Más que el pasado nebuloso de la ex actriz, lo que eriza
la pudibundez de esa sociedad es la amenaza implícita contra
el régimen y estilo de vida privilegiados que son su privanza:
hogares victorianos, sólidamente anclados en confortables
y espaciosas mansiones, numerosos hijos, vacaciones anuales en Europa
y en la opulenta estancia, práctica del deporte del polo
para los muchachos, abonos al Colón para las hijas, adhesiones
al "Círculo de Armas" o al Jockey Club para los
hombres y a la Sociedad de Beneficencia, para las mujeres; relaciones
con el alto clero y la marina.
En esta estructura social -que poseía sus propios méritos-
la mujer estaba relegada a la casa y no se esperaba ni se habría
aceptado que su actividad trascendiese a la vida política.
Eva
Perón significaba la pulverización de esos cánones
tradicionales.
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"Eva
Perón significaba la pulverización de esos cánones
tradicionales..." |
Ella
abría la brecha a través de la cual podrían
desbordar torrentosas corrientes aprisionadas secularmente. Cierta
gente la tenía por más iconoclasta que Perón,
más voluntariosa y dinámica, capaz de traducir en
hechos aquello que en el presidente se limitaba a los amagos verbales
o actitudes gesticulantes. Se temía que el creciente ascendiente
de Eva lograra precipitar a Perón a adoptar medidas extremas.
Eva
era la amenaza. Una "aventurera" dispuesta a jugar desaprensivamente
con el futuro del país, tal como algunos estancieros e industriales
concebían dicho futuro, es decir, como la estagnación
del presente o, mejor aún, como un retorno al pasado.
En
la trinchera opuesta, para los trabajadores y sus mujeres, Eva asumía
la virtualidad de una esperanza de redención, la luz al fondo
del túnel que atravesaban desde hacía tantos años.
Eva
era lo insólito y la alucinante promesa de una redención
insospechada. El pueblo argentino comenzó a observar hechizado
cada uno de sus actos y a acompañarla con su adhesión.
Muy pronto vendría la devoción.
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"Oligarcas
eran los miembros de la "Unión Democrática",
los terratenientes, la burguesía industrial, la aristocracia
social y hasta los simples opositores a Perón..." |
Controvertida
por unos, menospreciada por otros, enaltecida por el bajo pueblo,
Eva fue mostrando que, como los Atridas, era vástago de esas
estirpes singulares de seres que, en la tempestad, atraen magnéticamente
al rayo.
En
esos términos quedaba planteado el conflicto. Pero antes,
Eva Perón decidió ofrecerse a sí misma unas
vacaciones...
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