Una nueva antena que
emite señales infrarojas en lugar de las típicas
señales de radio, podría ser una buena solución a
corto/medio plazo para aumentar la seguridad de
las redes locales sin hilos. Esto se ha sabido la
misma semana en que se daba a conocer que los
teclados inalámbricos pueden constituir también un
problema de seguridad en este tipo de redes.
Investigadores de la Universidad de Warwick
(Inglaterra) han dado a conocer un nuevo sistema
de transmisión de la información en redes sin
hilos que usa una antena que emite infrarojos.
Esto aporta varias ventajas por lo que respeta a
la transmisión que se venía haciendo hasta ahora,
por ondas de radio.
A diferencia de las señales de radio, las
infrarojas son mucho más controlables y, a la vez,
dificiles de espiar. Recordemos los casos aireados
por la prensa especializada, en el que hackers
habían burlado la seguridad de redes inalámbricas
establecidas en edificios, desde la calle con una
computadora portátil y una tarjeta de red
inalámbrica. Incluso se realizó una prueba con un
tubo de patatas Pringles a modo de antena
direccional, y que funcionó a la perfección.
La antena desarollada por el equipo de Warwick
emplea lentes geométricas con una combinación de
curvatura precisa de las lentes y un filtro
multicapa. Su precisión llega hasta tal punto que
es capaz de detectar señales de una sola longitud
de onda.
No obstante, y a pesar de esta esperanzadora
noticia, esta semana también se ha sabido que los
teclados y ratones inalámbricos que cada día se
están popularizando más, también pueden constituïr
un agujero de seguridad en una red local. El
rotativo noruego Aftenposten publica un reportaje
en el que se explica cómo circunstancias externas
a los administradores de una red local, y a la
propia red, hicieron que la señal de un teclado
inalámbrico -que usualmente no tiene más de unos
10 a 15 metros de radio- se amplificó hasta ser
reconocida e interferir en otra computadora
situada a 100 metros de distancia. Poder capturar
las pulsaciones de teclado constituye una buena
herramienta de trabajo para una persona que quiera
violar la seguridad de cualquier red, ya que
mediante este espionaje puede hacerse con nombres
de usuario y claves de acceso para poder acceder a
la red de forma ilícita. No obstante, y si nos
situamos en los parámetros estándar de 10-15
metros de radio, en una situación normal, el
intruso deberá acercarse mucho al área física
donde se encuentra la red.
Más información:
http://news.com.com/2100-1033-965239.html?tag=fd_top
http://www.aftenposten.no/english/local/article.jhtml?articleID=431326