que quiero vivir acá.
Junto a Raúl Olmedo, Mauricio y Marcos Di Domenica, Torcuato Girotti,
Aníbal y Juan Pablo Romano, Francisco Bastitta, Daniel Dambrogio
y Juan Manuel Hitce, todos de Buenos Aires y de entre 19 y 25 años,
Flavio forma parte de un primer grupo de diez jóvenes argentinos
con doble ciudadanía y doble pasaporte que trabajarán
en Italia durante seis meses, gracias a un nuevo programa puesto a punto
por la Fundación Il Faro, que preside Susanna Agnelli.
En tiempos de crisis en nuestro país, la idea de la entidad es
traer a Italia a un total de cien chicos, darles alojamiento y un contrato
regular de trabajo por seis meses para que les sirva como trampolín
para ver después si quieren establecerse en Italia o no.
Después de dos semanas de adaptación, con cursos de italiano,
cocina, panificación y hasta de serigrafía en los talleres
que tiene la fundación en Roma, esta primera tanda de chicos partió
para Milán. Allí comenzaron a trabajar por seis meses en
los restaurantes tipo fast food que tiene la empresa Autogrill.
Es un contrato normal y nos dan en la mano 490 euros por mes, trabajando
cuatro horas, seis días a la semana, cuentan a La Nacion.
Muy preparados y con buenos currículum, los chicos saben que el
trabajo en el Autogrill es algo temporario. Esta es la manera de
llegar a Italia, de poner un pie, pero ninguno de nosotros quiere pasarse
la vida entre pizzas y hamburguesas. Tenemos otras expectativas, y la
fundación lo sabe, afirma Juan Manuel, de San Isidro, licenciado
en administración de empresas que espera en estos seis meses poder
hacer un curso en la Universidad Bocconi, de Milán, y conseguir
algún trabajo, pero permanente, en su área.
Yo canto bien, y la fundación me dijo que me va a ayudar
a tener una audición en Milán, o a conseguir entrar en una
escuela de música. Me lo dijo directamente la tía Susy,
agrega Francisco, en alusión a Agnelli, la mujer que les está
tendiendo una mano más que importante.
Un paraíso
En la Fundación Il Faro, un moderno edificio de ladrillos rodeado
por un jardín muy bien cuidado, con pinos y canchas de fútbol,
los chicos tuvieron una recepción magnífica. Es un
paraíso. Tenemos computadoras, cine, ping-pong, metegol, comida
excelente, y la gente nos trata muy bien. Además de los cursos,
jugamos al fútbol, leemos los diarios y pudimos recorrer Roma.
Es más, queremos enviar un mensaje para el resto de los chicos
que están por venir, diciéndoles que es un lugar extraordinario,
destacan. En la fundación, que ayuda a jóvenes necesitados
de todo el mundo, también hay chicos de Albania, Bangladesh, Túnez,
Irán y Kenya.
Antes de verse involucrados en este proyecto, la mayoría de los
chicos estaba sin trabajo. A Daniel, por ejemplo, en enero lo echaron
de una empresa de computación; Aníbal trabajó hasta
diciembre en una firma de sistemas que le quedó debiendo
plata; a Juan Pablo, en abril, Carrefour no le renovó el
contrato y a Flavio le pasó lo mismo por reducción
masiva de personal.
Ante la pregunta de si piensan volver a la Argentina, una pregunta que
duele, las respuestas son encontradas. Todos querríamos volver,
pero ahora la Argentina da miedo. No se puede trabajar y no se puede proyectar
nada, dice Francisco. Si es por mí, yo vuelvo mañana.
Prefiero estar allá y pelearla, interrumpe Mauricio.
Requisitos
ROMA (De nuestra corresponsal). El programa de la Fundación
Il Faro está destinado a jóvenes de entre 18 y 25 años,
con doble ciudadanía, es decir, con pasaporte italiano. Los interesados
pueden enviar su currículum, 4 fotos, una fotocopia del pasaporte
argentino y otra del italiano a Casilla Postal 82 (1642) San Isidro.
Por
Elisabetta Piqué
La Nacion, Lunes 10 de Junio de 2002
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