A propósito del artículo reproducido y difundido por Ediciones Trinchera, de Horacio Herrera "El maoísmo delirante de Sendero" y sobre la supuesta "Entrevista a Feliciano" nos permitimos presentar a nuestros lectores una crítica al primer artículo por parte de Adolfo Olaechea, con respecto al segundo artículo; sinceramente creemos que ni siquiera vale la pena tratarlo, pues basta tener dos dedos de inteligencia y conocer algo de la revolución peruana para saber que se trata de un infeliz montaje.
Nos parece curioso que los residuales "Trinchera", (los restos de lo que fue la Oposición Trotskista), justo en estos momentos cuando se desarrolla una fuerte lucha social en el Perú, y cuando la reacción peruana e internacional grita con fuerza que "Sendero esta detrás de las movilizaciones de los maestros", hagan eco de viejos y podridos revisionistas como Horacio Herrera, poniéndose a la cola de la burguesía peruana; valdría la pena ponerse a pensar el papel que juegan estos señores que mucho gustan de calificar fácilmente a compañeros revolucionarios como "agentes del imperialismo", del papel que juegan en estos momentos, cuando pululan llenos de orfandad revolucionaria difundiendo semejantes apócrifos. Al haber perdido a su líder al parecer están buscando padrastro político en algunos viejos renegados políticos que andan por las calles de la ciudad, renegados que hace tiempo vomitaron contra la revolución peruana.
Transcribimos íntegro el artículo de Horacio Herrera, reproducido con gran "esfuerzo revolucionario" por "Ediciones Trinchera" y a continuación presentamos la respuesta de Adolfo Olaechea.
Horacio Herrera: "El maoísmo delirante de Sendero"
La correcta comprensión del desarrollo del marxismo y su acertada denominación es una necesidad teórica de verdadera importancia.
Precisamente por eso, es menester confutar dos enunciados y una consigna que levanta el liderato de Sendero, y que, propaganda de por medio, han hecho mella en algunos marxistas desprevenidos.
En esta oportunidad, sin embargo, no discutiremos el termino "maoísmo", pues lo hemos hecho en otro lugar.
"Ser Marxista Hoy Es Ser Marxista-Leninista-Maoísta, Principalmente Maoísta"
Como es evidente, este enunciado principaliza el pensamiento de Mao en detrimento del leninismo y del marxismo. Si eres "principalmente maoísta", es porque eres solo secundariamente leninista y secundariamente marxista. Y, ¿es correcto que, como revolucionario proletario, seas sólo secundariamente leninista y secundariamente marxista? De hecho, el enunciado que nos ocupa niega la unicidad de la doctrina del proletariado, pues coloca el pensamiento de Mao por encima del leninismo y del marxismo, cuando, como se sabe, la doctrina del proletariado es una doctrina orgánica e indivisible, y, por tanto, ni el leninismo es principal con relación al marxismo ni el pensamiento de Mao es principal con relación al leninismo y al marxismo. Como lo sabe todo el mundo, Stalin definió el leninismo como "el marxismo de la época del imperialismo y de la revolución proletaria". Con ello esclareció su genero próximo y su diferencia especifica, es decir, el carácter marxista del leninismo y su condición de nueva época en el desarrollo de la doctrina del proletariado. Pero jamás se le ocurrió al sucesor de Lenin el despropósito de plantear que ser marxista en nuestra época significa ser marxista-leninista, principalmente leninista. Lo correcto es, pues, plantear que ser marxista-leninista hoy es adherir al pensamiento de Mao. Esta es la verdad.
Pero, si a esta verdad indiscutible "se le obliga a 'sobrepasar los limites' (como decía Dietzgen padre), si se la exagera y se la lleva mas allá de los limites de su aplicabilidad, puede ser reducida a un absurdo, y en esas condiciones incluso se convertirá fatalmente en un absurdo" (Lenin). En efecto, si el reconocimiento del pensamiento de Mao se exagera hasta el extremo de considerarlo como principal con respecto al marxismo-leninismo, entonces tal reconocimiento se convierte infaliblemente en un absurdo. Y, como señala el mismo Lenin, "el medio mas seguro de desacreditar una nueva idea política (y no solamente política) y perjudicarla, consiste en llevarla hasta el absurdo, so pretexto de defenderla".
Pero el oportunismo de izquierda cree ser más revolucionario porque se declara "principalmente maoísta", llevando de ese modo al absurdo el reconocimiento del pensamiento de Mao.
"Nuestra Esencia es el maoísmo"
Este enunciado se desprende del anterior. Y si el anterior es una negación de la unidad del marxismo, este otro deja por fuera de nuestra identidad ideológica el leninismo y el marxismo. Si dices que tu esencia es el "maoísmo", es porque de hecho menosprecias el leninismo y el marxismo. Y, ¿es así como un revolucionario proletario puede expresar su adhesión a la doctrina del proletariado? En su celebre libro El Estado y la revolución, Lenin señala que "marxista solo es el que hace extensivo el reconocimiento de la lucha de clases al reconocimiento de la dictadura del proletariado. En esto es en lo que estriba la más profunda diferencia entre un marxista y un pequeña (o un gran) burgués adocenado. En esta piedra de toque es en la que hay que contrastar la comprensión y el reconocimiento real del marxismo". En consecuencia, puede decirse que es justamente en esta profunda diferencia, en esta piedra de toque que reside la esencia real del marxismo como doctrina política, y, por tanto, es en esto mismo que reside también la esencia real de su reconocimiento. Pero sucede que los fundamentos de esta esencia, de este contenido esencial del marxismo fueron puestos por Marx y Engels, y lo que posteriormente hicieron Lenin y Mao fue desarrollar este contenido esencial con nuevos elementos teóricos derivados de la praxis del proletariado en las condiciones de nuestra época. Por eso precisamente, la teoría de la dictadura del proletariado es una teoría única e indivisible, y, en consecuencia, todo marxista esta obligado a reconocerla en cuanto tal. Consiguientemente, nuestra esencia o identidad ideológica no puede expresarse en una formula parcial que mutila la unicidad de la doctrina del proletariado, sino mas bien en una formula que exprese nuestra adhesión a la doctrina proletaria en cuanto tal.
Pero el oportunismo de izquierda cree ser mas revolucionario porque se declara de "esencia maoísta", con lo que revela su comprensión superficial, unilateral y subjetiva de la doctrina del proletariado.
"Poner el maoísmo como Mando y Guía de la revolución Mundial"
Esta consigna es el corolario de los enunciados examinados. De hecho, con ella el liderato de Sendero separa el "maoísmo" del marxismo-leninismo, convirtiendo el pensamiento de Mao en algo independiente, autónomo, autosuficiente, en algo que se basta a si mismo. Para cualquier marxista, sin embargo, debe estar claro que lo correcto es poner la doctrina de Marx, Engels, Lenin, Stalin, Mao como mando y guía de la revolución mundial.
Pero el oportunismo de izquierda cree ser mas revolucionario porque levanta el "maoísmo" de modo exclusivo y excluyente.
En conclusión, estos enunciados y esta consigna son ejemplos vivo de lo que llamamos maoísmo delirante, y que, por delirante precisamente, no es un correcto reconocimiento del pensamiento de Mao, sino un reconocimiento distorsionado, un reconocimiento hinchado, una caricatura de reconocimiento.
Y, no obstante, seguidismo de por medio, tales despropósitos son expresiones de la "solidez teórica" de la "jefatura".
Respuesta de Adolfo Olaechea
Hay que ser verdaderamente infantil para escribir tales despropósitos y tratar de hacerlos pasar como una critica Marxista seria a un verdadero desarrollador del Marxismo como Abimael Guzmán. Como ve este niño de teta el Marxismo? Lo ve evidentemente como un objeto sólido. Un ladrillo. Un mamotreto en el que las verdades se acumulan una encima de otras sin que en ningún momento contradice o negarse a si mismas. Por lo tanto, para el pobre Herrera, el "Marxismo-Leninismo-maoísmo" es una especie de biblia con tres testamentos, que como para los religiosos, contienen verdades eternas y nunca cambiantes, que contrariamente a cualquier doctrina científica, aquí se trata de una colección de verdades reveladas por dios, y no de los elementos vivimos de una ciencia, que no solo se contradicen entre si en momentos dados, sino que en efecto, en condiciones históricas concretas, se niegan mutuamente. Para el pobre Herrera, como para el resto de la farándula adoradora de huesos de la "izquierda peruana", el Marxismo es una religión, no una ciencia.
Sin embargo el Marxismo, y esto es ABC, es en si una CONTRADICCIÓN, y como hasta el mas retrasado es capaz de ver, toda contradicción tiene siempre y en todo momento un ASPECTO PRINCIPAL. En el desarrollo de toda doctrina -y el mismo Marxismo de Marx y Engels es una doctrina que se desarrolla en base a sus TRES COMPONENTES- que también, para sorpresa de este metafísico, llevan nombre y apellido y hasta nacionalidad propia, siempre como lo explicara el propio Stalin, hay no solo contradicción entre sus verdades, sino también negación, superación, algo viejo y obsoleto y algo nuevo y vibrante que constituye en el Marxismo un todo, como una contradicción en si, su ASPECTO PRINCIPAL. La expresión misma de su movimiento, su desarrollo vivo.
Decía Stalin: "Los paporreteros y Talmudistas (el Talmud, libro sagrado de los judios, "talmudistas" los que lo recitan como el alfa y omega de toda la ley mosaica. A.O.) consideran al Marxismo en sus conclusiones y formulas individuales como dogmas que NUNCA cambian, sin importar los cambios que se producen en el desarrollo de la sociedad. Creen que si se aprenden estas conclusiones y formulas de memoria y las empiezan a citar al azar, serán capaces de resolver cualquier problema, creyendo que las formulas y conclusiones memorizadas les van a servir para todos los momentos y países, para todas las ocasiones de la vida. Esto solo lo pueden creer quienes se fijan en la letra y no en la esencia del Marxismo, quienes se aprenden de paporreta los textos de las conclusiones y formulas del Marxismo, pero no entienden su significado".
Y mas aun, el propio Stalin, quien entronizara el Leninismo como NUEVO desarrollo del Marxismo, agrega, como para que no haya ya mas quienes como Herrera vean al Marxismo como un ladrillo de concreto, lo siguiente:
"Como toda ciencia, el Marxismo no puede detenerse. Se desarrolla y perfecciona. En su desarrollo, el Marxisno no puede sino ser ENRIQUECIDO por la nueva experiencia, por los nuevos CONOCIMIENTOS, en consecuencia, ciertas de sus formulas y conclusiones no pueden evitar CAMBIAR en el transcurso del tiempo, no pueden sino SER REEMPLAZADAS por nuevas formular y conclusiones, que correspondan con las nuevas TAREAS HISTÓRICAS. El Marxismo no reconoce CONCLUSIONES O FORMULAS INVARIABLES, obligatorias para todas las épocas y periodos. El Marxismo es el enemigo del dogmatismo". (J.V. Stalin, El Marxismo y los Problemas de la Lingüística, Julio 28, 1950, Publicado por Pravda, Agosto, 2, 1950).
Y esto no lo dice Stalin solo en relación a las conclusiones y formulas, es decir, al Marxismo de sus grandes predecesores, Marx, Engels y Lenin, sino también como buen Marxista, lo sabe aplicar, autocráticamente, a sus propias conclusiones y formulas Marxistas-Leninistas. A los aportes teóricos del propio Stalin. Veamos:
Tratando el tema de la distinción entre el trabajo intelectual y el trabajo físico y el destino a desaparecer de su distinción esencial en sus niveles técnicos y culturales, y de las tesis del propio Stalin en este contexto, Stalin señalando que cierta distinción, aunque no esencial, seguirá existiendo entre estos dos tipos de trabajo, se refiere a quienes, mas Stalinistas que el propio Stalin, habían ya entronizado sus conclusiones iniciales sobre el tema de la misma forma que el propio Herrera quiere entronizar todos sus mamotretos, los de Marx, los de Lenin, los de Stalin y los de Mao, juntos y revueltos y sin distinción de importancia para el momento histórico alguno. Dice Stalin:
"Los camaradas que afirman lo contrario, presumiblemente lo hacen en base a formulas dadas por mi en ciertas declaraciones mías que hablan de la abolición de la distinción entre la industria y la agricultura, y entre el trabajo físico y el trabajo intelectual, sin reserva alguna que indique que lo que se quiere indicar es la abolición de la distinción ESENCIAL, no de toda distinción. Esta es exactamente la forma en que los camaradas han entendido mi formulación, asumiendo que esta implicaba la abolición de toda distinción. Lo que esto indica es que mi formulación era insatisfactoria e imprecisa. Por lo tanto, debe ser REEMPLAZADA por otra que hable de la abolición de distinciones esenciales y la persistencia de distinciones no esenciales tanto entre la industria y la agricultura, como entre el trabajo intelectual y el físico" (J.V. Stalin, Problemas Económicos del Socialismo, Abril 21, 1952).
A diferencia del metafísico predicador Herrera, Stalin, que si era un gran materialista dialéctico, un gran y genuino ideólogo del Marxismo-Leninismo, demuestra arriba, como en todo momento, que el Marxismo es una doctrina viva en la que ciertas formulas y verdades, como en toda ciencia, entran en mutua contradicción, son negadas, y eventualmente, son reemplazadas, por otras mas avanzadas, mas precisas, mas elevadas en el sentido practico de cualquier ciencia, que es su aplicación a la realidad concreta, en su practica. Stalin nos demuestra, que en este lucha por avanzar y no detener el Marxismo, por vivificarlo, en vez de petrificarlo, el propio Stalin, como gran Marxista, como gran Leninista, no tiene el menor empacho en descartar sus propias contribuciones anteriores cuando devienen en obsoletas, sea por imprecisión, o por no satisfacer ya las necesidades de la revolución en el momento concreto determinado. Y es que el Marxismo, contrariamente a la forma clerical en que lo perciben los Antonio Herreras de este mundo, es la ciencia de la revolución del proletariado, y no una doctrina cualquiera para la satisfacción de las necesidades filosóficas de los pedantes que buscan el "Santo Grial" de una doctrina perfecta y completa a priori para que los arrulle en sus sueños de agitar las "biblias" del "Marxismo" como si fuesen textos sagrados, con el fin de mantenerse vigentes como zánganos y parásitos del movimiento revolucionario.
Y es en este mismo contexto, en que Stalin señala que "Lenin, basándose en la teoría Marxista, llego a la conclusión de que en las NUEVAS CONDICIONES de desarrollo, la revolución socialista podía completamente alcanzar la victoria en un país tomado por separados y que la victoria simultanea de la revolución socialista en todos los países, o en una mayoría de los países civilizados, era imposible debido al desarrollo desigual de la revolución en esos países", y que por lo tanto "... la VIEJA FORMULA DE MARX Y ENGELS ya no correspondía a las nuevas condiciones históricas" (J.V. Stalin, El Marxismo y los Problemas de la Lingüística, Julio 28, 1950, publicado en Pravda, Agosto 2, 1950).
Y que: "Es evidente que aquí tenemos dos conclusiones distintas sobre la victoria del socialismo... " (la conclusión de Marx y Engels vs la conclusión de Lenin) "... que no solo se CONTRADICEN, sino que se EXCLUYEN mutuamente" (es decir, se niegan entre si, como lo señalamos anteriormente A.O.). Y explica Stalin, lo que se le escapa al pobre Herrera, que ambas son en realidad conclusiones Marxistas: "Algunos paporreteros y Talmudistas que citan mecánicamente sin entrar en la esencia del asunto e independientemente de las condiciones históricas, pueden decir que una de estas conclusiones debe de ser descartada como totalmente errada mientras que la otra conclusión, siendo totolamente correcta debe ser aplicada a todos los periodos del desarrollo. Los Marxistas, sin embargo, no pueden sino darse cuenta del error de los paporreteros y los talmudistas. No pueden sino tomar en cuenta de que ambas conclusiones son correctas, aunque no lo sean absolutamente, ya que cada una es correcta para su propio momento histórico: La conclusión de Marx y Engels valida para el periodo anterior al capitalismo monopólico y la conclusión de Lenin para el periodo del capitalismo monopólico" (J.V. Stalin, El Marxismo y los Problemas de la Lingüística, Julio 28, 1950, publicado en Pravda, Agosto 2, 1950).
Y refiriéndose a un tal "camarada Kholopov" que era tan duro de mollera como el propio Herrera, y que citando al propio Stalin le escribía al Secretario General del PCUS de la siguiente forma: "Viendo su articulo ("El Marxismo y la Lingüística") yo pensaba que del cruce de idiomas NUNCA puede resultar un idioma nuevo, mientras que, antes de su articulo, yo estaba firmemente convencido, de acuerdo con su discurso ante el XVI Congreso del Partido, que bajo el COMUNISMO, los idiomas convergerian en un solo idioma comun". Stalin se burla así de este emulo de Herrera: "Evidentemente, habiendo descubierto una contradicción entre estas dos formulas y estando profundamente convencido de que hay que remover la contradicción, el camarada Kholopov considera necesario descartar una de estas dos formulas como incorrecta y abrazarse firmemente de la otra cierta para todos los momentos y países. Pero, a que formula agarrarse? el camarada mismo no lo sabe. El camarada Kholopov ni siquiera sospecha que ambas formulas pueden ser correctas, cada una para su propio momento histórico. Esto siempre les sucede a los paporreteros y los talmudistas que no buscan que entrar al meollo del asunto, citan las cosas mecánicamente y sin prestar atención a las condiciones históricas a que se refieren las citas, y por lo tanto invariablemente, se atascan en una situación imposible" (J.V. Stalin, El Marxismo y los Problemas de la Lingüística, Julio 28, 1950, publicado en Pravda, Agosto 2, 1950).
En su trabajo seminal sobre el Leninismo, como etapa superior y DISTINTA del Marxismo, el camarada Stalin señala también con claridad como el Leninismo, siendo Marxismo, es también distinto y superior, y que como corresponde a todo el desarrollo de cualquier ciencia, y mas aun la ciencia de la revolución proletaria, para la época histórica en que Stalin lo describe, el Leninismo deviene en ASPECTO PRINCIPAL de la contradicción que es el Marxismo como unidad. Escribe Stalin:
"Lo que el método de Lenin contiene, ya existía en lo fundamental en las enseñanzas de Marx, que de acuerdo con el propio Marx eran "esencialmente criticas revolucionarias". Es precisamente este espíritu critico y revolucionario que empapa el método de Lenin de principio a fin. Pero seria erróneo por esto suponer que el método de Lenin es meramente la restauración del método de Marx. Por el contrario, el método de Lenin no es solo la restauración, sino también la realización concreta y desarrollo superior del método critico y revolucionario de Marx y su materialismo dialéctico" (J. V. Stalin, Fundamentos del Leninismo).
Y, así, el maoísmo, que hoy es aspecto superior, distinto y realización practica, tanto del Marxismo como del propio Leninismo, al igual que el mismo Leninismo que insurge contra el ya falso Marxismo de la Segunda Internacional en un periodo histórico concreto, insurge también hoy en día como ASPECTO PRINCIPAL de la doctrina proletaria en condiciones históricas tanto similares como distintas a las que necesitaron un nuevo y superior desarrollo de la doctrina de Marx y Engels por parte de Lenin.
Describe Stalin en Fundamentos de Leninismo: "Este fue un periodo de desarrollo relativamente pacifico del capitalismo, el periodo ante-guerra, para señalarlo de alguna forma. Un periodo en que las condiciones catastróficas del imperialismo no se habían manifestado con tanta innegable evidencia. Un periodo en el que los sindicatos y las huelgas por motivos económicos de las clase obrera se estaban desarrollando mas o menos "normalmente", un periodo en que las campañas electorales y los grupos parlamentarios daban resultados "que calentaban las cabezas de algunos" y en el que las formas legales de la lucha eran aplaudidas hasta mas no poder, en síntesis, un periodo en el que los partidos de la Segunda Internacional estaban viviendo la buena vida y no tenían mayor inclinación a pensar seriamente sobre la revolución, la dictadura del proletariado, ni la educación revolucionaria de las masas".
"En vez de una TEORÍA REVOLUCIONARIA INTEGRADA, se tenían postulados teóricos contradictorios y fragmentados de teoría que estaban divorciados de la lucha concreta de las masas y se habían convertido en dogmas petrificados. Para guardar las apariencias, se hablaba, por supuesto, de la teoría de Marx, pero solo para robarle su espíritu viviente y revolucionario. En vez de una política revolucionaria, existía un pedestre filisteísmo y predominaba la moniobreria política barata, la diplomacia y la triquiñuela parlamentaria. Para guardar las apariencias, se pasaban y se emitían, -por supuesto-resoluciones y slogans "revolucionarios", pero solo para dejarlos caer inmediatamente en el olvido. En vez de educarse al partido y enseñarle TÁCTICAS verdaderamente revolucionarias aprendidas en base a sus propios errores, existía una evasividad estudiada sobre los problemas candentes, los cuales se ocultaban y se envolvían en velos. Para guardar las apariencias, por supuesto, no se ponía objeción a HABLAR de los problemas candentes, pero solo lo hacían para terminar con una u otra forma de "resolución" elástica".
"Este era pues la fisonomía de la Segunda Internacional (el "viejo Marxismo" anterior al Leninismo A.O.). Este era su método de trabajo y su arsenal".
"Pero entretanto, un nuevo periodo de guerras imperialistas y batallas revolucionarias para el proletariado se aproximaba. Los viejos métodos de lucha estaban demostrando ser obviamente inadecuados e impotentes frente a la omnipotencia del capital financiero. Se hizo necesario reconstruir toda la actividad de la Segunda Internacional, todo su método de trabajo, y expulsar todo el filisteísmo, toda mentalidad estrecha, la maniobra politiquera, la renegación, el social-chauvinismo y el social-pacifismo. Se hizo necesario examinar todo el arsenal de la Segunda Internacional para arrojar al tacho de basura todo lo que estaba corroído y anticuado para poder forjar NUEVAS ARMAS..." "El honor de realizar esta reconstrucción general y limpieza total de los establos de Augias de la Segunda Internacional recayó en el LENINISMO" (J.V. Stalin, Fundamentos del Leninismo).
Esta radiografía que hace Stalin de la Segunda Internacional y de su marxismo anquilosado, es una radiografía que refleja con mucha fidelidad precisamente el periodo internacional y también nacional que necesitara que el LENINISMO mismo fuese reconstruido, desarrollado y superado a nivel internacional por el Presidente Mao, y a nivel del Perú, donde la radiografía de la podredumbre izquierdosa sigue vigente en todo su esplendor hasta nuestros días, le corresponde el honor a Abimael Guzmán. Y es por eso que hoy el maoísmo, como etapa superior y distinta del Marxismo-Leninismo, como TEORÍA REVOLUCIONARIA INTEGRADA, limpia de sus postulados contradictorios y sus fragmentos de teoría divorciados de la lucha concreta de las masas revolucionarias, insurge como ASPECTO PRINCIPAL del todo teórico, de los principios fundamentales de Marx y Engels, Stalin y el Presidente Mao, aplicados a la realidad de hoy, y como signo y victoria del proletariado internacional sobre otra gran desgracia revisionista, el revisionismo modernos de Jruschov, Brezhnev, Gorvachev, Teng Xiao-ping y el resto de renegados del Marxismo, que generaron otro ESTABLO DE AUGIAS en el mundo del proletariado, y en el Perú, "con las cabezas calenturientas por los éxitos electoreros" generaron a quienes se dedicaron, no solo a "aplaudir hasta mas no poder las formas legales de lucha", sino a vertir veneno contra todos los revolucionarios Maoístas, acusándolos de terroristas, al servicio tanto de la gran burguesía nativa como del imperialismo y el social-imperialismo soviético y Chino.
Esto que lo entiende cualquier teórico que medianamente se base en el "método critico revolucionario de Marx y su materialismo dialéctico" se le escapa totalmente al pobre de Herrera, cuya intención es claramente retornar al "Marxismo-Leninismo" de las resoluciones vacías, de las componendas parlamentarias y de la politiquería pedestre del social-pacifismo, esta vez disfrazado de "mariateguismo". El clericalismo de Herrera quisiera entonces que no hubiese en el Marxismo aspecto principal, para poder alegar la validez de lo ya obsoleto en iguales condiciones con lo que habiendo sido examinado a la luz de los principios fundamentales de la ciencia Marxista, es HOY, en estas condiciones históricas concretas, el ASPECTO PRINCIPAL de la teoría revolucionaria del proletariado: El MAOÍSMO, como desarrollo superior y distinto del viejo Marxismo-Leninismo y del mas viejo todavía Marxismo a secas. Su SÍNTESIS, actualizada y vigente, hoy por hoy, como TEORÍA REVOLUCIONARIA INTEGRADA, tanto en el Perú, como en el mundo!
¡¡Proletarios y naciones oprimidas del mundo, uníos!!
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