Jesucristo, Profeta, Mártir-Vencedor.


“…He quedado crucificado con Cristo…Vivo de la fé en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí (Gálatas 2,19b-20)”


De nuevo el Señor en su gran Misericordia nos regala la oportunidad de celebrar el misterio-redentor de Cristo en este año 2009.


Celebramos la cuaresma, verdadero itinerario de práctica penitencial y
verdadero cambio de mentalidad según el modelo de Jesús.
Es la cuaresma pascual verdadero tiempo de peregrinaje, hacia el encuentro con el señor Resucitado y el Dios de la vida, de la misericordia y de la justicia.


Es sumamente importante que se haga sobresaltar tres momentos característicos de Jesús, es decir, como profeta, mártir y vencedor por la resurrección.


Jesús se muestra como el verdadero profeta, pues, abiertamente inaugura su misión diciendo: “se ha cumplido el tiempo y esta cerca el Reino de Dios arrepiéntanse y crean en la buena nueva”. (Mc. 1,15).


Desde este momento, Jesús, tendrá un mensaje cuestionador, será un profeta excepcional, que lo convierte en un verdadero itinerante, que hace de la predicación del Reino, la prioridad principal.


Esa profecía de Jesús, no es etérea, no es espiritualizante, proclama un mensaje, en contacto con la realidad que vive la gente, que vive el pueblo, en lo económico, en lo social, en lo político y en lo religioso.


La practica profética de Jesús descubre una realidad de opresión y dependencia, la juzga y la interpela a la luz de Dios, en el entendido que Dios rechaza todo aquello que vulnera la dignidad de la persona humana y mansilla su condición de hijo de Dios.


Jesús, se rodea de una escuela de discípulos, a quienes forma de manera especial, para el envío oportuno.


La profecía de Jesús es autentica y sin compromiso con nadie, abiertamente anuncia y denuncia, y por ello, es señalado y sentenciado a muerte.


Hay un segundo momento crucial de Jesús, su testimonio cruento, su martirio, su sacrificio, es decir, su muerte, producto de su denuncia profética y efecto de la reacción de las estructuras legitimadoras del Status
Quo de la época.


El martirio y sacrificio de Jesús, también significa el sello definitivo de la nueva alianza que el ofrece a su eterno Padre para la redención del mundo.
La cuaresma es el tiempo en donde la palabra de Jesús, despierta y sacude al creyente para seguir buscando aquí y ahora, los valores del Reino, es decir, la verdad, la paz, el amor y la justicia.


El tercer elemento que nos enfoca la cuaresma desde Jesús, será el triunfo rotundo, la corona de la resurrección el triunfo de Cristo sobre la muerte y el cumplimiento de lo que el mismo había dicho “destruyan este templo y en tres días lo reedifico” (Jn. 2, 13-22) Jesús es vencedor en la resurrección pasando por la muerte.


La resurrección es la vivencia permanente de un pueblo que persevera en la lucha de los diferentes desafíos de la vida.


Por la resurrección la presencia de Cristo es viva, es real, significa transformación encamina a un desarrollo integral, es vida nueva.
Estos tres momentos hacen de Cristo, el redentor, el salvador del mundo, lo profético, lo llevo al testimonio y este, le dio la victoria definitiva.


Esta es la perspectiva del modelo de Jesús, para el discípulo de cristo, esta es la verdadera vivencia de la cuaresma.
El Señor nos concede su fuerza, su gracia, para que demos testimonio de fe y amor.


Pbro. Humberto Jesús Ayala.
Párroco.


Mensaje del Presidente de la Hermandad.



Dios te salve Reina y Madre, Madre de misericordia, vida dulzura y esperanza
nuestra, Dios te salve a ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas; , “llorando y gimiendo en éste valle de lágrimas; , llorando y gimiendo en éste valle de lágrimas; .” Que oración tan actualizada, tan de hoy, tan real, no hay ninguna persona, ningún ser humano dentro de nuestra comunidad, nuestra localidad, que se escape o viva alejado de éste vale de lágrimas.


Nos aprestamos a vivir la cuaresma y la semana santa con mucha intensidad y
aunque estos tiempos son de mucha meditación y recogimiento espiritual, no debemos olvidarnos de la realidad que nos envuelve y que nos arrastra, una realidad diferente a la que diariamente nos tratan de vender los medios de comunicación masiva, ya sea escrita, radial o televisiva.


Nuestra madre la iglesia está llamada en todo tiempo y en especial durante la cuaresma a ser profeta; esto implica anunciar el evangelio y a la vez denunciar el pecado, tanto el personal como el social, no podemos estar solamente con la cabeza levantada mirando hacia el cielo, como lo hicieron los que presenciaron la ascensión de Jesucristo a los cielos, nuestra iglesia no puede ser solamente espiritualista en tanto estemos acá en la tierra.


Que la iglesia entera haga sentir su voz, una voz que clame en éste valle de lágrimas por la transformación de la sociedad, que haya justicia, solidaridad, que la verdad prevalezca sobre la mentira, que el engaño de algunos medios de comunicación pueda desvanecerse a la luz del evangelio.


Ojala que podamos vivir una pascua auténtica y verdadera, es decir el paso de la oscuridad a la luz, de la muerte a la vida, el paso de la ignorancia a la designorancia, de la mentira a la verdad, del miedo al valor, y que con la resurrección del Señor resucitemos también nosotros, a una nueva vida, a un nuevo sistema donde se valore al ser humano como hijo de Dios y no como un instrumento que sirva para que otros logren sus objetivos y ambiciones.


Que el Señor nos ilumine y nos ayude a caminar por el sendero de la verdad y que juntos como una sola iglesia hagamos realidad los deseos de una mejor pascua para nuestra sociedad.


Ernesto Enrique Segundo Granadino
Presidente 2008 – 2012