LA ACTITUD DE LAS CLASES Y LOS PARTIDOS FRENTE A LA RELIGION
Articulo elaborado por Lenin en junio de 1909 y publicado en el Socialdemócrata, extraído del folleto
"V. I. LENIN, Sobre la religión", elaborado por el Instituto Marx-Engels-Lenin de Moscú y reproducido
en su integridad por la Editorial Problemas, Buenos Aires Argentina en 1945.


Los debates provocados en la Duma[1] sobre las cuestiones del presupuesto, del Santo Sínodo[2], de la restauración de los derechos de las personas que abandonan su vocación eclesiástica y, finalmente, de la congregación de los Antiguos Creyentes, nos han suministrado un material instructivo para caracterizar a los partidos políticos rusos de acuerdo con su actitud frente a la religión y a la Iglesia. Examinaremos brevemente este material y nos ocuparemos principalmente del debate sobre el presupuesto del Santo Sínodo (aun no hemos recibido las versiones taquigrafiadas de los debates sobre las otras cuestiones mencionadas).

La primera conclusión que debemos sacar de nuestro examen de los debates de la Duma es la de que no sólo existe en Rusia el clericalismo militante, sino que, con toda evidencia, se está haciendo más fuerte y mejor organizado. El 29 de abril, el obispo Mitrofán, declaró: "Los primeros pasos de nuestra actividad en la Duma estaban encaminadas a elevar a los honorabilísimos representantes del pueblo en esta Duma por encima de las fracciones de partido y formar un grupo único de sacerdotes que discutirían todas las cuestiones desde su propio punto de vista ético… ¿Por qué no lo hemos logrado?... La culpa de ello la tienen aquellos que ocupan los mismos bancos que vosotros (esta es, los Cadetes[3] e "izquierdistas"), más claro, los diputados sacerdotes que pertenecen a la oposición. Fueron ellos los primeros en levantar sus voces y decir que lo que nosotros proponíamos no era sino la creación de un partido clerical y que era lo menos deseable. Naturalmente, no es necesario hablar del clericalismo del clero ortodoxo ruso - semejante tendencia nunca existió entre nosotros -; nuestro deseo de formar un grupo separado no abrigaba sino intenciones puramente morales, éticas; empero, señores, ahora que, debido a la discusión que los diputados de izquierda han sembrado en nuestro medio fraternal, se han producido divisiones y escisiones, vosotros (esto es los Cadetes) nos lo reprocháis"

En su ignorante discurso, el obispo Mitrofán dejó escapar el secreto; ¡los izquierdistas son los culpables de haber disuadido a un sector de los sacerdotes de la Duma de que organizaran un grupo "moral" (palabra mucho más conveniente para engañar al pueblo que "clerical") separado!

Casi un mes más tarde, el 26 de mayo, el obispo Eulogius leyó en la Duma la "resolución presentada por el clero de la Duma", que declaraba que "la inmensa mayoría del clero ortodoxo de la Duma es de opinión... que, a fin de preservar la primacía y el predominio de la Iglesia ortodoxa" no se debe conceder a los Antiguos Creyentes el derecho de predicar o establecerse en congregaciones a voluntad, ni se debe permitir al clérigo de los Viejos Creyentes el que lleve el titulo de ministro religioso..." El "punto de vista puramente moral" de los sacerdotes rusos se rebeló de esta manera como el clericalismo más genuino...

¿Cuál era el "punto de vista puramente moral, ético de la inmensa mayoría de la Duma? -debería agregarse de la tercera Duma de (junio). He aquí algunos extractos de sus discursos: "Yo solamente quiero decir que la iniciativa de estas reformas (eclesiásticas) debe emanar de la Iglesia y no de fuera de ella; no del Estado ni evidentemente de la Comisión presupuestaria. La Iglesia es una institución divina y eterna. Sus leyes son inmutables, mientras que los ideales de la vida política, como sabemos, están sujetos a un cambio perpetuo". (Obispo Eulogius, 29 de abril). El orador recordó "el alarmante paralelo histórico": la secularización de la propiedad de la Iglesia bajo Catalina II". "¿Quién puede garantizar que la Comisión presupuestaria, que este año manifiesta el deseo de subordinarlos (los fondos de la iglesia) al control gubernamental, no querrá el año próximo, incluirlos en la hacienda del Estado y usurpar completamente a la Iglesia en al gestión de estos fondos para ponerlos luego en manos de la autoridad civil o del Estado?...." "Las reglas de la Iglesia dicen que puesto que se confió el alma de los cristianos al cuidado del obispo, con tanta mayor razón debe serle confiada la propiedad de la Iglesia... Hoy, vuestra madre espiritual, la santa Iglesia Ortodoxa, yergue ante vosotros (los diputados de la Duma) no solamente como representantes del pueblo que sois, sino también como hijos espirituales de ella".

Esto es clericalismo puro. La Iglesia es superior al Estado, del mismo modo que lo eterno y divino es superior a lo transitorio y humano. La Iglesia nunca perdonará al Estado haber secularizado los bienes de la Iglesia. La Iglesia exige para si una posición de primacía y predominio. Para ella, los diputados de la Duma no son sólo -o, más exactamente, no tanto- representantes del pueblo, como "hijos espirituales".

Estos no son meramente funcionarios de sotana como dijo el socialdemócrata Surkow, sino feudales de sotana.

La defensa de los privilegios feudales de la Iglesia, la defensa abierta del medievalismo: he aquí la esencia de la política de la mayoría del clero de la tercera Duma. El obispo Eulogius está lejos de ser una excepción. Gueneski gruñe asimismo contra la "secularización" a la que considera como un "insulto" intolerable (27 de abril) El cura Máchkevitch truena contra el informe de los octubristas[4] del que dice que tiende a arruinar los fundamentos históricos y canónicos sobre los que reposa y debe reposar la vida de nuestra Iglesia... tendiente a dirigir la vida y la actividad de la Iglesia ortodoxa rusa de la senda canónica hacia una senda... en la cual... los verdaderos príncipes de la Iglesia -los obispos- deben despojarse de casi todos sus derechos heredados de los apóstoles y concedérselos a los príncipes temporales... Esto no es otra cosa sino una usurpación de la propiedad ajena... una usurpación del derecho de la Iglesia y de la propiedad... el ponente nos conduce a la destrucción del orden canónico de la vida eclesiástica y desea subordinar la Iglesia Ortodoxa, con todas sus funciones económicas, a la Duma del Estado, a un cuerpo que se compone de los más diversos elementos que profesan las fes toleradas y no toleradas en nuestro Estado." (27 de abril).

Los narodnikis y liberales rusos se consolidaron durante mucho tiempo, o, más exactamente, se engañaron con la "teoría" de que en Rusia no existen las bases para el clericalismo militante, para una lucha entre los "príncipes de la Iglesia" y el poder temporal, etc. Nuestra revolución disipó esta ilusión conjuntamente con las otras ilusiones de los narodnikis y liberales.

El clericalismo existió en una forma encubierta en tanto la autocracia permaneció intacta e inviolable. La policía y la burocracia todopoderosas ocultaron a los ojos de la "sociedad" y del pueblo la lucha de clases en general y la lucha entre los "señores feudales de sotana" y la "vil canalla" en particular. La primera brecha que abrieron el proletariado revolucionario y los campesinos en la autocracia feudal, descubrió el secreto. Tan pronto como las masas del proletariado y los elementos avanzados de la democracia burguesa empezaron a hacer usote su libertad política -el uso del derecho de organización conquistado de resultas de la revolución de 1905- las clases reaccionarias también empezaron a organizarse independientemente y abiertamente. Estas clases no se habían organizado de esta manera ni se habían manifestado abiertamente bajo el absolutismo completo; pero ello no se debe a su poca fortaleza - sino porque eran fuertes, no porque fuesen incapaces de organizarse o de librar una lucha política, sino simplemente porque a la sazón no vieron ninguna necesidad imperiosa de organizarse como clase independiente. No creyeron que fuese posible en Rusia un movimiento de masas contra la autocracia y los partidarios del feudalismo. Confiaban por entero en el látigo y en su eficiencia para reprimir a la plebe. Las primeras heridas infligidas a la autocracia obligaron a los elementos sociales que la apoyaban, y que necesitaban de ella, a presentarse a la luz del día. El viejo knut ya no era eficaz contra las masas que fueron capaces de producir los acontecimientos del 9 de enero[5] y que organizaron el movimiento huelguístico de 1905 y la revolución de octubre-diciembre. Tenían que recurrir a la acción política independiente. El Consejo de la Nobleza Unida tuvo que organizar los Cien Negros y recurrir a la demagogia más desenfrenada. Los "príncipes de la Iglesia" -los obispos- tuvieron que organizar al clero reaccionario como fuerza independiente.

El rasgo característico de la tercera Duma y del período de la tercera Duma de la contrarrevolución es precisamente el hecho de que esta organización de fuerzas reaccionarias, que apareció en la superficie y empezó a desarrollarse en una escala nacional, necesitaba perentoriamente un "parlamento" burgués ciennegrista especial. El clericalismo militante se rebeló y la socialdemocracia rusa será en lo sucesivo más de una vez testigo y participante de los conflictos entre burgueses clericales y burgueses anticlericales. Nuestra tarea general consiste en ayudar al proletariado a organizarse como clase separada, capaz de separarse de la democracia burguesa; pero una parte de esta tarea está en utilizar todos los medios de propaganda y agitación, incluyendo la tribuna de la Duma, para explicar a las masas la diferencia entre el anticlericalismo socialista y el anticlericalismo burgués.

Los octubristas y los cadetes que atacaron en la tercera Duma a las extremas derechas, a los clericales y al Gobierno, facilitaron enormemente nuestra tarea al revelar la actitud de la burguesía frente a la Iglesia y la religión. La prensa legal de los cadetes y de los titulados progresistas hace un gran hincapié en la cuestión de los Antiguos Creyentes, y una gran alarma con el hecho de que los cadetes se pronunciaron contra el gobierno y que incluso, aunque levemente han "emprendido el camino de las reformas" prometidas el 30 de octubre . Nosotros, sin embargo estamos mucho más interesados en el principio que sustenta la cuestión, es decir, la actitud de la burguesía en general -incluyendo a los cadetes, que se jactan de demócratas- frente a la religión y la Iglesia. No debemos permitir que la cuestión relativamente menos importante -esto es, el conflicto entre los Antiguos Creyentes y la Iglesia dominante, y la conducta de los octubristas, que están ligados hasta cierto punto a los Antiguos Creyentes y hasta dependen financieramente de ellos (se dice, por ejemplo, que la Golos Moskvi[7] está financiada por los Antiguos Creyentes) - oculte la cuestión fundamental de los intereses y la política de la burguesía como clase.

Leed el discurso del conde Uvarov, de tendencias octubristas, pero alejado de la facción de los octubristas. Este habló después del socialdemócrata Surcov, pero esquivó los principios fundamentales de la cuestión planteada por el diputado obrero. Uvarov se concretó a atacar al Sínodo y al Procurador del Santo Sínodo por su negativa a informar a la Duma respecto de ciertas rentas de la Iglesia y del empleo de fondos de la congregación. El representante oficial de los octubristas, Kammenoki, siguió la misma línea; éste solicitó (29 de abril) la restauración de la congregación, "con objeto de fortificar la Iglesia griega". Kapustin, llamado el "octubrista de izquierda", desarrolló el mismo orden de ideas. "Si volvemos la vista hacia la vida del pueblo -exclama-, hacia la vida de la población agrícola, veremos un estado de cosas bien triste: la vida religiosa se desmorona, el mayor, el único fundamento del orden moral de la población se desploma... ¿Con qué vamos a sustituir los dictados de la conciencia, la noción del pecado? Seguramente no los podemos sustituir por la concepción de la lucha de clases o los derechos una u otra clase. Estos son conceptos bien lamentables que han penetrado hoy en día en nuestra vida social. De ahí que, con objeto de que la religión pueda continuar siendo la base de la moralidad y pueda ser accesible a toda la población, es necesario que los guías de esta religión gocen de la autoridad adecuada..."

El representante de la burguesía contrarrevolucionaria quiere fortalecer la religión, quiere fortalecer la influencia de la religión entre las masas. El comprende lo inadecuado y lo desusado de los funcionarios de sotana e incluso el daño que ocasionan a las clases dominantes al debilitar la autoridad de la Iglesia. Los octubristas luchan contra las exageraciones del clericalismo y la vigilancia policíaca con objeto de acrecentar la influencia de la religión entre las masas, con objeto de sustituir por métodos más sutiles y mejor elaborados de narcotizar al pueblo, los métodos demasiado torpes, anticuados y trillados. La religión policíaca ya no es adecuada para narcotizar a las masas. Dadnos una religión más brillante, más cultivada más moderna; una religión haya de cumplir su cometido a través del gobierno autónomo de las congregaciones parroquiales: he aquí lo que piden a la autocracia capitalista.

Y el cadete Karulov comparte plenamente este mismo punto de vista. Este renegado "liberal" (que evolucionó de la Narodnaia Volia[8] a los cadetes de derecha) denuncia la "desnacionalización" de la Iglesia, dando a entender con ello que a las masas, a los seglares se les impide tomar parte en la vida eclesiástica. Encuentra "terrible" (según su expresión textual), que las masas "pierdan su fe". Deplora a la manera de los mencheviques, el hecho de que el "inmenso valor inherente a la Iglesia... está siendo destruido... que está ocasionando un daño enorme, no sólo a la Iglesia, sino también al Estado". Estima que las afirmaciones repugnantemente hipócritas del fanático Eulogius -según el cual "la tarea de la Iglesia es eterna, inmutable... y esto significa que es imposible conciliar la Iglesia con la política"- son "palabras doradas". Protestó contra la unión de la Iglesia y los Cien Negros a fin de que la Iglesia pueda, "con mayor poder y gloria que en el presente, cumplir su grande y santa tarea en el espíritu de Cristo: del amor y de la libertad".

El camarada Belusob ridiculizó muy bien desde la tribuna de la Duma estas "líricas" palabras de Karaulov. Pero la burla no era suficiente. Debiese haber explicado -y esto debe hacerse desde la tribuna de la Duma en la primera oportunidad- que el punto d vista de los cadetes es completamente idéntico al de los octubristas y no expresa nada más que la tendencia del capital "culto" a organizar la narcotización del pueblo con estupefacientes religiosos en un estilo mucho más sutil de impostura eclesiástica que el empleado hasta la fecha por el ordinario y conservador "batuschka" ruso.

Con objetivo de mantener al pueblo en una esclavitud espiritual, es preciso conservar la más estrecha ligazón entre la Iglesia y los Cien Negros -dicen los salvajes terratenientes y los viejos polizontes por boca de Purichkevitch[9]. Estáis equivocados, señores, replica la burguesía contrarrevolucionaria por boca de Karaulov: con esos medios lograréis que el pueblo abandone del todo la religión. Actuemos con más habilidad, con más astucia y sutileza. Quitemos del camino a los torpes y estúpidos Cien Negros; proclamemos la guerra a la "desnacionalización de la Iglesia"; inscribamos en nuestra bandera las "palabras de oro" del obispo Eulogius de que la Iglesia se halla "por encima de la política". Únicamente de esta manera seremos capaces de embaucar por lo menos una parte de los obreros atrasados y especialmente, a la pequeña burguesía y a los campesinos. Solamente de este modo seremos capaces de ayudar a la Iglesia regenerada, a llenar su "grande y santa misión" de mantener a las masas del pueblo en esclavitud espiritual.

Nuestra prensa liberal, incluso el periódico Retch[10], han tenido últimamente para con Struve y Cía. Frases de desaprobación por haber publicado el compendio Vej. Pero Karaulov, orador oficial del Partido Democrático Constitucional en la Duma, expuso excelentemente la despreciable hipocresía de este reproche y denuncia de Struve y Cía. Struve dice lo que piensan Karaulov y Miliukov. Los liberales reprochan únicamente a Struve su indiscreción al publicar la verdad, solamente por haber mostrado demasiado ostensiblemente su juego. Los liberales que censuran el Vej y continúan sosteniendo al Partido Democrático Constitucional, engañan al pueblo de la manera más desvergonzada, al condenar las incautas y francas palabras en tanto que continúan haciendo exactamente lo que estas palabras implican.

Poco habría que decir con respecto a la conducta de los trudoviki en la Duma durante los debates sobre esta cuestión. Como siempre, se puso de manifiesto una marcada diferencia entre la actitud de los trudoviks campesinos y los trudoviks intelectuales, con desventaja para estos últimos, que siempre están dispuestos a seguir la orientación de los demócratas constitucionales. Es verdad que el campesino Roshkov, en su discurso, expuso su falta absoluta de conciencia política de clase: se limitó simplemente a repetir las necesidades de los cadetes de que la Liga del Pueblo Ruso contribuye, no a fortalecer la fe sino a destruirla; pero no pudo sugerir ningún programa. Por otra parte, cuando empezó a contar desenfadadamente la verdad desnuda y sin tapujos acerca de las exacciones del clero, las extorsiones de los curas, que exigen, a más de su paga por los oficios matrimoniales, una botella de vodka, sándwiches, una libra de té, y a veces lo que no me atrevo a mencionar desde estar tribuna (29 de abril, pág. 2.259 de la versión taquigrafiada) -esto provocó un revuelo inusitado en la Duma de los Cien Negros, que se irguió apasionadamente hasta el paroxismo. Un grito salvaje partió de los bancos de la derecha: "¡Es una vergüenza, una ignominia!" Los Cien Negros aullaban, comprendiendo que la narración del simple campesino acerca de las exacciones de los curas y las "tasas" recargadas por las ceremonias, habrían de revolucionar a las masas mucho más que cualquier otra declaración teórica o táctica, antirreligiosa o antieclesiástica. Y la pandilla de los feudales, que defienden la autocracia de la tercera Duma, espantaron a su presidente -lacayo Meyendorf, ordenando a Roshkov que dejara la tribuna. (Los socialdemócratas, apoyados por algunos trudoviks, demócratas constitucionales y otros, protestaron.)

Aun cuando fuese muy elemental, el discurso campesino trudovik Roshkov reveló perfectamente el inmenso abismo que separa la defensa hipócrita calculada y reaccionaria de la religión hecha por los cadetes y la religiosidad ignorante y tradicional del campesino, cuyas condiciones de vida engendraron en él -involuntariamente y a pesar suyo- una cólera sinceramente revolucionaria contra las exacciones de los popes y una disposición para luchar decididamente contra el medievalismo. Los cadetes son los representantes de la burguesía contrarrevolucionaria, que quiere restaurar y robustecer la religión contra el pueblo. Los Roshkovs son los representantes de la democracia burguesa revolucionaria, no desarrollada, inculta, sojuzgada, dependiente de otros, pero encerrando en si inagotables reservas de potencialidad revolucionaria para la lucha contra los terratenientes, los curas y la autocracia.

El trudovik intelectual Rozanov se acercó más a los cadetes y mucho menos inconscientemente que Roshkov. Rozanov habló acerca de la separación de la Iglesia del Estado como reivindicación de los "izquierdistas", pero no pudo dejar de expresar frases pequeño-burguesas y reaccionarias sobre la modificación de la ley electoral de forma que se imposibilite al clero participar en la lucha electoral. El temperamento revolucionario que brota espontáneamente cuando el típico campesino medio empieza a contar la verdad acerca de sus condiciones de vida, esta totalmente ausente en los discursos del trudovik intelectual; en vez de ello, oímos frases confusas y a veces despreciables. La verdad evidente de que únicamente una vez que las masas campesinas rusas sigan la dirección del proletariado, serán capaces de derribar a los terratenientes feudales, a los señores feudales de sotana y a los monárquicos feudales que oprimen y aplastan, se confirma por milésima vez.

El representante del partido de los obreros y de la clase obrera, el socialdemócrata Surkov, fué el único que en la Duma elevó la discusión hasta el nivel de una discusión de principios y afirmó sin equívocos cuál es la actitud del proletariado y cuál debe ser la actitud de todos los demócratas consecuentes y enérgicos con respecto a la Iglesia y a la religión. "La religión es el opio del pueblo"... "Ni un solo céntimo del dinero del pueblo... para los enemigos mortales del pueblo que le idiotizan"; este grito de guerra, directo, valiente y franco del socialista sonó como un desafió en la Duma de los Cien Negros y fué recogido por millones de proletarios que lo propagarán entre las masas y que, cuando llegue el momento, lo transformarán en acción revolucionaria.

Socialdemócrata, N° 6, 17 de junio (4) de 1909



NOTAS

(1) Duma, el parlamento ruso. Después de las revolución de 1905, el zar se vio obligado a establecer un Parlamento o Duma. La primera Duma, que tenia poderes limitados, fue disuelta. Convocase otra Duma 1907 que tuvo el mismo fin. La tercera Duma fue convocada en 1907 con facultades aún más limitadas, que aseguró una aplastante mayoría a los terratenientes y capitalistas. La Duma continuó existiendo hasta que expiró su término legal. La cuarta Duma que la sucedió fue disuelta por la revolución de 1917.
(2) El Santo Sínodo, colocado a la cabeza de la Iglesia rusa, se componía de miembros designados por el zar, el cual estaba también representado por el "procurador general" .Este dignatario laico, estaba investido de los derechos y los poderes de un ministro.
(3) Cadetes, palabra procedente de K. D. iniciales del partido burgués constitucional demócrata.
(4) Octubristas o Unión del 17 de Octubre, partido de la gran burguesía reaccionaria y de los medios conservadores de los zemstvos.
(5) El 9 de enero de 1905 o "domingo rojo" de Petersburgo, el zar hizo disparar contra una manifestación pacifica de obreros encabezada por el cura Gapón. Hubo varios millares de muertos y heridos.
(6) El 30 de octubre de 1905 el zar publicó un manifiesto prometiendo la convocatoria de la Duma del Imperio y libertades ciudadanas. Este manifiesto fué el resultado de un vasto movimiento revolucionario.
(7) Goloss Moskvy ("La voz de Moscú"), órgano de los octubristas que defendía la política del gobierno zarista. Apareció de 1906 a 1915.
(8) Narodnaia Volia, "La Libertad del Pueblo", partido de los revolucionarios populistas rusos, fundado en 1879. Aplicaba el terror en su lucha contra el absolutismo. El zar Alejandro II fue muerto en 1881 por decisión del Comité Ejecutivo de la Narodnaia Volia.
(9) Purichkevitch, diputado reaccionario a la Duma, uno de los fundadores de la organización de los "Cien Negros".
(10) Rect., "La Palabra", órgano central del Partido cadete hasta la Revolución de Octubre.


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