"Si he perdido
la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra..." |
Blas
de Otero |

Por sobre el precio de
toneladas,
partidas y sudores,
creció y crece
el hambre, nombrada,
renombrada,
a razón de tantos
olvidos,
sombras y trizas por
palabra
(y un signo abismal
ahí abierto).
Crece como un río
que enloda
más allá de razones
y de barrios,
libre, libre, y más
allá,
como un frío azul
inexplicable,
que traspasa hasta
los huesos
y el mapa oscuro
del país;
y tiene nombre propio,
encierro propio,
tiene alma mordida
y tiene boca
seca, que masticó y
comió
y come historia, esta
historia.
Eduardo Dalter
Gran Buenos Aires, junio, 2008
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