Saludamos desde los andes sudamericanos el nacimiento del poder popular rojo en las montañas Himalayas. Tras 10 años de combates la Guerra Popular avanza victoriosa.

El nacimiento de la Guerra Popular en Nepal nos mostró una vez más que la roja bandera de la revolución no puede ser arriada. Diferentes revoluciones en marcha lo indican, Perú, Filipinas, India, Turquía, además de todo un movimiento antiimperialista y de liberación que luchan por romper las cadenas de opresión y explotación.

El mundo ha comenzado a agitarse, se ha iniciado un gran caos, los seres humanos no soportan más el yugo imperialista y se rebelan de diferentes maneras, pero a pesar de todo este despliegue de esfuerzos y lucha no tiene concreción, no tiene dirección, no tiene una línea de clase.

Pero una ola se avecina, es una ola revolucionaria y trae a los camaradas nepaleses de en la vanguardia, al Partido Comunista de Nepal (Maoísta), al Ejército Popular de Liberación, a las masas populares que no mendigan su sangre al momento de ofrecerla a la revolución, ahora en Ofensiva Estratégica aplicando la Guerra Popular; guiados por el marxismo-leninismo-maoísmo, se aprestan a tomar el poder en todo Nepal, destruyendo el viejo estado y construyendo uno nuevo; desarrollando la revolución y contribuyendo a la Revolución Mundial, constituyéndose en esperanza para los oprimidos del mundo, para las clases explotadas.

En 10 años de Guerra Popular, los revolucionarios maoístas en Nepal han construido un Ejército revolucionario compuesto por campesinos y obreros, han creado poder popular y ahora controlan el 80% del territorio nacional, están listos para tomar el poder en todo país, se encuentran en el último periodo de la guerra: la Ofensiva Estratégica.

La vida en las zonas liberadas ha cambiado, se construyen escuelas, hospitale, carreteras, cosas que el viejo estado terrateniente burocrático jamás pudo hacer a pesar de la llamada cooperación internacional, ningún gobierno ni ninguna ayuda externa pudo hacer lo que hoy la revolución maoísta está haciendo en Nepal.

Esta revolución es un ejemplo de que sin el imperialismo sí se puede vivir, sin necesidad de la "ayuda extranjera", pero esto sólo se puede lograr con revolución armada y no con payasadas de revolución, como la que nos quiere mostrar el gobierno de Evo Morales. Una revolución auténtica es aquella que barre desde sus cimientos las relaciones existentes en la sociedad, y no son las mentiras que los ideológos del MAS nos quieren hacer creer, que pretenden conciliar los intereses opuestos de los explotados y los explotadores.

Hoy la trascendencia de la gloriosa Guerra Popular en Nepal es que se ha constituido en esperanza para los oprimidos del planeta, en ejemplo para los comunistas del mundo, y en demanda para los revolucionarios de iniciar y desarrollar una Guerra Popular victoriosa, guiada por el marxismo-leninismo-maoísmo, aplicado a las condiciones concretas del país y generando su propio proceso de revoución; desenmascarando así a los filisteos, revisionistasm oportunistas, traficantes con las luchas del pueblo, intelectualillos que han aprendido a decir que los indígenas no somos excluyentes por ello negociamos con EE.UU.; y toda una sarta de mentiras para el pueblo boliviano.

En este décimo aniversario, el Frente Revolucionario del Pueblo de Bolivia, desde el corazón de Sudamérica, reafirma su compromiso de luchar junto con nuestros camaradas nepaleses para acabar con la explotación y la opresión y construir un futuro luminoso para los explotados del mundo.

Enviamos desde aquí nuestros más calurosos saludos comunistas y revolucionarios