|  EL 
TABLÓN: El artículo de hoy
           
          
          Las 
          manos de mi pueblo 
          Juan García Luján 
          Canarias Ahora.com 
La grandeza de una tierra está en 
las manos de su pueblo. De acuerdo. Las manos de mi pueblo 
volvieron a acercarse hoy a la tierra de Mogán, para cuidar los 
aguacates que el agricultor venderá a un euro y medio al 
intermediario, que el consumidor comprará a 7 euros en una gran 
superficie que cerrará sus puertas a las 9 de la noche, y a las 9 
y 15 tendrá la recaudación del día centralizada en París, Madrid o 
Valencia 
Las manos de mi pueblo amanecieron 
hoy limpiando las playas de mi ciudad, después de trabajar toda la 
noche, para poder llegar a fin de mes y cobrar 600 euros. Un 
esfuerzo que sirve para que el ayuntamiento de mi ciudad destine 
cada mes varios millones de euros a la empresa que paga la nómina 
a los dueños de esas manos. Una empresa con mucha suerte, que ganó 
casi todos los concursos a los que se presentó en este 
ayuntamiento, pero también en otras instituciones gobernadas por 
los grandes partidos. Unos partidos políticos también muy 
afortunados, que cada campaña electoral reciben el apoyo económico 
de las empresas que tienen la suerte de ganar los concursos que 
convocan las instituciones públicas. 
Las manos de mi pueblo 
amaneciendo hoy agarrando el volante de un taxi, o abriendo una 
pequeña tienda, o cargando un saco pan para repartir a otras manos 
que cada semana se esfuerzan cuarenta horas o más para cobrar al 
final de mes setecientos euros, o mil o mil quinientos. Manos de 
trabajadoras y trabajadores que pasan la última semana mirando la 
cuenta del banco para ver si les ingresaron las nóminas. Manos que 
después de soltar el volante, cerrar la tienda o repartir el saco 
de pan tienen que cuidar a un hijo discapacitado, o a un padre con 
Alzheimer, o a una madre que no puede caminar. Esas manos siguen 
sin recibir las ayudas de la ley de Dependencia, en unos casos 
porque el ayuntamiento no ha realizado los informes que necesita 
el gobierno canario, en otros casos porque el gobierno no se ha 
molestado en agilizar los informes o formar al personal tramitará 
las ayudas. 
 Las manos de 
mi pueblo también son las de las enfermeras, auxiliares o médicos 
que trabajan en los hospitales canarios. Manos que se esfuerzan 
rotando turnos por salarios de mil euros. Manos que muchas veces 
no pueden ofrecer las pruebas diagnósticas que necesitan los 
pacientes por falta de recursos técnicos, por saturación de la 
demanda. Manos que se ven impotentes porque no se puede atender a 
los pacientes con la dignidad que se merecen.  
 
Las manos que más se esfuerzan, las manos que, según el anuncio 
del gobierno de Canarias son la grandeza de esta tierra, esas 
manos que trabajan en la agricultura, en la limpieza, en el taxi, 
en la pequeña tienda, en el hospital, esas manos están castigadas 
por la bajeza de los que dirigen las principales instituciones de 
esta tierra, que son capaces de sonreírse y aplaudirse mutuamente, 
de viajar entre islas y quedarse en buenos hoteles para salir en 
la foto oficial de la última fiesta mientras las manos de mi 
pueblo trabajan cada día para poder pagarles las nóminas que ellos 
mismos se suben con nocturnidad preelectoral y alevosía 
parasitaria.  
 
elcorreillo@canariasahoraradio.com   | 
             
            
| 
Nota de/para los amigos que me escriben:
          
 De: Otmara 
López 
Asunto: Alí Rodríguez 
Araque: “Nuestros sueños no tienen fronteras” 
Arleen Rodríguez y Mario Muñoz 
2008-05-28 
 
Fotos: Leonid Prado y archivo personal del entrevistado 
  - 
  
  
   Eterno 
  adolescente, porque “uno nunca termina de aprender y de intentar 
  la realización de sus sueños”, el Embajador de Venezuela en 
  Cuba, Alí Rodríguez Araque, está convencido de que “el día que 
  nuestra nación latinoamericana se unifique, tendrá un peso 
  específico creciente en el mundo”  
 
Habla siempre de 
“nosotros”, incluso donde sería obligado decir: “yo”, a pesar de 
que a sus 70 años sigue siendo uno de los más respetados, 
admirados y queridos dirigentes de la izquierda venezolana, debido 
a su constancia en la lucha por “servir al pueblo” —como tituló 
uno de sus libros— y porque no pierde oportunidad para estudiar, 
prepararse, indagar en los métodos y estrategias que hagan eterna 
la Revolución Bolivariana y que en ese camino sepa ser justa y 
pueda interpretar y resolver las necesidades y deseos de las 
mayorías en su país y en Latinoamérica. 
Diputado, ministro de Energía y Petróleo, presidente de Petróleos 
de Venezuela, Secretario general de la Organización de Países 
Exportadores de Petróleo (OPEP), Ministro de Relaciones 
Exteriores, Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en 
Cuba, son cargos que aparecen en el currículo de este hombre 
sencillo, que se considera a sí mismo un eterno revolucionario. 
Con toda esa historia a cuestas, Alí Rodríguez Araque sopesa bien 
las palabras antes de hablar y casi siempre esquiva las preguntas 
que apuntan a capítulos de su vida vinculados a los años de 
combatiente en la guerrilla venezolana. “No hay preguntas 
indiscretas, sino respuestas indiscretas”, dice para evitarnos la 
pena en el intenso interrogatorio que le proponemos horas antes de 
partir de La Habana hacia su país, donde fue elegido 
vicepresidente para la región andina del Partido Socialista Unido 
de Venezuela. 
Queríamos conocer más sobre su relación con la Cuba de los míticos 
años 60’, la del apoyo incondicional a los movimientos de 
liberación nacional que entonces se gestaban en Latinoamérica, 
entre ellos el venezolano. Pero el Comandante Fausto (su grado y 
seudónimo durante la lucha) no pierde los hábitos guerrilleros y 
se vuelve prácticamente impenetrable.  
Habla solo de hombres que todavía hoy, “más que amigos son mis 
hermanos, tanto en Cuba como en Venezuela, (porque) en los 
momentos de dificultades y de grandes pruebas, es donde se forjan 
relaciones humanas eternas”. Pero no dice nombres ni da detalles, 
como si esa historia de hermandad entre venezolanos y cubanos, que 
en su caso comenzó hace más de cincuenta años, formara parte de un 
patrimonio demasiado sagrado para compartirlo. 
—¿Cuáles son sus primeros acercamientos a Cuba, su historia, el 
proceso revolucionario que lideraba Fidel Castro, antes de 1959? 
—De Cuba no sólo sabía por los estudios de Geografía, sino por las 
lecturas de obras de José Martí. Yo tuve la fortuna de vivir en un 
ambiente que muy tempranamente entró en contacto con la 
literatura, y dentro de unos cuantos autores que entonces pude 
conocer estuvo José Martí.  
“Ya en el año 1959 estuvimos aquí por primera vez. Casi 
inmediatamente después de la caída de Batista. Habíamos formado 
parte de un movimiento que llamamos la Marcha de Bolívar a la 
Sierra Maestra, en solidaridad con los combatientes del Ejército 
Rebelde, de manera que cuando cayó la dictadura todos estábamos 
listos para venir a conocer la alborada de la revolución. 
 
—¿Y por qué esa simpatía, ya entonces, con el proceso cubano, que 
era aún incipiente? 
—Habíamos participado muy activamente en las luchas contra la 
dictadura de Marcos Pérez Jiménez, en Venezuela. Yo fui expulsado 
de la universidad, casi todos mis compañeros de la Juventud 
Comunista fueron hechos prisioneros, incluyendo familiares míos 
que no tenían nada que ver con esa protesta. Ya desde entonces 
sentíamos una gran identificación con las luchas que se estaban 
llevando a cabo en la Sierra Maestra. Inmediatamente después de la 
caída de Batista, en Venezuela se desata un basto movimiento 
popular de grandes simpatías con la revolución cubana, y nosotros 
fuimos parte de ese movimiento. 
 
—Luego de tantos años de lucha revolucionaria, con el triunfo de 
Hugo Chávez se fortalecen como nunca antes las relaciones entre 
Venezuela y Cuba, ¿qué significó para usted esa empatía evidente 
entre los líderes de ambos países? 
— Ellos son el reflejo de la empatía entre los dos pueblos. 
Tenemos la misma idiosincrasia. Le atribuyen a Martí algo que a mi 
me gusta mucho. Cuando él estuvo en Caracas le preguntaron que 
cómo era Cuba. Y dijo que era una isla, con muchas palmeras y 
llena de caraqueños, tratando de describir la similitud entre 
cubanos y caraqueños. 
“Quizás quienes simbolizan esa empatía son estos dos líderes, pero 
eso ha existido siempre entre los dos pueblos y particularmente 
entre los revolucionarios venezolanos y los revolucionarios 
cubanos.” 
 
—En octubre de 2006, Hugo Chávez da a conocer, en un discurso 
público, que usted sería el nuevo embajador en Cuba, ¿cómo recibió 
entonces aquella noticia? 
—Como un hecho casi natural. Difícilmente yo hubiera aceptado esa 
tarea en otro país que no fuera Cuba. Y por supuesto, lo hice con 
una gran motivación. He intentado hacerlo lo mejor posible, con la 
fortuna de participar en una fase de elevación en la relación, no 
solamente cuantitativa; con logros que están a la vista. Fue una 
gran alegría para mi haber participado en la reinauguración de la 
Refinería de Cienfuegos, ahora veíamos con los compañeros de PDVSA-Cuba 
y del Banco Industrial de Venezuela los planes de proyección hacia 
nuevos logros, de manera que me voy muy contento y, por supuesto, 
con una dosis bastante grande de nostalgia.
 
—¿Qué han significado para usted estos años en Cuba? 
—Muchas cosas. No es la primera vez que paso un tiempo, más o 
menos prolongado en Cuba. En anteriores ocasiones he estado por 
tratamientos médicos, en esta oportunidad representando a mi país 
ante el Estado y la Revolución cubana. Y por supuesto, en estas 
experiencias uno se lleva un aprendizaje. El más importante, 
quizás, tiene que ver con las impresiones muy vívidas que he 
tenido de la calidad del pueblo cubano, del espíritu solidario que 
lo caracteriza, de su bondad y de los apoyos que siempre he 
recibido incondicionalmente acá.  
“Es muy grande la familiaridad, de manera que al uno dejar Cuba 
siente que deja a familiares muy cercanos, a una tierra muy 
querida, pero además de estos aspectos, que tienen que ver con los 
afectos, está el ejemplo de una revolución, de un liderazgo como 
el de Fidel, que ha sabido sortear tan grandes dificultades, tan 
grandes tempestades, y en cada desafío salir más fortalecido. 
“Cuando nosotros estamos emprendiendo hoy cambios revolucionarios 
en el país, en medio de un proceso continental creciente, el 
ejemplo de la revolución cubana, de su carácter indoblegable, de 
su sabiduría para saber interpretar los anhelos del pueblo, la 
época y el entorno mundial, pues es algo sumamente importante, es, 
insisto, una experiencia irrepetible. 
“Con ese espíritu retornamos a Venezuela. Ahora nos toca emprender 
una nueva misión, en esta oportunidad en la construcción del 
Partido Socialista Unido de Venezuela, que comienza ya a dar sus 
primeros pasos, y en ellos vamos a empeñar un esfuerzo tan grande 
como el que se requiera, a fin de poder dotar a la revolución 
venezolana de una fuerza que sea indoblegable, que tenga visión 
estratégica, que tenga claridad de su destino, que tenga la 
suficiente comprensión de la idiosincrasia del pueblo, de los 
deseos del pueblo y de los mandatos del pueblo; y por encima de 
todo consecuencia para llevar adelante, no importa cuales sean las 
dificultades, la misión que deja en sus manos el pueblo 
venezolano.” 
 
—Hay más tres mil estudiantes venezolanos en Cuba, ¿qué les 
aconsejaría? 
—El mejor consejo que les puedo enviar está en dos ámbitos. 
Primero que se esfuercen en atrapar al máximo los conocimientos 
científicos, para que tengamos jóvenes mejor formados, pero tanto, 
o más importante que eso, que se lleven dentro de si el espíritu 
revolucionario y, con ello, el espíritu de solidaridad, de 
desprendimiento, de entrega a las más nobles causas de la 
humanidad. 
—¿Cómo luchador de muchos años, que lectura hace del momento que 
vive hoy Venezuela? 
—Estamos frente a grandes desafíos, no solamente en el ámbito 
interno, toda vez que existe una oligarquía que disfrutó de 
grandes privilegios en el pasado, que disfrutó, sobre todo, de una 
distribución absolutamente regresiva de la riqueza, de una riqueza 
que es propiedad común de todos los venezolanos como es la que se 
genera por la actividad petrolera, y esas oligarquías se resienten 
profundamente, a pesar de que apenas se les ha tocado, de ahí que 
en los próximos pasos esa resistencia y la agresividad se 
multiplicarán aún más.  
“Pero si se tratara sólo de confrontar el problema interno, pues 
no sería mayor cosa. El problema fundamental, más que el interno, 
son los grandes desafíos que tenemos en el frente externo. El 
imperio norteamericano —y muy particularmente la derecha 
neoconservadora, ultrarreaccionaria— no puede tolerar que en 
alguna parte del mundo surja una revolución, y ni siquiera una 
revolución, que surja un ejercicio de soberanía de los países, si 
ellos consideran que ese ejercicio puede afectar sus intereses.
 
Tienen una visión del mundo unidimensional, todo lo que sea una 
suerte de disonancia de la orquestación que ellos proponen de sus 
valores, de sus principios, de su manera de ver el mundo, se 
considera una agresión a lo que llaman intereses de Norteamérica. 
Están los desgarrantes ejemplos de Iraq, de Afganistán y la larga, 
triste, dolorosa y a veces sangrienta historia de las agresiones 
contra nuestros propios países. 
“Ellos han diseñado una estrategia que es sumamente perceptible 
para el más superficial de los análisis. Por un lado buscan aislar 
a Venezuela, y por otro lado tratan de caotizarla internamente, 
desestabilizarla, generar lo que ellos llaman ingobernabilidad, 
para justificar cualquier tipo de acción interna, externa o ambas 
combinadas.  
“Esos son grandes desafíos que tenemos por delante. En lo 
inmediato vienen las elecciones de gobernadores, de alcaldes, de 
consejos legislativos regionales donde habrá una fuerte 
confrontación también. La estrategia del imperio y de las 
oligarquías es la de capturar, literalmente, la mayor cantidad 
posible de gobernaciones, de alcaldías, toda vez que si en 
diciembre pasado tuvieron una victoria electoral, esa victoria no 
les dejó nada concreto en las manos, desde el punto de vista del 
poder político.  
“Queda, por supuesto, otros muchos desafíos. El primero, y el más 
importante en mi opinión, es la construcción de una verdadera 
fuerza revolucionaria con capacidad para poder conducir las 
transformaciones que exige el pueblo venezolano, que tenga 
igualmente oído y paladar para captar los deseos, las aspiraciones 
del pueblo y poder trazar planes, acciones, estrategias, tácticas 
que correspondan a esas realidades y además a las transformaciones 
que hoy están planteadas en Venezuela. Que igualmente sepa 
enfrentar, no sólo al enemigo interno, sino que esté en 
condiciones también de enfrentar al enemigo externo. Que esté en 
capacidad de trazar una estrecha relación con otras fuerzas 
revolucionarias del continente en el titánico y apasionante 
esfuerzo por lograr la reintegración de la gran patria 
latinoamericana y caribeña, Nuestra América, como la llamó Martí.”
 
—Cómo experto en el tema energético, ¿cómo cree que podrá 
enfrentarse el tema de los altos precios de los combustibles y su 
impacto en la crisis de los alimentos? 
—Afortunadamente, Venezuela no tiene carencias en el orden 
energético. Tiene no solo su enorme riqueza petrolera, sino 
también la maravilla de un río como el Caroní, que en apenas 140 
kilómetros de caída genera más del 70 por ciento de toda la 
energía eléctrica que se consume en el país. De no ser por ese 
río, estaríamos consumiendo unos 800 mil barriles diarios de 
petróleo adicionales a los que ya se consumen. Son grandes las 
posibilidades que tiene nuestro país para enfrentar la crisis 
energética y no solamente en lo que se refiere a lo interno, sino 
también contribuir, como lo estamos haciendo, a través de 
distintos acuerdos como la Alternativa Bolivariana para los 
pueblos de América (ALBA), Petrocaribe, para por lo menos aliviar 
el peso de lo que significan para los pueblos hermanos.  
En el tema alimentario, estamos al borde de una severísima crisis, 
sobre todo en el sector de los cereales, pero que a la larga puede 
trasladarse al animal que es alimentado en la agricultura moderna 
por cereales. De manera que se van generando factores de crisis en 
el mundo que obligan a repensar en nuestros países, muy 
particularmente en el caso de Venezuela, el problema de la 
Revolución Agraria.  
“En nuestro país -es uno de los trabajos que vengo realizando en 
estos momentos- arrastramos un problema: no se produjo una 
Revolución Agraria, sin un reparto de tierra en ningún período, se 
dejó a los campesinos abandonados a su suerte, abandonaron 
aquellos campos, hubo una fuerte reconcentración territorial, y 
por disponer de una alta renta petrolera Venezuela se convirtió en 
un enorme importador de productos alimenticios. En una situación 
como la que estamos viviendo no basta con tener capacidad de 
compra, no basta con tener capacidad para importar, si en el mundo 
comienzan a escasear los alimentos. Hoy está planteado un esfuerzo 
de grandes proporciones para poder crear un nivel de 
autoabastecimiento alimentario que permita sostener los 
requerimientos mínimos de la población. 
—Resulta asombroso, con sus años, su historia de luchas, sin 
embargo usted no se ha sentado a mirar el proceso venezolano, 
¿cuál es el motor que lo energiza, como para permitirse trabajos 
de adolescente? 
 
 —Es 
que yo soy un adolescente, en el sentido de que uno nunca termina 
de aprender y de intentar la realización de sus sueños. Y eso 
requiere estar renovando permanentemente las energías para poder 
encarar los grandes desafíos. Todavía en estas tierras hay un 
pueblo doliente que merece que dediquemos lo que nos queda de 
existencia a su redención, a lo que ha esperado durante muchas 
décadas, desde los tiempos en que nuestros libertadores encararon 
el problema de independizarse del imperio español. Hoy tenemos que 
independizarnos no solamente de los nuevos imperios, sino también 
de las grandes limitaciones, pasar de lo que un día llamó Marx “el 
salto del reino de la necesidad al reino de la libertad”. 
—¿Qué opina de la relación entre Venezuela y Cuba? 
—Diría que es una relación modélica. En primer lugar porque esa 
relación ha permitido romper dos grandes bloqueos: en el caso de 
Cuba romper el energético, aprovechando todas las facilidades que 
con su política petrolera, y energética en general, aplica 
Venezuela. Por su parte, Venezuela ha logrado romper un bloqueo 
peor que el energético, que es el bloqueo del acceso al 
conocimiento de un millón 500 mil iletrados que existían en 
nuestro país, el acceso a la atención médica y medicamentos 
gratuitos de 17 millones de personas que en su vida nunca antes 
recibieron esos servicios, entre muchos otros beneficios.  
“De manera que se está inaugurando una nueva forma para avanzar en 
lo que Fidel correctamente ha llamado otro mundo posible, la 
colaboración desinteresada entre ambos países, utilizando nuestras 
complementariedades. Porque toda la idea de la integración se 
sustenta en la complementariedad y no en la competencia, en el 
estricto respeto a la soberanía de cada uno de nuestros países y 
no en la imposición de condiciones para prestar determinada 
“ayuda”. En la solidaridad y en la cooperación. 
Y este ejemplo comienza a prender progresivamente. Está el caso de 
la Alternativa Bolivariana para los pueblos de América (ALBA), 
sustentada en esos mismos principios, que agrupa no sólo a Cuba y 
a Venezuela, sino también a Bolivia, Nicaragua, República 
Dominicana, y no pasará mucho tiempo sin que otros países estén 
formando parte de este modelo, con algunos elementos bien 
importantes.  
No se trata solamente de tener un marco del ALBA o de los 
proyectos grannacionales, sino como acaba de ocurrir en la cumbre 
extraordinaria de Caracas, se convoca una reunión para prestar 
todo el apoyo solidario a una Bolivia en peligro de balcanización. 
Y frente a esa situación ha respondido con gran rapidez el ALBA, 
como igual ha decidido crear un fondo para enfrentar la crisis 
alimentaria. En fin, una política sustentada en un nuevo tipo de 
relación, yo diría más humana que comercial, aunque por supuesto 
sin despreciar los aspectos comerciales que tienen nuestras 
relaciones.  
“Así que vamos por muy buen camino, y en eso, insisto, la relación 
entre Cuba y Venezuela es un excelente ejemplo. De allí que se 
busque por todos los medios bloquear el avance de este nuevo tipo 
de relación, que es la negación, precisamente, de otras formulas 
de integración como el Acuerdo de Libre Comercio para las Américas 
(ALCA) y los Tratados de Libre Comercio (TLC), que propicia el 
imperio con la finalidad de atrapar a nuestros países bajo el 
dominio de los gigantescos consorcios que provienen de esos 
centros imperiales con un enorme poder no solamente financiero, 
sino productivo y organizacional, frente a los cuales difícilmente 
las débiles economías nuestras pueden competir con un mínimo de 
condiciones para poder salir adelante.  
—¿Cuál 
sería su ideal realizable de país para Venezuela, a partir de las 
propias posibilidades que le brinda la Revolución Bolivariana? 
 Alí 
y Douglas Bravo, en la guerrilla. 
—Nuestro ideal no 
se limita a Venezuela. Nuestro ideal es el mismo que tuvo Simón 
Bolívar. El de la unificación de la gran patria latinoamericana, 
de la gran nación latinoamericana y caribeña. Porque somos eso, 
somos una gran nación. Poblamos el mismo territorio, tenemos el 
mismo origen, compartimos los mismos problemas, tenemos la misma 
cultura, las mismas creencias e incluso, podríamos decir que hasta 
el mismo lenguaje. Alguien podrá decir que los brasileños hablan 
portugués, pero es un portugués perfectamente comprensible para 
los hispanoparlantes y ellos a su vez entienden nuestro idioma, 
ahora, además, el español es el segundo idioma de los brasileños, 
obligatorio.  
“De manera que somos una nación con gigantescas posibilidades. 
Basta mirar hacia Sudamérica para ver no solamente su extensión 
territorial, no solamente el número de sus habitantes, sino sus 
gigantescos potenciales, en materia de energía, por ejemplo: el 
gran pulmón vegetal del mundo está en la Amazonía. Y el espíritu 
de nuestra gente, la mezcla de razas que es como una especie de 
crisol, como decía Bolívar, que ha generado un nuevo ser humano, 
con muchas características positivas en nuestro continente.  
“Así que nuestros sueños no tienen fronteras, somos 
internacionalistas, pero básicamente somos continentalistas. El 
día que nuestra nación latinoamericana se unifique, tendrá un peso 
específico creciente en el mundo, no solamente para redimir muchas 
de las penalidades de nuestro pueblo y llevarlo al reino de la 
felicidad, sino también para contribuir, en grado creciente, a la 
superación de gravísimos problemas que hoy padecen, aún en 
condiciones peores, otros pueblos, como es el caso del africano, 
por ejemplo. Y en eso Cuba es un ejemplo extraordinario y un guía 
para todos nosotros.”  
               | 
             
          
            
| 
    Mensajes 
  desde Cuba:
  
 De: Pedro 
  Campos Santos 
  perucho1949@yahoo.es  
  Asunto: Del “socialismo de estado” al socialismo 
  participativo: contraposición o yuxtaposición 
   
  Avanzamos hacia un socialismo más participativo y democrático o 
  el actual sistema consolida sus estructuras capitalistas. Deben 
  crearse cooperativas y empresas autogestionadas más allá de la 
  agricultura, en la industria y los servicios, empezando por 
  empresas y negocios pequeños que ahora controla el estado, así 
  como uniones regionales de cooperativas agrícolas.  
   
  Como parte del proceso revolucionario cubano, siempre han estado 
  presentes en su seno diversas corrientes socialistas, no 
  contrapuestas, que a tenor de la propia maduración de nuestra 
  Revolución, el análisis de su particular práctica y del 
  fracasado “socialismo de estado” en Europa y Asia, han venido 
  proponiendo, antes y después de la caída de la URSS y el campo 
  socialista, otros enfoques en la construcción socialista.  
   
  La acción revolucionaria concreta, el enfrentamiento al 
  imperialismo y las luchas internacionalistas en las que nos 
  hemos visto envueltos los revolucionario cubanos en todos estos 
  años, han ido desencadenando una síntesis de todas esas 
  corrientes, dando lugar a otras nuevas surgidas también con las 
  nuevas generaciones de revolucionarios y comunistas que el mismo 
  proceso ha ido forjando.  
   
  Especialmente significativa ha sido la propuesta de socialismo 
  participativo y democrático que ha venido creciendo en el seno 
  del Partido, los trabajadores y el pueblo, básicamente desde la 
  política de “Rectificación de errores y tendencias negativas” a 
  mediados de los 80, coincidiendo –en tiempo- con el proceso de 
  la Perestroika en la URSS, pero de origen autóctono, que 
  abarcando todos los campos de la sociedad, centra su proyección 
  en el análisis de las relaciones de producción asalariadas que 
  han existido hasta el presente en el socialismo intentando y 
  promueve nuevas relaciones socialistas de producción sustentadas 
  en el cooperativismo, la autogestión y la cogestión 
  obrero-comunal y su extensión paulatina a todas las ramas de la 
  economía y el funcionamiento de la sociedad.  
   
  El llamado de Fidel el 17 de noviembre de 2005 a evitar la 
  reversibilidad de la Revolución Socialista en Cuba y las 
  posteriores convocatorias de Raúl al debate revolucionario 
  planteando ya la necesidad de realizar cambios en los métodos, 
  concepciones y estructuras que permitan superar las reconocidas 
  deficiencias y debilidades de nuestra sociedad y su economía, 
  han posibilitado que esta propuesta vaya conformándose y 
  extendiéndose en la sociedad, a pesar de las limitaciones que 
  todavía impone el excesivos centralismo.  
   
  El discurso de Raúl el 26 de julio de 2007 marcó el punto de 
  viraje, para empezar a dejar atrás el inmovilismo que venía 
  corroyendo la Revolución y ya hoy el nuevo gobierno, presidido 
  por él, toma claras medidas que van abriendo el nuevo rumbo. Sin 
  embargo, es notorio, no importan las razones, que las acciones 
  promovidas -hasta ahora- por la dirección no rebasan todavía el 
  perfeccionamiento del “socialismo de estado” y una mayor 
  eficiencia de sus mecanismos y estructuras.  
   
  La práctica histórica ha demostrado que las revoluciones, en 
  todos los tiempos y de todos los tipos, presentan dos etapas 
  principales: una política, donde la nueva clase revolucionaria 
  toma el poder político, y otra social, en que esa clase va 
  consolidando su poder económico y va generalizando las nuevas 
  relaciones de producción. La Revolución Socialista en Cuba, hace 
  años culminó la primera fase, pero avanza muy lentamente hacia 
  la segunda.  
   
  El “socialismo de estado”, forma que asumió la primera etapa en 
  el socialismo del Siglo XX desde la introducción del capitalismo 
  de estado en la URSS con la NEP, Nueva Política Económica, debe 
  evolucionar al socialismo participativo y democrático a partir 
  de la extensión de una mayor participación paulatina de los 
  trabajadores y los ciudadanos todos en la toma de decisiones que 
  afectan a la comunidad y los colectivos laborales, lo que en el 
  ámbito de las relaciones de producción se concreta en el 
  cooperativismo, la autogestión y la cogestión. Esa hubiera sido 
  la vía para evitar la restauración capitalista proveniente del 
  propio desgaste, insuficiencias e inconsecuencias del sistema 
  estatal asalariado centralizado, el cual ha terminado siempre 
  hasta hoy, en todas partes, imbricándose con el capital 
  extranjero, “globalizándose”. Ese proceso fue iniciado en Cuba 
  en el período especial.  
   
  Las alternativas son claras: o avanzamos hacia un nuevo 
  socialismo más participativo, democrático y cooperativista, como 
  piden mayoritariamente los trabajadores y el pueblo o el actual 
  sistema deriva a la consolidación de sus estructuras 
  capitalistas.  
   
  El VI Pleno del CC del PCC, acaba de definir que el VI Congreso 
  del Partido se efectuará para finales del año próximo, lo que ha 
  dejado un margen de casi dos años al nuevo gobierno para 
  desarrollar la política económica y social que consideren las 
  nuevas autoridades, sin haber establecido un nuevo plan 
  consensuado a través de un Congreso partidista. En estas 
  circunstancias, por elemental necesidad de cohesión en sus filas 
  y en las deolución, las políticas no deben excluir 
  ninguna de las corrientes socialistas que subyacen y se 
  desarrollan en su seno. La unidad no es una consigna, es una 
  necesidad vital en estas condiciones, y para ser efectiva no 
  puededer una línea única impuesta, sino basarse en la 
  cohesión de todas las tendencias y corrientes socialistas 
  existentes.  
   
  Ha de tenerse en cuenta que aún sin Congreso, sí hubo un proceso 
  de discusiones que generó muchas expectativas y que sí ha ido 
  creando ya un nuevo consenso social caracterizado por dos ideas 
  básicas: 1) el viejo sistema de “socialismo de estado” basado en 
  la propiedad estatal, el trabajo asalariado, la acumulación 
  centralizada y la concentración de las decisiones políticas y de 
  todo tipo ha fracasado también en Cuba y debe ser cambiado; y 2) 
  se hace necesario –por tanto- avanzar hacia nuevas formas de 
  organización de la propiedad, la producción, el esquema de 
  acumulación y la descentralización y democratización de las 
  decisiones que afectan a todos.  
   
  En este marco, las propuestas alternativas de socialismo 
  participativo, que en respuesta a las solicitudes de la 
  dirección histórica, han venido planteando un numeroso grupo de 
  compañeros, entre los que se encuentran profesionales 
  revolucionarios, militantes del Partido, académicos, 
  trabajadores y ex combatientes, comunistas probados todos, no se 
  contraponen al “socialismo de estado”, ni intentan erigirse en 
  verdad única socialista, sino que en todo caso, se le yuxtaponen 
  y proyectan con vistas a garantizar la continuidad de la 
  Revolución, por lo cual reclaman y demandan espacios para 
  manifestarse en la prensa oficial y en forma concreta como parte 
  de la Revolución y sus planes de consolidación de la economía 
  nacional.  
   
  No se trata de abstracciones sociológicas, de caprichos 
  intelectuales o utopías irrealizables, sino de la conveniencia 
  práctica de la Revolución de avanzar a una nueva fase 
  histórica-concreta que demanda satisfacer las inquietudes y 
  necesidades de las mayorías para consolidar las bases de apoyo 
  del proceso y potenciar y liberar todas las capacidades creadas 
  por la propia revolución.  
   
  En este sentido, proponemos a la dirección de la Revolución que 
  permita, posibilite y respalde la creación de cooperativas y 
  empresas autogestionadas más allá de la agricultura, en la 
  industria y los servicios, empezando por empresas y negocios 
  pequeños que ahora controla el estado, así como la creación de 
  uniones regionales de cooperativas agrícolas que ellas mismas 
  concluyan el ciclo de realización y ventas y saquen la 
  comercialización y distribución de productos agrícolas del 
  atasco en que lo ha metido el estatismo y su sistema de acopio y 
  puedan realizar intercambios directos con el turismo nacional y 
  sistemas cooperativos internacionales que ya funcionan en países 
  integrados al ALBA, en América Latina y Europa.  
   
  Esto pudiera hacerse a partir de entidades económicas ya 
  existentes, de otras nuevas, y de la creación de varios polos 
  regionales autogestionarios, con vida propia aunque 
  interrelacionada con el resto de la nación, que incursionen en 
  diversas áreas de la economía, lo cual podría intentarse sin 
  recargar el presupuesto nacional, sólo a partir de sus 
  posibilidades y las relaciones que logre con empresas 
  cooperativas internacionales.  
   
  Las experiencias positivas que se deriven de tales 
  realizaciones, pudieran extenderse luego al resto de la 
  sociedad. A la inversa que China, la cual desarrolló polos para 
  experimentar con el capitalismo, nosotros podríamos desarrollar 
  polos para experimentar con el socialismo.  
   
  Las ideas del socialismo participativo, democrático y 
  autogestionario, tienen raíces históricas profundas en el 
  movimiento revolucionario y obrero cubano, que están en las 
  propias bases del Partido fundado por Martí para hacer la 
  Independencia y la nueva Cuba que él soñó. Deben, pues se lo han 
  ganado en la lucha, tener espacio en la prensa y en la práctica 
  social y económica de esta Revolución que nos pertenece a todos.
   
   
  La Habana, 6 de mayo de 2008.  
  Ver artículos relaciones en: 
   
  
  http://www.kaosenlared.net/rss/kaos_colaboradores_195.xml 
   
  
  http://www.oocities.org/es/amigos_pedroc/index.html
   
 
 | 
             
            
| 
Un tema y dos visiones | 
             
            
| 
   
 Bolivia: 
ganó el Sí en Pando y Beni 
Mery Vaca  
Bolivia 
BBC 
Beni y Pando 
aprobaron sus estatutos con un alto porcentaje. 
En 
Bolivia, los departamentos de Beni y Pando acudieron a las urnas 
este domingo para aprobar sus estatutos autonómicos, entre 
incidentes aislados.  
Según las 
principales cadenas de televisión, el SÍ a los estatutos 
autonómicos ganó en Beni y Pando con porcentajes superiores al 
80%, aunque los índices de abstención también fueron altos. 
 
El grupo de 
medios del grupo Prisa, integrado por la cadena televisiva ATB y 
el diario La Razón, luego de un conteo rápido informó que en Beni 
el 80,2% por votó por el Sí, mientras que en Pando el 81,8% dijo 
Sí a los estatutos autonómicos.  
La misma fuente 
indicó que el abstencionismo en Beni llegó al 34,5% y en Pando al 
46,5%.  
Según la Ley 
Marco del Referendo, la consulta es válida si supera el 50% de 
sufragios, en base a la lista de inscritos. Caso contrario, la 
consulta se anula.  
Ausentismo "delicado"  
El ejecutivo de 
la empresa Ipsos, Apoyo Opinión y Mercado Bolivia, que estuvo a 
cargo del conteo rápido, Luis Garay, dijo que el logrado en Pando 
es un "resultado estadísticamente delicado", por lo que hay que 
esperar los datos oficiales.  
Apenas conocidos 
los primeros resultados, ciudadanos de Beni y Pando salieron a las 
calles en motocicletas portando banderas verdes para festejar por 
la autonomía y por el revés que, según ellos, le dieron al 
presidente Evo Morales 
  
    "Autonomía 
    no es división, mucho menos separación. Nunca dejaremos de ser 
    benianos ni bolivianos" 
    Ernesto Suárez, prefecto de Beni  
 
El prefecto de 
Beni, Ernesto Suárez, encabezó una concentración popular en la que 
dijo que este resultado, el SÍ a la autonomía, "es la garantía de 
una férrea unidad nacional".  
"Autonomía no es 
división, mucho menos separación. Nunca dejaremos de ser benianos 
ni bolivianos", dijo entre aplausos. La autoridad convocó a dejar 
atrás "los odios y rencores".  
El prefecto de 
Pando, Leopoldo Fernández, se declaró "gratamente sorprendido con 
el resultado. Sabíamos que íbamos a ganar, pero no pensábamos que 
lo hiciéramos con tanta contundencia".  
Según Fernández, 
la autonomía permitirá a las regiones pasar del "centralismo 
pernicioso a la descentralización del país" y también logrará 
"sentar las bases para un futuro mejor".  
"Estatutos NO"  
Pando y Beni se 
sumaron, de esta manera, a la rica región de Santa Cruz, que el 4 
de mayo aprobó su estatuto con el 85,6% de los votos.  
La próxima y 
última región en ir a un referéndum autonómico será Tarija, el 22 
de junio.  
Esas cuatro de 
las nueve regiones de Bolivia Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija 
son las que desafían a Morales con procesos autonómicos que no 
están reconocidos en la Constitución Política del Estado. 
 
 Pando 
y Beni se suman a Santa Cruz, que el 4 de mayo aprobó su estatuto. 
Antes y durante 
la consulta, el gobierno apostó por el abstencionismo y desarrolló 
una sostenida campaña para que la gente no acuda a votar. 
 
Al término de la 
consulta, el ministro de Gobierno, Alfredo Rada, descalificó los 
resultados por los altos índices de ausentismo.  
Declaró que "en 
el departamento de Pando, podemos decir con toda claridad que este 
intento ilegal e inconstitucional de imponer estatutos ha sido 
firmemente rechazado por el pueblo pandino". Agregó que "el pueblo 
dijo autonomía SÍ pero estatutos NO".  
Incidentes  
Según las Cortes 
Departamentales Electorales de Beni y Pando, el referendo se 
desarrolló en el marco de la normalidad en la mayor parte de los 
territorios, salvo algunos bloqueos y pequeños enfrentamientos 
entre grupos autonomistas y sectores afines al gobierno de Evo 
Morales.  
 Hubo 
algunos enfrentamientos entre autonomistas y sectores afines a 
Morales. 
El incidente más 
serio se produjo en la localidad de Pando llamada Filadelfia, 
donde grupos afines a Morales bloquearon la carretera y quemaron 
algunas ánforas.  
El prefecto 
Fernández acusó al gobierno y a la policía de incurrir en 
"canalladas", por haber impedido el paso de los funcionarios de la 
Corte Electoral y, de esa manera, haber impedido que voten los 
ciudadanos de ese municipio.  
En Beni, en la 
localidad de Yucumo, también se presentó un bloqueo de rutas y en 
la ciudad de Trinidad, capital de Beni, se produjeron al menos dos 
incidentes con enfrentamientos entre grupos oficialistas y 
autonomistas.  
También en 
Trinidad, en el barrio Villa Corina, hubo choques con palos y 
piedras, mientras que grupos afines al gobierno y los autonomistas 
se enfrentaron mientras llegaban a Trinidad los prefectos de Santa 
Cruz, Rubén Costas, y de Tarija, Mario Cossío.  
Los seguidores de 
Morales trataban de impedir la llegada de ambas autoridades.
 
La imposición de 
las autonomías en cuatro regiones es el resultado de la crisis 
política que aqueja a Bolivia. La situación se complicó en 
noviembre de 2007, cuando el oficialismo aprobó un proyecto de 
Constitución Política del Estado sin la presencia de la oposición 
en la Asamblea Constituyente.  
---0--- 
Abstención y No suman 
56% de rechazo al estatuto en Pando y 47% al de Beni 
 
    Trinidad y Cobija, 01 jun (ABI).- Una jornada marcada por la 
violencia ejercida por grupos de choque y de relativa normalidad 
en las actividades cotidianas consolidó un rechazo de la 
abstención y del voto por el No del 56,23 por ciento al estatuto 
autonómico de Pando; y del 47, 19 por ciento en Beni. 
 
    Como también había ocurrido en Santa Cruz y a diferencia de 
otros procesos electorales, la abstención fue una alternativa 
asumida como rechazo a estatutos anticonstitucionales por el 
gubernamental MAS, movimientos sociales, sectores populares, 
sindicatos, intelectuales y profesionales de esas dos regiones. 
 
    La abstención en Pando estuvo a punto de darle una bofetada a 
un proceso ilegal impulsado por el prefecto Leopoldo Fernández ya 
que, según el segundo reporte de la red ATB, y sobre el 79 por 
ciento del conteo rápido de las mesas electorales, alcanzada al 
50.1 por ciento. 
 
    La alarma cundió entre los partidarios de Fernández, Podemos y 
de toda la denominada "media luna". Sin embargo, el conteo 
extraoficial ubicó finalmente a la abstención en el 46.5 por 
ciento equivalente a 13.480 personas de los 28.990 habilitadas 
para emitir su voto. 
 
    En tanto que el 18.2 por ciento votó por el No, que fue de 
2.823 votos válidos, dan un resultado de rechazo al estatuto 
pandino del 56,23 por ciento, equivalente a 16.303 personas. 
Mientras que el Sí obtuvo el 81,7 por ciento, equivalente a 12.671 
votos. 
 
     En cambio la abstención en el Beni, que fue del 34 por 
ciento, equivalente a 45.724 personas de los 134.483 habilitadas 
para emitir su voto, y el 20 por ciento del "No" que fue de 17.751 
votos válidos en la consulta, dan un resultado de rechazo al 
estatuto beniano del 47,19 por ciento, equivalente a 63.474 
personas, del total de inscritos en la Corte Departamental (CDE) 
en Beni. 
 
    En tanto que los votos por el Sí alcanzaron al 80 por ciento, 
equivalente a 71.007 votos. 
 
    Estas sumatorias y cifras se basan en los datos que ofreció la 
red ATB que dan cuenta que asistieron a votar en Beni 88.759 y un 
ausentismo considerado del 34 por ciento equivale a 45.724 
personas. En Pando fue superior en porcentajes que llegó al 46,5% 
que equivalente a 13.480 personas.  
 
    En ambos casos la gente simplemente no quiso votar, no tuvo 
tiempo para hacerlo o actuó fielmente con una causa. Con su 
abstención y el "No" expresaron su desacuerdo al estatuto y en 
algunos acataron la instrucción de sus dirigentes sociales para no 
votar en ese plebiscito al que consideran ilegal e 
inconstitucional. 
 
    Durante varias jornadas los movimientos sociales trabajaron 
convocando a sus bases por la abstención y en algunos casos 
instruyeron a votar por el "No", lo que arrancó en Beni y Pando la 
reacción violenta de los grupos de choque de unionistas pagados 
que pretendieron por la fuerza obligar a la gente a ser partícipe 
de la consulta y evitar el ausentismo. 
 
PREFECTOS 
 
    Sin embargo, en ambas regiones los prefectos y sus adeptos que 
votaron por el Sí saludaron, a su turno, la victoria que 
considerada aplastante. 
 
    El prefecto del Beni, Ernesto Suárez Sattori (Podemos), 
calificó de una "jornada histórica" que apunta a un desarrollo y 
el desligamiento definitivo del centralismo. 
 
   "El camino es largo, pero ya se ha dado el paso más importante 
que es la constitución de la autonomía con el Sí a la autonomía", 
dijo el político conservador. 
 
    A su vez, el prefecto de Pando, Leopoldo Fernández, ante sus  
seguidores concentrados en la plaza Central, dijo que fue este 
acontecimiento trascendental es el punto de inflexión que da 
inicio a una nueva vida. 
 
    "El pueblo pandino venció a todos aquellos que hicieron lo 
humanamente posible para que la voz del pueblo no pueda expresarse 
en democracia", afirmó Fernández, quien no se refirió en su 
discurso sobre la marcada abstención. 
 
GOBIERNO 
 
    El Gobierno concluyó que los procesos de consulta y encuestas 
caras en Beni y Pando han demostrado que internamente están 
divididos y que la gente quiere autonomía, pero no con los 
estatutos actuales. 
 
    "A la ilegalidad y la inconstitucional no vinculante se debe 
agregar la esterilidad del voto", afirmó el ministro de Gobierno, 
Alfredo Rada, al recordar que ya en Santa Cruz también se realizó 
una jornada con estas mismas características de violencia y nivel 
de división interna. 
 
    Manifestó que más allá Más que mediáticamente se pretenda 
manejar tergiversando por algunos medios de comunicación ocultando 
el dato del ausentismo, se dio un claro mensaje de rechazo al 
estatuto en estas regiones donde se realizó la consulta este 
domingo. 
 
    Las abstenciones en Beni y Pando en la consulta de este 1 de 
junio es una de las más grandes de ese departamento, pues nunca se 
vio una cifra tan alta desde que la Corte Nacional Electoral (CNE) 
introdujo el sistema Sirena de control del Padrón Electoral que 
automáticamente depura a la gente que no participó en una anterior 
elección, ya sea por muerte u otra causa. 
 
    En la elección del 18 de diciembre del 2005, cuando Morales 
fue electo como Jefe de Estado con el 53.7 por ciento de votos, el 
grado de abstención fue de 15.49 por ciento a nivel nacional, es 
decir que no votaron 568.735 personas, sobre un total 3.442.536 
habitados en el padrón electoral. 
 
     Es decir, que nunca, desde la implementación del sistema 
Sirena y este proceso democrático de 26 años, de depuración 
autonómica de quienes no votan en una elección, se había 
presentado un grado tal de abstención que promovieron en esta 
oportunidad sectores políticos y sociales contrarios a los 
estatutos beniano y pandino. 
 
    Santa Cruz ya fue la alerta porque la abstención histórica del 
37.90 por ciento, equivalente a 354.815 personas de los 936.048 
habilitados para votar, y el 14.4 por ciento del "No", que fue de 
80.380 votos, además de nulos y blancos (22.981 votos) en la 
consulta del 4 de mayo. 
 
    Es decir que esos números reflejan un rechazo al estatuto 
cruceño del 48.94 por ciento del padrón electoral, equivalente a 
458.176 personas, de un total de 936.048 inscritos por la Corte 
Departamental (CDE) de este departamento. 
Rq/Dgav 
 
ABI 
 | 
             
            
 | 
 | 
             
           
          
         
       |