SOBRE EL PROBLEMA DE STALIN
COMENTARIO SOBRE LA CARTA ABIERTA DEL CC DEL PCUS (II)
El problema de Stalin es un problema de importancia mundial que ha tenido
repercusión en todas las clases sociales de los diversos países del mundo
y sobre el cual todavía hoy continúa la controversia. Las diversas clases,
y los partidos o grupos políticos que las representan, sostienen
diferentes puntos de vista al respecto. A lo que parece, no se podrá
alcanzar en este siglo una conclusión definitiva sobre este problema. Sin
embargo, en el seno de la clase obrera internacional y de los pueblos
revolucionarios, la mayoría sostiene en realidad un criterio común;
desaprueba la total negación de Stalin y venera su memoria más y más. Lo
mismo ocurre incluso en la Unión Soviética. Nuestra controversia con los
dirigentes del PCUS es una controversia con un sector determinado.
Esperamos persuadirlos, a fin de hacer avanzar la causa revolucionaria. He
aquí el objetivo que perseguimos al escribir el presente artículo.
El Partido Comunista de China ha sostenido siempre que, al negar
totalmente a Stalin mediante la llamada "lucha contra el culto a la
personalidad", el camarada Jruschov se equivocaba completamente y
perseguía objetivos ocultos.
El Comité Central del PCCh señala en su carta del 14 de junio que la
llamada "lucha contra el culto a la personalidad" contraviene a la teoría
íntegra de Lenin sobre la relación entre jefes, partido, clase y masas, y
socava el principio del centralismo democrático del Partido.
La carta abierta del Comité Central del PCUS elude la respuesta a los
argumentos de principio que presentamos, y se limita a pegar a los
comunistas chinos la etiqueta de "defensores del culto a la personalidad y
difusores de las ideas erróneas de Stalin”.
Al luchar contra los mencheviques, Lenin decía: "el no dar respuesta a los
argumentos de principio del adversario, atribuyéndole simplemente el estar
'apasionado', no es debatir, sino injuriar'' (1). La actitud del Comité
Central del PCUS, manifiesta en la carta abierta, es exactamente la misma
que la de los mencheviques.
Aunque la carta abierta del Comité Central del PCUS sustituye el debate
por las injurias, preferimos contestarla recorriendo sólo a argumentos de
principio y a la abundancia de hechos.
La gran Unión Soviética fue el primer Estado de dictadura del proletariado
del mundo. Al comienzo, el dirigente principal del Partido y del Gobierno
de ese Estado fue Lenin, y después de su muerte, Stalin.
Después de la muerte de Lenin, Stalin pasó a ser no sólo el dirigente del
Partido y del Gobierno de la Unión Soviética, sino también el jefe
reconocido del movimiento comunista internacional.
Hace sólo 46 años que la Revolución de Octubre inició la historia del
primer Estado socialista. Y durante cerca de treinta años, Stalin fue el
dirigente principal de ese Estado. Toda la actuación de Stalin ocupa un
lugar importantísimo tanto en la historia de la dictadura del proletariado
como en la del movimiento comunista internacional.
El Partido Comunista de China siempre ha sostenido que el problema de cómo
apreciar y enfocar a Stalin no es simplemente la evaluación del propio
Stalin, sino, lo que es más importante, cómo sintetizar la experiencia
histórica de la dictadura del proletariado y del movimiento comunista
internacional a partir de la muerte de Lenin.
El camarada Jruschov negó por completo a. Stalin en el XX Congreso del
PCUS. En este problema de principio, que afecta a todo el movimiento
comunista internacional, no consultó de antemano con los partidos hermanos
e intentó imponerles luego un hecho consumado. Quienquiera que haga una
apreciación de Stalin diferente de la que hace la dirección del PCUS, es
acusado no sólo de "defender el culto a la personalidad", sino también de
"Intervenir" en los asuntos internos del PCUS. Pero nadie puede negar ni
la significación internacional de la experiencia histórica del primer
Estado de dictadura del proletariado, ni el hecho histórico de que Stalin
fue dirigente del movimiento comunista internacional; por consiguiente,
tampoco puede negar que la apreciación de Stalin es un importante problema
de principio que afecta al movimiento comunista internacional en su
conjunto. ¿Qué razones tienen los dirigentes del PCUS para prohibir que
otros partidos hermanos hagan un análisis y evaluación realistas de
Stalin?
El Partido Comunista de China siempre ha considerado que es necesario
analizar de manera cabal, objetiva y científica los méritos y errores de
Stalin, empleando el método del materialismo histórico y presentando la
historia tal como es, y que no se debe emplear el método del idealismo
histórico, tergiversar y falsificar arbitrariamente la historia, ni negar
a Stalin en forma subjetiva, ruda y total.
El Partido Comunista de China siempre ha considerado que Stalin cometió en
efecto algunos errores. Estos tienen sus raíces gnoseológicas y
socio-históricas. Es necesario criticar, desde una posición justa y con un
método correcto, los errores efectivamente cometidos por Stalin y no los
que se le imputan sin ningún fundamento. Pero siempre hemos estado en
contra de una critica inadecuada de Stalin, hecha desde una posición falsa
y con métodos erróneos.
Aún en vida de Lenin, Stalin luchó contra el zarismo y por la difusión del
marxismo; después de haberse incorporado a la dirección del Comité Central
del partido bolchevique encabezado por Lenin, luchó para preparar la
Revolución de 1917, y tras la Revolución de Octubre, luchó en defensa de
las conquistas de la revolución proletaria.
Fallecido Lenin, fue bajo la dirección de Stalin que el PCUS y el pueblo
soviético lucharon resueltamente contra todos los enemigos internos y
externos, defendieron y consolidaron el primer Estado socialista del
mundo.
Dirigidos por Stalin, el PCUS y el pueblo soviético persistieron en la
línea de la industrialización socialista y de la colectivización de la
agricultura del país y lograron grandes éxitos en la transformación y
edificación socialistas.
Dirigidos por Stalin, el PCUS, el pueblo y el Ejército soviéticos libraron
arduas batallas y obtuvieron la gran victoria de la guerra antifascista.
En la lucha contra el oportunismo de todo tipo, contra los enemigos del
leninismo, los trotskistas, zinovievistas, bujarinistas y demás agentes de
la burguesía, Stalin defendió y desarrolló el marxismo-leninismo.
Con sus obras teóricas, literatura inmortal del marxismo-leninismo, Stalin
hizo un aporte imborrable al movimiento comunista internacional.
Dirigidos por Stalin, el PCUS y el Gobierno soviético aplicaron una
política exterior que, en su conjunto, correspondía al internacionalismo
proletario, y prestaron gran ayuda a las luchas revolucionarias de los
pueblos de diversos países, incluida la del pueblo chino.
Stalin se colocó al frente de la corriente histórica, dirigiendo la lucha
revolucionaria; fue enemigo irreconciliable del imperialismo y de todos
los reaccionarios.
La actuación de Stalin está indisolublemente ligada a las luchas del gran
PCUS y del gran pueblo soviético, y es inseparable de las luchas
revolucionarias de los pueblos del mundo entero.
La vida de Stalin fue la vida de un gran marxista-leninista, de un gran
revolucionario proletario.
Es verdad que mientras conseguía grandes éxitos para el pueblo soviético y
el movimiento comunista internacional, Stalin, el gran marxista-leninista
y revolucionario proletario, cometió ciertos errores. Algunos fueron
errores de principio y otros cometidos en el trabajo práctico; algunos
pudieron haberse evitado, otros eran difíciles de evitar, en ausencia de
un precedente que sirviera de ejemplo a la dictadura del proletariado.
En ciertos problemas, Stalin se apartó, en su manera de pensar, del
materialismo dialéctico, cayó en la metafísica y el subjetivismo y, como
consecuencia de ello, perdió a veces el contacto con la realidad objetiva
y con las masas. En la lucha tanto dentro como fuera del Partido, a veces
y en algunos problemas, Stalin confundió dos categorías de contradicciones
de distinto carácter, esto es, contradicciones entre los enemigos y
nosotros y contradicciones en el seno del pueblo, y confundió los métodos
diferentes para resolverlas. En la labor de liquidar a los
contrarrevolucionarios, efectuada bajo la dirección de Stalin, se castigó
con justicia a un gran número de contrarrevolucionarios que se lo
merecían; pero, al mismo tiempo, se sentenció equivocadamente a algunos
inocentes y se cometió en 1937 y 1938 el error de ampliar el radio de la
represión. En materia de organización del Partido y del Estado, Stalin no
aplicó plenamente, o violó hasta cierto punto, el principio proletario del
centralismo democrático. Al resolver los problemas en las relaciones con
los partidos y países hermanos, cometió ciertos errores. Además, dio
algunos malos consejos en el movimiento comunista internacional. Estos
errores causaron algunos daños a la Unión Soviética y al movimiento
comunista internacional.
Los méritos y errores en la vida de Stalin son una realidad objetiva
histórica. Comparados sus méritos y sus errores pesan más los primeros que
los últimos. Las acciones principales de su vida son acertadas, y sus
errores son de segundo orden. Todo comunista honrado que respete la
historia, al hacer el balance de las actividades teóricas y prácticas de
Stalin en conjunto, verá primero, sin duda, lo que constituye el aspecto
principal de su vida. Por lo tanto, al apreciar, criticar y vencer con
acierto los errores de Stalin, debemos salvaguardar el aspecto principal
de su vida, y salvaguardar el marxismo-leninismo, que él defendió y
desarrolló.
Sería beneficioso que los errores de Stalin, que sólo son de orden
secundario, se consideraran como lecciones históricas que sirvieran de
escarmiento a los comunistas de la Unión Soviética y de otros países, con
el objeto de que no repitan los mismos errores o cometan menos. Para todos
los comunistas, las experiencias históricas tanto positivas como negativas
son beneficiosas, siempre que sean acertadamente resumidas en conformidad
con la realidad histórica y no tergiversándola.
Lenin señaló más de una vez que los marxistas diferían totalmente de los
revisionistas de la II Internacional en la actitud que tomaban hacia
personas como Bebel y Rosa Luxemburgo, quienes, a pesar de sus errores,
fueron grandes revolucionarios proletarios. Los marxistas no encubrían los
errores de Bebel, Rosa Luxemburgo, etc., sino que, en los ejemplos de
estos revolucionarios, aprendían "la manera de evitarlos y de satisfacer
las exigencias más rigurosas del marxismo revolucionario'' (2). Por el
contrario, los revisionistas "se alegraron malévolamente" y "se
entusiasmaron" con los errores de Bebel y Rosa Luxemburgo. A este
respecto, Lenin citó una fábula rusa para ridiculizar a los revisionistas:
"Ocurre que las águilas descienden más bajo que las gallinas; pero éstas
nunca se elevan como aquellas." Bebel y Luxemburgo fueron "grandes
comunistas" y, a pesar de sus errores, siguieron siendo "águilas",
mientras los revisionistas eran una parvada de "gallinas" "en el traspatio
del movimiento obrero, en medio de un montón de estiércol"(3).
El papel que desempeñaron Bebel, Luxemburgo y otros en la historia está
lejos de ser comparable con el de Stalin. Stalin fue un gran dirigente de
la dictadura del proletariado y del movimiento comunista internacional
durante una época histórica; se debe ser más prudente al apreciarlo.
Los dirigentes del PCUS han acusado al Partido Comunista de China de
"defender" a Stalin. Sí, lo defendemos. Cuando Jruschov tergiversa la
historia y niega por completo a Stalin, es natural que tengamos el
ineludible deber, en bien de los intereses del movimiento comunista
internacional, de salir en defensa de Stalin.
Al defender a Stalin, el PCCh defiende su aspecto correcto, defiende la
gloriosa historia de lucha del primer Estado de dictadura del proletariado
del mundo nacido de la Revolución de Octubre, defiende la gloriosa
historia de lucha del Partido comunista de la Unión Soviética, y defiende
el prestigio del movimiento comunista internacional entre todos los
trabajadores del mundo. En una palabra defiende la teoría y la practica
del marxismo-leninismo. No sólo proceden así los comunistas chinos, sino
también han procedido o proceden de la misma manera todos los comunistas
fieles al marxismo-leninismo todos los revolucionarios firmes y todos los
hombres honrados.
Al defender a Stalin, no defendemos sus errores. Hace mucho los comunistas
chinos experimentaron en carne propia las consecuencias de algunos errores
de Stalin. De los errores de las líneas oportunistas de "izquierda" y de
derecha cometidos en una u otra ocasión en la historia del PCCh, en cuanto
a sus causas internacionales, algunos se produjeron bajo la influencia de
ciertos errores de Stalin. A fines de los años veinte, durante los años
treinta, y luego, a principios y mediados de los años cuarenta, los
marxista-leninistas chinos, representados por los camaradas Mao Tse-tung y
Liu Shao-chi, opusieron resistencia a la influencia de estos errores de
Stalin, eliminaron gradualmente las erróneas líneas oportunistas de
"izquierda" y de derecha, y finalmente condujeron la Revolución China a la
victoria.
Sin embargo, en vista de que las ideas erróneas planteadas por Stalin
fueron aceptadas y puestas en práctica por ciertos camaradas chinos y que
los mismos chinos debimos asumir la responsabilidad por ello, nuestro
Partido, en la lucha contra el oportunismo de "izquierda" y de derecha,
siempre se limitó a criticar a nuestros camaradas que habían cometido
errores y nunca echó la culpa a Stalin. E1 objetivo de nuestra crítica
consistía en distinguir lo justo de lo erróneo, sacar las lecciones
correspondientes y hacer avanzar la causa de la revolución. No exigimos
sino que los camaradas que habían cometido errores los corrigiesen. En
caso de que no lo hiciesen, se podía esperar que los comprendiesen
gradualmente a través de sus experiencias prácticas, a condición de que no
organizasen grupos secretos ni realizasen actividades clandestinas de
sabotaje. E1 método que adoptamos fue el método normal, o sea, la crítica
y autocrítica en el seno del Partido: partir del deseo de la unidad y,
mediante la crítica y la lucha, alcanzar una nueva unidad sobre una base
nueva. De este modo, logramos buenos resultados. En nuestra opinión, como
se trata de contradicciones en el seno del pueblo y no contradicciones
entre los enemigos y nosotros, se debe adoptar este método para
resolverlas.
¿Qué actitud han adoptado el camarada Jruschov y algunos otros dirigentes
del PCUS hacia Stalin desde el XX Congreso del PCUS?
En lugar de hacer un análisis histórico, científico y cabal de la vida y
actuación de Stalin, lo han negado por completo sin ninguna distinción
entre lo justo y lo erróneo.
En lugar de tratar a Stalin como camarada, lo han tratado como enemigo.
En lugar de hacer un balance de las experiencias mediante la crítica y la
autocrítica, han achacado a Stalin todos los errores cometidos o le han
imputado "errores" inventados a su antojo.
En lugar de presentar hechos y razonamientos, han lanzado ataques
personales y demagógicos contra Stalin, ataques encaminados a envenenar la
conciencia de la gente.
Jruschov ha injuriado a Stalin, calificándolo de "asesino", "criminal",
"bandido"(4) , "garitero", "déspota del tipo de Iván el Terrible", el "más
grande dictador de la historia de Rusia", "tonto"(5) , "Idiota"(6) , etc.
Al vernos obligados a enumerar estos términos sucios, vulgares y
malévolos, tememos de veras que manchen nuestra pluma y papel.
Jruschov ha llamado injuriosamente a Stalin el "más grande dictador de la
historia de Rusia". ¿No equivale esto a decir que, durante 30 largos años,
el pueblo soviético no vivió bajo el sistema socialista, sino bajo la
"tiranía" del "más grande dictador dé la historia de Rusia"? E1 gran
pueblo soviético y los pueblos revolucionarios del mundo entero, ¡de
ningún modo pueden estar de acuerdo con semejante calumnia!
Jruschov ha llamado injuriosamente a Stalin "déspota del tipo de Iván el
Terrible". ¿No equivale esto a decir que la experiencia que el gran
Partido Comunista de la Unión Soviética y el pueblo soviético ofrecieron
durante 30 años a todos los pueblos del mundo, no es la experiencia de la
dictadura del proletariado, sino la experiencia acumulada bajo el dominio
de un "déspota" feudal? E1 gran pueblo soviético, los comunistas
soviéticos y los marxista-leninistas del mundo, ¡de ningún modo pueden
estar de acuerdo con semejante calumnia!
Jruschov ha llamado injuriosamente a Stalin "bandido". ¿No equivale esto a
decir que el primer Estado socialista del mundo fue, durante un largo
período, un Estado encabezado por un "bandido"? ¡De ningún modo pueden
estar de acuerdo con semejante calumnia el gran pueblo soviético y los
pueblos revolucionarios del mundo!
Jruschov ha llamado injuriosamente a Stalin "tonto". ¿No equivale esto a
decir que el Partido Comunista de la Unión Soviética, que sostuvo durante
decenios una heroica lucha revolucionaria, tuvo a un "tonto" como jefe?
¡De ningún modo pueden estar de acuerdo con semejante calumnia los
comunistas soviéticos y los marxistas-leninistas del mundo!
Jruschov ha llamado injuriosamente a Stalin "idiota". ¿No equivale esto a
decir que el gran Ejército soviético, que triunfó en la guerra
antifascista, tuvo a un “idiota” como jefe supremo? ¡De ningún modo
pueden estar de acuerdo con semejante calumnia los gloriosos mandos y
combatientes del Ejército soviético y todos los luchadores antifascistas
del mundo!
Jruschov ha llamado injuriosamente a Stalin “asesino". ¿No equivale esto a
decir que durante decenas de años el movimiento comunista internacional
tuvo como maestro a un "asesino". Los comunistas del mundo, incluidos los
de la Unión Soviética, ¡de ninguna manera pueden estar de acuerdo con
semejante calumnia!
Jruschov ha llamado injuriosamente a Stalin "garitero". ¿No equivale esto
a decir que los pueblos revolucionarios en su lucha contra el imperialismo
y los reaccionarios tuvieron a un "garitero" como abanderado?. Los pueblos
revolucionarios del mundo, incluido el pueblo soviético, de ninguna manera
pueden estar de acuerdo con semejante calumnia!
Estos denuestos que Jruschov ha lanzado contra Stalin constituyen un gran
insulto al gran pueblo soviético, al Partido Comunista de la Unión
Soviética y al Ejército soviético, un gran insulto a la dictadura del
proletariado y al sistema socialista, un gran insulto al movimiento
comunista internacional, a los pueblos revolucionarios del mundo y al
marxismo-leninismo.
Cuando Jruschov, que estuvo en la dirección del Partido y del Estado
durante los tiempos de Stalin, lo injuria ahora con tanta energía,
golpeándose el pecho, descargando puñetazos sobre la mesa y gritando a voz
en cuello, ¿en qué posición se coloca a si mismo? ¿En la posición de
cómplice del "asesino" y "bandido"? ¿O en la de semejante del "tonto" e
"idiota"?
¿Qué diferencias hay entre estas injurias de Jruschov contra Stalin y las
de los imperialistas, los reaccionarios de todos los países, o los
renegados del comunismo? ¿Por qué siente un odio tan inveterado hacia
Stalin? ¿Por qué lo ataca aún más ferozmente que a un enemigo?
Al oponerse a Stalin, Jruschov se opone furiosamente en realidad al
régimen soviético, al Estado soviético. En cuanto a los términos que
emplea, de ninguna manera va a la zaga de Kautsky, Trotski, Tito, Djilas y
otros renegados, sino que los ha superado.
Vale la pena citar un pasaje de la carta abierta del CC del PCUS y
preguntarle a Jruschov: "¿Cómo pueden abrir la boca para decir tales cosas
del Partido del gran Lenin, de la patria del socialismo, del pueblo que
fue el primero del mundo en realizar la revolución socialista, salvaguardó
las grandes conquistas de ésta en duras batallas contra el imperialismo
internacional y la contrarrevolución interior, revela maravillas de
heroísmo y abnegación en la lucha por la edificación del comunismo y
cumple fielmente su deber internacional ante todos los trabajadores del
mundo?"
En su articulo "El significado político de la injuria", Lenin decía: "la
injuria en política encubre a menudo la completa carencia de ideas, la
impotencia, la flojedad, flojedad repugnante de los injuriadores". ¿Acaso
esto no se aplica a los dirigentes del PCUS, que se sienten constantemente
perseguidos por el espectro de Stalin y tratan de encubrir su completa
carencia de ideas, su impotencia y su flojedad repugnante injuriando a
Stalin?
La gran mayoría del pueblo soviético desaprueba semejantes injurias a
Stalin. Ellos veneran cada vez con mayor cariño la memoria de Stalin. Los
dirigentes del PCUS se han aislado de las masas en forma grave. Se sienten
constantemente amenazados por el espectro de Stalin, que los persigue, que
de hecho es el gran descontento de las amplias masas con la negación
completa de Stalin. Hasta ahora, Jruschov no se ha atrevido a permitir que
el pueblo soviético y los pueblos del campo socialista lean el informe
secreto, presentado en el XX Congreso del PCUS y en que niega por completo
a Stalin, debido a que se trata de un informe que no puede soportar la luz
del día, informe tristemente ajeno a las masas.
Lo que merece atención especial es el hecho de que mientras injurian a
Stalin de mil maneras, los dirigentes del PCUS, ¡tratan “con respeto y
confianzas” (7) a Eisenhower, Kennedy y sus semejantes! Califican
injuriosamente a Stalin de "déspota del tipo de Iván el Terrible'' y el
"más grande dictador de la historia de Rusia", pero, ¡elogian a Eisenhower
y Kennedy como personas que gozan del "apoyo de la mayoría absoluta del
pueblo norteamericano" (8)! Califican injuriosamente a Stalin de "idiota",
pero, ¡elogian a Eisenhower y Kennedy como "sensatos"! Censuran y atacan
en forma malévola a un gran marxista-leninista, revolucionario proletario
y jefe del movimiento comunista internacional, pero, ¡ponen a los
cabecillas del imperialismo por las nubes! ¿Será posible que la ligazón
entre estos fenómenos sea sólo casual y no la inexorable lógica de la
traición al marxismo-leninismo?
Si Jruschov no es débil de memoria, debe recordar que en un mitin de masas
celebrado en Moscú en enero de 1937, él mismo condenó acertadamente a
aquellos que atacaban a Stalin, diciendo: "¡Al levantar la mano contra el
camarada Stalin, ellos la levantaron contra todos nosotros, contra la
clase obrera, contra los trabajadores! ¡Al levantar la mano contra el
camarada Stalin, ellos la levantaron contra la doctrina de
Marx-Engels-Lenin!" El mismo ensalzó una y otra vez a Stalin, llamándolo
"el cercano amigo y compañero de lucha del gran Lenin" (9), "el más grande
genio, maestro y jefe de la humanidad" (10), "el grande y siempre
victorioso mariscal" (11), "el sincero amigo del pueblo" (12) y su
“propio padre” (13).
Si se comparan las afirmaciones hechas por Jruschov cuando vivía Stalin
con las que hizo después de su muerte, se verá que él ha dado un viraje de
180 grados en la evaluación de Stalin.
Si Jruschov no tiene mala memoria, debe recordar, por supuesto, Que en el
período de la dirección de Stalin, él mismo apoyó y aplicó con particular
celo la política de la lucha por la liquidación de los
contrarrevolucionarios de aquel tiempo.
El 6 de junio de 1937, en la V Conferencia de la Organización del Partido
de la Provincia de Moscú, Jruschov dijo:
"Nuestro Partido aplastará despiadadamente a la pandilla de traidores,
borrará de la faz de la tierra a toda la carroña trotskista-derechista. .
. La garantía de esto la constituye la dirección inquebrantable de nuestro
Comité Central, la dirección inquebrantable de nuestro jefe, camarada
Stalin. . . Aniquilaremos a los enemigos, a todos ellos hasta el último,
sin dejar indemne a ninguno, y echaremos al viento sus cenizas."
El 8 de junio de 1938, en la IV Conferencia de la Organización del Partido
de la Provincia de Kiev, Jruschov dijo:
"Los Yakir, Balitski, Liubchenki, Zatonski y otros canallas, querían
introducir en Ucrania a los terratenientes polacos, querían introducir
aquí a los fascistas, terratenientes y capitalistas alemanes. . . Hemos
aniquilado un considerable número de enemigos, pero todavía no a todos.
Por lo tanto, debemos tener los ojos avizores. Debemos tener muy presente
las palabras del camarada Stalin: mientras exista el cerco capitalista,
los enemigos enviarán a nuestro país espías y saboteadores."
Jruschov, que se incorporó a la dirección del Partido y del Estado durante
los tiempos de la dirección de Stalin y que respaldo activamente y aplicó
con firmeza la política de la lucha por la liquidación de los
contrarrevolucionarios, ¿por qué niega ahora todo lo que se hizo durante
esos tiempos y achaca a Stalin solo todos los errores cometidos, mientras
se presenta a si mismo como persona irreprochable?
Cuando cometió errores, Stalin pudo hacerse la autocrítica. Por ejemplo,
dio algunos malos consejos respecto a la revolución china. Después que
ésta triunfó, reconoció sus errores. En el informe pronunciado ante el
XVIII Congreso del Partido Comunista (b) de la URSS en 1939, admitió
también algunos errores cometidos en la depuración del Partido. ¿Y
Jruschov? No sabe en absoluto lo que es la autocrítica; solamente sabe
echar a otros la culpa de todos los errores y atribuirse todos los
méritos.
No es extraño que estos actos infames de Jruschov se hayan producido en un
periodo en que el revisionismo contemporáneo se desborda. Justamente como
lo dijo Lenin en 1915 al criticar a los revisionistas de la II
Internacional por su traición al marxismo, “esto no es en absoluto
sorprendente en nuestro tiempo, cuando las palabras se olvidan, los
principios se pierden, la concepción del mundo se descarta y las
resoluciones y las promesas solemnes se arrojan por la borda” (14).
Toda una serie de acontecimientos producidos después del XX Congreso del
PCUS ha demostrado plenamente cuán graves consecuencias ha acarreado la
negación completa de Stalin por la dirección del PCUS.
La negación completa de Stalin ha proporcionado municiones a los
imperialistas y reaccionarios de todos los países, municiones que ellos
hacían todo lo posible por conseguir en su lucha contra la Unión Soviética
y contra el comunismo. Poco después del XX Congreso del PCUS, los
imperialistas utilizaron el informe secreto anti-staliniano de Jruschov y
desplegaron una amplia campaña antisoviética y anticomunista en todo el
mundo. Aprovechando esa oportunidad, los imperialistas, los reaccionarios
de todos los países, la camarilla de Tito y los oportunistas de todo tipo,
atacaron a la Unión Soviética, al campo socialista y a todos los Partidos
Comunistas, a consecuencia de lo cual, muchos partidos y países hermanos
se hallaron en serias dificultades.
Como resultado de la frenética campaña que desplegó la dirección del PCUS
contra Stalin, los trotskistas, que desde hacia largo tiempo no eran sino
cadáveres políticos, resucitaron y armaron una alharaca sobre la necesidad
de "rehabilitar" a Trotski. En noviembre de 1961, cuando se clausuró el
XXII Congreso del PCUS, en una "Carta al XXII Congreso del PCUS y al
Comité Central del PCUS", el Secretariado Internacional de la llamada IV
Internacional escribió que Trotski había declarado en 1937 que en el
futuro "un monumento sería erigido en honor de las víctimas de Stalin";
"hoy", afirma la carta, "esta predicción se ha hecho realidad. Ante
vuestro Congreso, el Secretario General de vuestro Partido ha prometido
levantar ese monumento". La carta exige en particular que el nombre de
Trotski sea "grabado en letras de oro en el monumento erigido en honor de
las víctimas de Stalin". Los trotskistas no disimularon su alegría y
estimaron que la campaña iniciada por la dirección del PCUS contra Stalin
había "abierto la puerta al trotskismo" y que esa campaña era "muy
favorable al progreso del trotskismo y de su organización, la IV
Internacional".
Al negar por completo a Stalin, la dirección del PCUS perseguía objetivos
ocultos.
Stalin murió en 1953, y tres años más tarde, la dirección del PCUS lo
atacó con todo vigor en el XX Congreso del mismo; ocho años después lo
volvió a atacar furiosamente en su XXII Congreso y trasladó e incineró su
cadáver. Al atacar a Stalin con tanta furia una y otra vez, los dirigentes
del PCUS se propusieron acabar con la influencia imborrable de este gran
revolucionario proletario en los pueblos de la Unión Soviética y del mundo
entero; también se propusieron negar el marxismo-leninismo, que Stalin
defendió y desarrolló, y desbrozar el camino para la aplicación completa
de su línea revisionista. La línea revisionista de la dirección del PCUS
se inició precisamente con el XX Congreso y acabó sistematizándose
íntegramente en el XXII Congreso. Los hechos prueban cada vez con mayor
claridad que la adulteración por parte de la dirección del PCUS de la
doctrina marxista-leninista sobre el imperialismo, la guerra y la paz, la
revolución proletaria y la dictadura del proletariado, la revolución en
las colonias y semicolonias, el partido del proletariado, etc., es
inseparable de su negación total de Stalin.
La dirección del PCUS negó por completo a Stalin bajo el rótulo de la
llamada "lucha contra el culto a la personalidad".
Al plantear la llamada "lucha contra el culto a la personalidad", los
dirigentes del PCUS no se propusieron, como decían, restablecer "las
normas deferida del Partido y principios de dirección leninistas". Por el
contrario, contravinieron a la teoría de Lenin sobre la relación entre
jefes, partido, clase y masas, y al principio del centralismo democrático
del Partido.
Los marxista-leninistas sostienen que todo partido revolucionario del
proletariado, para ser el verdadero Estado Mayor del proletariado en la
lucha, debe resolver acertadamente el problema de la relación entre jefes,
partido, clase y masas, y organizarse según el principio del centralismo
democrático. Semejante partido debe tener un núcleo dirigente más o menos
estable, compuesto de un número de jefes probados en largas luchas que
sepan conjugar la verdad universal del marxismo-leninismo con la práctica
concreta de la revolución.
Los jefes del partido del proletariado, ya sean miembros del Comité
Central o de los comités locales, surgen de la lucha de clases y del
movimiento revolucionario de las masas. Son infinitamente fieles a las
masas, están íntimamente ligados a ellas, saben sintetizar con acierto sus
ideas y poner luego en práctica las ideas así sintetizadas. Los jefes de
este tipo son representantes verdaderos del proletariado y generalmente
reconocidos como tales por las masas. La presencia de jefes de este tipo
en un partido del proletariado es indicio de la madurez política de dicho
partido; en ellos reside la esperanza de la victoria de la causa del
proletariado.
Lenin tenía toda la razón cuando decía:
"Ninguna clase en la historia ha podido subir al Poder a menos que
destacara a sus jefes políticos, a sus representantes avanzados, capaces
de organizar movimientos y dirigirlos" (15).
También decía:
"Es una tarea difícil y de larga duración formar a jefes del Partido,
experimentados y de alto prestigio. Pero, sin ello, la dictadura del
proletariado y la 'voluntad única' de éste no son más que frases vacías"
(16).
El Partido Comunista de China siempre se ha atenido a la teoría
marxista-leninista sobre el papel de las masas populares y del individuo
en la historia, a la teoría marxista-leninista sobre la relación entre
jefes, partido, clase y masas, y al centralismo democrático del Partido.
Persistimos constantemente en la dirección colectiva, pero nos oponemos al
empequeñecimiento del papel de los jefes. Concedemos importancia al papel
de los jefes, pero nos oponemos a todo elogio del individuo que sea
desmesurado y no responda a la realidad, y nos oponemos a la exageración
de su papel. Ya en 1949, a sugerencia del camarada Mao Tse-tung, el Comité
Central del PCCh adoptó una resolución según la cual se prohíbe celebrar
públicamente los cumpleaños de los dirigentes del Partido y denominar
lugares, calles o empresas con sus nombres.
Nuestra posición consecuente y justa difiere en forma radical de la
llamada "lucha contra el culto a la personalidad" planteada por la
dirección del PCUS.
Se torna más y más claro que, al plantear la llamada "lucha contra el
culto a la personalidad", los dirigentes del PCUS no se proponen
desarrollar la democracia, aplicar la dirección colectiva ni oponerse a la
exageración del papel del individuo, como lo declaran, sino que persiguen
objetivos totalmente ocultos.
¿Cuáles son, en última instancia, los objetivos de la "lucha contra el
culto a la personalidad" sostenida por los dirigentes del PCUS?
Para decirlo con franqueza, no son sino los siguientes:
La "lucha contra el culto a la personalidad" planteada por Jruschov es una
infame intriga política. Semejante persona, como lo señalaba Marx, "como
teórico es un cero a la izquierda, pero las intrigas son su
elemento.''(17)
La carta abierta del Comité Central del PCUS dice que, "al desenmascarar
el culto a la personalidad y luchar contra sus consecuencias", ellos
"colocan en alto lugar a los dirigentes que . . . gozan . . . de merecida
autoridad". ¿Qué significan estas palabras? Significan que mientras
arrastran por el barro a Stalin, los dirigentes del PCUS ponen a Jruschov
por las nubes.
Ellos describen como "fundador activo del Ejército Rojo"(18) a Jruschov,
que en los tiempos de la Revolución de Octubre todavía no era comunista y
que durante la guerra civil era un trabajador político de bajo rango.
Ellos atribuyen totalmente a Jruschov la gran victoria de la batalla
decisiva en la Gran Guerra Patria de la Unión Soviética, diciendo que en
la batalla de Stalingrado "muy a menudo se oía la voz de Jruschov"(19) y
que éste "fue el alma de los stalingradenses" (20).
Ellos atribuyen totalmente a Jruschov los grandes éxitos logrados en las
armas nucleares y la técnica coheteril, llamándolo "padre de la
cosmonáutica" (21). Pero nadie ignora que los logros de la Unión Soviética
en la producción de bombas atómicas y de hidrógeno fueron grandes éxitos
que alcanzaron los científicos y técnicos soviéticos y el pueblo soviético
en el período de la dirección de Stalin. Las bases de la técnica coheteril
se asentaron también en el período de la dirección de Stalin. ¿Cómo se
pueden borrar totalmente estos importantes hechos históricos? ¿Cómo se
pueden atribuir todos los éxitos a Jruschov?
Ellos ensalzan a Jruschov, que ha revisado las tesis fundamentales del
marxismo-leninismo y que considera anticuado el leninismo, como el
"admirable modelo que ha desarrollado y enriquecido en forma creadora la
teoría marxista-leninista" (22).
Los dirigentes del PCUS hacen todo esto encubriéndolo con la consigna de
la "lucha contra el culto a la personalidad", y de hecho, como decía
Lenin, "en lugar de los antiguos jefes que se atenían a las ideas comunes
sobre las cosas simples, se destacan. . . jefes nuevos que dicen tonterías
y disparates que escapan a todo calificativo" (23).
La carta abierta del Comité Central del PCUS calumnia la posición
marxista-leninista en que perseveramos, diciendo que nosotros intentamos
"imponer a los demás partidos el orden, la ideología y la moral, las
formas y método de dirección, que florecieron en el período del culto a la
personalidad". Semejante afirmación revela aún más lo absurda que es la
llamada "lucha contra el culto a la personalidad".
Según los dirigentes del PCUS, en la Unión Soviética apareció un llamado
periodo del "culto a la personalidad" después que la Revolución de Octubre
puso fin al periodo del capitalismo en Rusia. Parecería que el "orden
social", "la ideología y la moral" de ese período no eran socialistas.
Según los dirigentes del PCUS, en ese periodo, el pueblo trabajador
soviético sufría una “pesada carga", se cernía sobre él una "atmósfera de
temor, suspicacia, desconfianza y vida emponzoñada" (24), y se obstruía el
desarrollo de la sociedad soviética.
En su discurso del 19 de julio de 1963 en el mitin de la amistad
soviético-húngara, Jruschov habló desmesuradamente del dominio de "terror"
de Stalin y afirmó que éste "sostenía su Poder con el hacha". Al describir
el orden social de ese tiempo, dijo: "Entonces ocurría que alguien se iba
al trabajo sin saber si volvería a casa, si volvería a ver a su mujer y
sus hijos."
Según la dirección del PCUS, durante el "período del culto a la
personalidad", la sociedad fue aún más "aborrecible" y "bárbara" que
durante el período del feudalismo o capitalismo.
Según la dirección del PCUS, la dictadura del proletariado y el sistema
social socialista establecidos a consecuencia de la Revolución de Octubre,
no eliminaron durante decenios la carga que pesaba sobre el pueblo
trabajador ni aceleraron el desarrollo de la sociedad soviética; sólo
después de que en el XX Congreso del PCUS se llevara a cabo la llamada
"lucha contra el culto a la personalidad", se eliminó la "carga pesada"
sobre el pueblo trabajador y de súbito "se aceleró el desarrollo de la
sociedad soviética" (25).
Jruschov dijo: "¡Ay! ¡Qué bueno habría sido si Stalin hubiera muerto diez
años antes!"(26) Como es sabido, Stalin murió en 1953. Si hubiera muerto
diez años antes, habría sido en 1943, año en que la Unión Soviética inició
la contraofensiva en la Gran Guerra Patria. En aquel entonces, ¿quién
esperaba la muerte de Stalin? ¡Hitler!
No es nada nuevo en la historia del movimiento comunista internacional,
sino una vil treta ya calada por la gente hace mucho tiempo, que los
enemigos del marxismo-leninismo utilicen expresiones tales como la "lucha
contra el culto a la personalidad" para vilipendiar a los líderes del
proletariado y menoscabar la causa de éste.
Durante el período de la I Internacional, el intrigante Bakunin utilizó
semejantes expresiones para injuriar a Marx. Al principio, en su deseo de
ganarse mañosamente la confianza de Marx, le escribió: "Soy su discípulo,
y me siento orgulloso de ello'' (27). Más tarde, al fracasar su tentativa
de usurpar la dirección de la I Internacional, injurió a Marx, diciendo
que Marx, “como alemán y judío, es de pies a cabeza un autoritario” (28),
un "dictador" (29).
Durante el periodo de la II Internacional, el renegado Kautsky utilizó
similares expresiones para injuriar a Lenin. Levantó calumnias contra
Lenin, llamándolo "el dios de los monoteístas", y diciendo que había
"reducido el marxismo no sólo a la condición de una religión de Estado,
sino también a la de una superstición medieval u oriental" (30).
Durante el período de la III Internacional, el renegado Trotski también
utilizó semejantes expresiones para injuriar a Stalin. Dijo que Stalin era
un "déspota" (31) y que "Stalin, el burócrata, estableció el infame culto
al jefe, atribuyéndole santidad" (32).
La camarilla titoísta del revisionismo contemporáneo también recurre a
semejantes expresiones para injuriar a Stalin, llamándolo "dictador" en un
"régimen de absolutismo personal" (33).
Como se ve, la "lucha contra el culto a la personalidad" que ha planteado
la dirección del PCUS tiene su origen en Bakunin, Kautsky, Trotski y Tito,
y es utilizada por ellas para oponerse a los líderes del proletariado y
socavar el movimiento revolucionario proletario.
Así como los oportunistas en el movimiento comunista internacional no
lograron negar a Marx, Engels ni Lenin con sus difamaciones, tampoco
Jruschov logrará negar a Stalin con las suyas.
Lenin señaló que una posición privilegiada no aseguraba el éxito de la
difamación.
Jruschov pudo aprovecharse de su posición privilegiada para sacar el
cuerpo de Stalin del Mausoleo de Lenin; pero nunca logrará, aprovechándose
de su posición privilegiada, para arrancar la gran imagen de Stalin del
corazón de los pueblos de la Unión Soviética y del mundo entero.
Jruschov puede aprovecharse de su posición privilegiada para adulterar de
una u otra manera el marxismo-leninismo; pero nunca logrará,
aprovechándose de su posición privilegiada, echar por tierra el
marxismo-leninismo, que Stalin defendió y que defienden todos los
marxista-leninistas del mundo
Quisiéramos darle un sincero consejo al camarada Jruschov: Esperamos que
llegue a comprender sus errores y abandone el camino completamente erróneo
para retornar al del marxismo-leninismo.
¡Viva la gran doctrina revolucionaria de Marx, Engels, Lenin y Stalin!
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