Proverbios Árabes Pág 1 - 2
Los que de veras buscan a Dios, dentro de los santuarios se ahogan.
Luego que has soltado la palabra, ésta te domina. Pero mientras no la has soltado, eres su dominador.
No abras los labios si no estás seguro de que lo que vas a decir es más hermoso que el silencio.
No hay sustituto para la experiencia.
Pisaras el umbral del bienestar cuando empieces a sentirte satisfecho con apenas nada.
Que nadie le diga lo que tiene que hacer a alguien que ya ha decidido cuál tiene que ser su destino.
Quien no comprende una mirada, tampoco comprenderá una larga explicación.
Se puede vivir sin hermanos, pero no sin un amigo.
Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio: no lo digas.
Si un hombre te dice que pareces un camello, no le hagas caso; si te lo dicen dos, mírate al espejo.
Si te aplauden, nunca presumas hasta saber quien aplaudía.
Si tienes un amigo, visítalo con frecuencia pues las malas hierbas y las espinas invaden el camino por donde nadie pasa.
Si un negocio te abruma por el principio, comiénzalo por el fin.
Tu secreto debe pasar a formar parte de tu sangre.
Un caballero no puede pegar a una mujer ni siquiera con una flor.
Un libro es como un jardín que se lleva en el bolsillo.
Yo me quejaba porque no podía comprarme zapatos, hasta que conocí a un hombre que no tenía pies.
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