Proverbios Americanos
El futuro pertenece a los que se preparan para él.
Es cierto que no te quiero tanto como cuando éramos novios, pero es que a mi nunca me han gustado las mujeres casadas.
La mano que hace balancearse la cuna gobierna el mundo.
No me reía tanto desde que los cerdos se comieron a mi hermanito.
Si te molesta que te mientan, no preguntes.
Sólo yo puedo dañar mi alma.