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                                TABLÓN: Artículos de hoy
               
              Si le digo, le 
              engaño (Bush) 
              Rafael Morales 
              Como estaba anunciado. El periplo de 
              George Walker Bush por Oriente Medio tenía la finalidad principal 
              de fortalecer la alianza contra Irán con las monarquías semi 
              feudales del Golfo y Egipto, ejemplos de escrupulosa democracia. 
              Acuerdos de este tipo van acompañados por millonarias venta de 
              armas, naturalmente, oportunidad aprovechada también por Nicolas 
              Sarkozy para aparecer por Riad, lucirse y disputarle la foto al 
              gringo. Entre Francia y Estados Unidos colocarán en aquel mercado 
              armas valoradas en 35.000 millones de euros. La paz aparece como 
              prioridad a reventar siempre que las circunstancias lo permitan. 
              Para conseguirlo, riegan la opinión pública con embustes mil veces 
              repetidos. He ahí el estilo de Bush. Sarkozy se abstiene de 
              enredar con boberías. Ejerce como intermediario patriótico de las 
              empresas gabachas y basta. 
               
              Abu Dhabi fue el escenario que usó Bush para repetirse hasta el 
              hastío. “Las acciones de Irán -advirtió el presidente- amenazan la 
              seguridad de las naciones en todas partes. Por lo tanto, Estados 
              Unidos está fortaleciendo sus compromisos de seguridad con 
              nuestros amigos en el golfo Pérsico y convocando a sus amigos en 
              todo el mundo para afrontar este peligro antes de que sea 
              demasiado tarde.” ¿Es que no pueden inventarse algo mejor? ¿En qué 
              consiste la amenaza a “la seguridad de las naciones en todas 
              partes”? ¿Qué naciones? La acusación de que los ayatolas intentan 
              dotarse de armas nucleares quedó desmentida tanto por los 
              servicios de espionaje gringos como por la Asociación 
              Internacional de la Energía Atómica. De ahí que, entre otras 
              razones, muchos amigos le hayan dado hasta ahora la espalda a los 
              neoconservadores estadounidenses en el proyecto de iniciar una 
              aventura militar contra Irán.  
               
              Las palabras gruesas no modifican los hechos. “Irán -insistió Bush- 
              es el principal patrocinador mundial del terrorismo de Estado. 
              Teherán gasta cientos de millones de dólares para financiar grupos 
              terroristas como Hamas, Yihad Islámica, y dan armas a los 
              talibanes y a las milicias chiíes en Irak”. Condoleezza Rice 
              intentó demostrar en su día que Irán era el banco que financiaba 
              el terrorismo mundial. Las risas dieron la vuelta al mundo, aunque 
              los medios de comunicación no las recogieron. La secretaria de 
              Estado aportó tantas pruebas para reforzar su afirmación como 
              acaba de hacer Bush en los Emiratos: ninguna. Hay dos niveles de 
              respuesta. Irán tiene el derecho de buscarse amigos en la región 
              tanto como Bush.  
               
              El otro nivel provoca malestar a la inteligencia de cualquiera. 
              Karzai, el presidente cipayo de Afganistán, destacó en varias 
              ocasiones que Irán ayuda a Kabul en la lucha contra los talibanes. 
              Hamas es la fuerza política más votada por los palestinos y domina 
              Gaza. Sin esta formación, el estado palestino prometido por 
              Washington los días de fiesta es sencillamente imposible. El 
              ejército estadounidense no encuentra las armas supuestamente 
              enviadas por los ayatolas a sus colegas chiíes iraquíes. 
              Desconozco si se trata de un olvido, pero Bush no se refirió a 
              Hezbolá como otro grupo terrorista alimentado por la maldad iraní. 
              En realidad se trata de una fuerza política de gran implantación 
              en Líbano y verdugo del ejército israelí.  
               
              Señaló avances de la democracia en la región entre sus aliados del 
              Golfo, aunque se abstuvo de señalar un solo caso. Ese mismo día 
              surgió un informe de Human Rights Watch (HRW) sobre la pena de 
              muerte en Arabia Saudí, país aliado que aumentó más que ningún 
              otro las ejecuciones durante el año pasado. Decapitar es la forma 
              de aplicar la pena capital pues para algo está la sharia. Dicen 
              que la coincidencia entre la aplicación de la habitual horca iraní 
              y la decapitación saudí consiste en que en los dos casos son 
              públicas, pero que los jefes saudíes impiden la publicidad y las 
              imágenes. Me parece que la diferencia de fondo estriba en otro 
              aspecto. Critican a los iraníes y pasan por alto las barbaridades 
              en Arabia Saudí porque los primeros no se someten a la política de 
              Washington y los otros sí, y tan a gusto. La democracia puede 
              esperar, la venta de armas no. 
               
              La asignatura 
              pendiente de George W. Bush 
              Adrián Mac Liman 
              Cuando los portavoces de la Casa 
              Blanca revelaron los detalles de la gira de George W. Bush a 
              Oriente Medio, los politólogos fueron incapaces de ocultar su 
              escepticismo. El actual periplo del presidente estadounidense, que 
              los comentaristas no dudan en calificar de “último desplazamiento 
              importante” antes del final de su mandato, es, según los 
              orientalistas, la verdadera asignatura pendiente de la 
              administración republicana. 
               
              Durante más de siete años, el inquilino de la Casa Blanca se 
              resistió a tomar cartas en el conflicto que opone a israelíes y 
              palestinos, considerando que Norteamérica tenía el deber de 
              centrar su política en la “guerra global contra el terrorismo”, es 
              decir, en una lucha sin cuartel contra el radicalismo islámico. 
              Sin embargo, la estrategia a la vez miope y selectiva de 
              Washington hacía caso omiso de un factor clave: las raíces del 
              malestar generado en el mundo árabe por el apoyo incondicional de 
              Estados Unidos a la política de Israel. Un apoyo que los árabes 
              consideran discriminatorio e injusto, teniendo en cuenta que la 
              compleja cuestión palestina requiere un análisis más profundo y 
              sosegado por parte de la mayor potencia de Occidente. Aún así, la 
              Administración Bush prefirió dirigir sus miradas hacia Kabul y 
              Bagdad, escenarios de sangrientos enfrentamientos bélicos, de 
              dudosas victorias militares, de inevitables fracasos políticos y 
              estratégicos. Mientras israelíes y palestinos parecían poco 
              propensos a contener la espiral de la violencia, el Pentágono y el 
              Departamento de Estado diseñaban nuevos planes destinados a acabar 
              con el “terrorismo islamista” en Afganistán, Pakistán, Irak o… 
              Irán. Curiosamente, en la mayoría de los casos, la mal llamada 
              democratización de la zona dependía ante todo de la intervención 
              de los ejércitos occidentales. La pugna entre israelíes y 
              palestinos seguía siendo la excepción; nadie se atrevía a 
              contemplar el envío de una fuerza internacional en la frontera de 
              Israel con los territorios palestinos. La propuesta, formulada en 
              reiteradas ocasiones por la OLP o la ANP, tropezó con la negativa 
              de los occidentales.  
               
              Las autoridades de Tel Aviv aprovecharon al máximo la psicosis 
              generada por los atentados del 11-S, 7-J y 11-M para endurecer su 
              postura frente a los palestinos, tratando al mismo tiempo de 
              dinamitar las incipientes estructuras nacionales ideadas por la 
              ANP de Yasser Arafat. Un extraño cúmulo de circunstancias (y de 
              errores) llevó al distanciamiento entre los poderes fácticos de 
              Tel Aviv y Ramala. La crisis se fue acentuando en los últimos 
              años, tras la desaparición de Arafat y la victoria de los 
              radicales de Hamas en las elecciones generales celebradas en 
              Palestina en enero de 2006. Los intentos de sofocar a los 
              radicales islámicos desembocaron, sin embargo, en la división de 
              los territorios palestinos. Desde el pasado mes de mayo, Hamas 
              gobierna en solitario en la Franja de Gaza, mientras que las 
              fuerzas de Al Fatah, fieles al presidente Majmud Abbas, controlan 
              Cisjordania. La Conferencia de Anápolis, celebrada bajo los 
              auspicios de la presidencia norteamericana, trató de encontrar una 
              solución (¡otra más!) a la crisis. La iniciativa de última hora de 
              contemplar la creación de un Estado palestino antes de finales de 
              2008, fecha fatídica para el actual inquilino de la Casa Blanca, 
              parece poco convincente. Sin embargo…  
               
              Sin embargo, George W. Bush decidió apurar los últimos meses de su 
              mandato para lograr un acuerdo entre los dos contrincantes. Es 
              obvio que los obstáculos insuperables –fronteras del nuevo Estado 
              palestino, la capitalidad de Jerusalén, la normativa de seguridad 
              o el derecho de retorno de los refugiados– siguen entorpeciendo el 
              ya de por sí difícil diálogo entre dos gobiernos débiles, el 
              israelí y el palestino. Pero el presidente estadounidense no se da 
              por vencido: durante su visita a Jerusalén y Ramala, Bush reiteró 
              su apuesta por una solución milagrosa del conflicto, que le 
              permitiría terminar su mandato convirtiéndose en el… pacificador 
              de la zona. Bush, ¿pacificador? Conviene recordar que la paz es la 
              auténtica asignatura pendiente de George W. Bush.  
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                                de/para los amigos que me escriben:
          
               De: Ramón 
              Rochamonroy 
              Asunto: Envío de un artículo del Padre Gregorio Iriarte, sacerdote 
              oblato muy comprometido con las luchas populares y con la 
              verdadera democracia. 
              CRITERIOS DE DISCERNIMIENTO 
              FRENTE A LA  
              SITUACIÓN ACTUAL  
              P. Gregorio Iriarte o.m.i. 
              Nos toca vivir en 
              Bolivia una etapa de graves tensiones y peligrosas confrontaciones 
              que nos exigen el tomar posición frente a actual conflictividad. 
              Señalamos algunos de esos retos: definirse por la legalidad o la 
              ilegalidad de la nueva Constitución; analizar los cuatro niveles 
              de autonomías; discernir sobre las autonomías de facto con sus 
              respectivos estatutos y competencias; aclarar lo que se entiende 
              por un Estado plurinacional; participar y votar conscientemente en 
              los tres o cuatro referéndums que tenemos por delante; tomar 
              posición, si cabe, en el conflicto acerca de la Sede del Gobierno 
              con Capitalidad plena… etc. 
               
              Vemos, por otro lado, que tenemos ante nuestros ojos el reto de 
              una sociedad, no sólo fraccionada y dividida, sino también 
              enfrentada y agresiva, en la que se llega, constantemente, al 
              insulto y a la provocación.  
               
              Necesitamos todos serenidad, mucha serenidad, para llegar a un 
              discernimiento veraz y lo más objetivo posible frente a este 
              situación, tan compleja, que nos toca vivir. 
               
              Como principio orientador de nuestra reflexión podríamos servirnos 
              de la siguiente frase: 
               
              “Las batallas en democracia se ganan con las urnas no con las 
              armas ni con los palos…”  
               
              1) Nuestra contribución a la pacificación de los ánimos 
               
              Somos conscientes de que Bolivia debe cambiar y que ese cambio 
              debe ser profundo: que hay que diseñar un modelo de Estado que 
              relegue el centralismo, el exclusivismo, la marginalidad, la 
              extrema pobreza, la concentración del dinero y de la tierra…. que 
              impulse un desarrollo integral, que acabe con el modelo 
              neo-liberal, con la globalización, con la discriminación, con la 
              exclusión, con la xenofobia, con la marginación, con la falta de 
              equidad… etc.  
               
              Pero, como todos sabemos, eso es muy difícil de lograrlo ya que 
              afecta, no sólo a grandes intereses económicos, sino también a la 
              mentalidad tradicional de nuestro pueblo. 
               
              Proponemos algunas normas elementales que se deberíamos tener 
              presentes para orientar nuestro pensar y nuestro actuar: 
               
              Se debe aceptar, en primera instancia, la diversidad, la 
              pluralidad y la horizontalidad como bases fundamentales para 
              re-establecer la pacífica convivencia en el país. Bolivia es 
              eminentemente plural, tanto en su ser nacional, como en sus 
              posibilidades económicas, sociales y culturales.. Hay que 
              articular entre sí esas realidades y esas potencialidades. Es 
              necesario, para ello, avanzar hacia el consenso y no hacia el 
              enfrentamiento. En la complementariedad está el secreto del éxito 
              y no en la dominación, la confrontación o en el mutuo 
              desconocimiento.  
               
              2) El sujeto del cambio. 
               
              El liberalismo decimonónico ponía como el principal agente del 
              cambio a la burguesía y el marxismo, al proletariado. Nuestro 
              Gobierno propone como agente del cambio a las organizaciones 
              populares, en concreto, a los pueblos indígenas. 
               
              Quisiéramos exponer algunas ideas que responden a nuestros 
              principios cristianos de educación liberadora en relación al 
              cambio y a su principal agente. 
               
              El sujeto y protagonista del cambio debe ser el propio pueblo, no 
              el Gobierno. El compromiso transformador debe partir, 
              prioritariamente, desde el área antropológica, para pasar después 
              al área económica, política, religiosa, social y cultural….etc 
               
              Esto significa que, en primer lugar, el marginado y excluido debe 
              ser aceptado y valorado como persona y como sujeto de derechos y 
              deberes y no como soporte de los Gobiernos o como instrumento de 
              lucha política-partidista. Ni siquiera debería ser considerado 
              como objeto de dádivas o regalos. “Nunca se debe dar en forma de 
              caridad lo que se debe otorgar en razón de justicia” (D.P. 1.435) 
               
              La pobreza en sí, como grave carencia de bienes materiales 
              absolutamente necesarios, es algo muy negativo, pero la base de 
              una verdadera promoción no está vinculada tanto a una mejora en 
              los ingresos económicos cuanto a que nuestros campesinos, nuestros 
              indígenas… recuperen su dignidad de personas con todos los 
              derechos y deberes de auténticos ciudadanos. 
               
              Cuando hablamos de visión antropológica, valoramos sobre todo, lo 
              educativo, la conciencia de la propia dignidad, la autoestima, el 
              desarrollo de los derechos de ciudadanía, la identidad personal y 
              cultural…. etc. 
               
              Sin embargo no es nada fácil lograr que el pueblo llegue a ser el 
              sujeto y protagonista de su propio cambio socio-económico. Son 
              muchos y muy grandes los obstáculos. Es imposible lograrlo cuando 
              vemos que predomina el dirigismo y el caciquismo, cuando se actúa 
              con mentalidad asistencialista y paternalista, cuando se propicia 
              un corporativismo cerrado, con obligatoriedad de asistencia a 
              marchas u otro tipo de manifestaciones, bajo la presión y el cobro 
              de multas y otros castigos….etc.  
               
              Nunca debería olvidarse que, en la medida que todo mal dirigente o 
              mal educador quita conciencia de poder al pueblo, en realidad, le 
              quita poder.  
               
              3) El verdadero desarrollo está en las personas. 
               
              El autentico desarrollo siempre debe ser endógeno es decir, tiene 
              que nacer desde abajo, desde adentro, desde las entrañas mismas 
              del pueblo. 
               
              Al pobre, al oprimido, se le ha quitado el sentido de su propia 
              dignidad. Este es el más nocivo de los robos y el más necesario y 
              urgente de ser restituido. Ahí está nuestra misión de verdaderos 
              educadores y orientadores de nuestro pueblo. 
               
              Mientras el pueblo, como organización y como personas, no ejerza 
              plenamente el protagonismo que le corresponde, será siempre 
              dependiente y manipulable. 
               
              El cambio profundo y total tiene en esto su razón de ser y en ello 
              radica la posibilidad del triunfo. De otro modo, se darán, sin 
              duda, cambios reformistas, que pueden ser muy positivos, pero 
              nunca hay que olvidar que el verdadero cambio está en la personas, 
              está en ese pueblo, en ese mismo pueblo tan marginado, despreciado 
              y oprimido.  
               
              4) Hacia el verdadero cambio profundo y total 
               
              Sin un auténtico cambio en la escala de valores es imposible el 
              cambio profundo que el Gobierno de Evo lo propone como prioridad y 
              que, en lo fundamental, lo apoyamos. 
               
              Nuestro pueblo votó por el cambio en el marco de una revolución 
              pacífica, pero toda verdadera revolución es, en el fondo, una 
              revolución moral. Lo demás es reformismo. Donde los objetivos 
              éticos no estén claramente formulados o asumidos, esos proyectos 
              socio-políticos terminan en el fracaso. 
               
              Frente a la terrible crisis de valores que afecta a nuestra 
              sociedad hay que plantarse las exigencias de un verdadero rearme 
              moral y diseñar, para ello, las estrategias conducentes a un 
              cambio en la escala de valores.  
               
              La opinión pública de Bolivia pide y exige un cambio real y 
              auténtico. Muchos piensan que lo principal para lograr ese cambio 
              es acabar con el modelo neo-liberal. 
               
              Sin embargo, lo que caracteriza fundamentalmente, la maldad y la 
              injusticia de ese modelo tiene relación directa con los anti-valores 
              que lo sustentan.  
               
              El neo-liberalismo es un modelo aplazado en ética: no parte de la 
              aceptación y vigencia de los valores humanos, antepone el capital 
              al trabajo y el dinero a las personas. Para el modelo neo-liberal, 
              el crecimiento económico es más importante que la calidad de vida 
              y la concentración del dinero se prefiere a la equidad. Ese 
              modelo, dentro del cual todavía nos debatimos, valora más la 
              estabilidad económica que la justicia social; el individualismo, 
              más que la solidaridad; el “tener” más que el “ser” y la 
              apariencia es más importante que la realidad. Dentro de la falsa 
              escala de valores en la que vivimos, la exterioridad vale más que 
              la interioridad y el cuerpo mucho más que el espíritu. Mientras el 
              individualismo está cada vez más presente en nuestro pueblo, se 
              van perdiendo, al mismo ritmo, los valores de la comunidad. 
               
               
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             Podemos percibir, 
            así mismo, cómo la alienación empuja a nuestra juventud hacia la 
            pérdida gradual y progresiva de su propia identidad cultural, social 
            y religiosa.  
             
            El gran horizonte del cambio auténtico no llegará si no se da un 
            cambio radical en el área de la ética. 
             
            Por otro lado, percibimos, cada vez más presentes, la inseguridad 
            ciudadana, los robos, el consumismo, el regionalismo, el 
            divisionismo, la confrontación, la agresividad…. 
             
            Hay que avanzar en la profundización de los valores tradicionales de 
            nuestro pueblo, como ser la fraternidad, la solidaridad, la 
            tolerancia, la justicia social, la equidad, el respeto a la vida… Es 
            evidente que si eso no se logra, no podrá darse ningún cambio 
            significativo.…. 
             
            Necesitamos una auténtica revolución moral de las conciencias y de 
            las instituciones. El pueblo no quiere cambios que nada cambian.  
             
            Pero esos cambios, o serán de tipo ético-moral , o serán nada. 
             
            5) Es imprescindible la formación en los valores 
             
            Nuestro pueblo necesita una formación sistemática en los valores de 
            la ciudadanía, que deberían estar presentes en todo el sistema 
            educativo. Nuestros colegios se deberían distinguir, no sólo por el 
            desarrollo del área de los conocimientos, sino, y sobre todo, por el 
            área de los valores personales y sociales. 
             
            Existe una estrecha relación entre la profunda crisis de valores en 
            la que se debate nuestra sociedad y nuestro sistema educativo, 
            esencialmente instrumental, funcionalista, neutro, sin opciones para 
            el cambio y el compromiso social, sin confrontación con los 
            problemas del país y sin contenidos éticos. 
             
            Con honrosas excepciones que, por cierto, las hay, parecería que 
            tenemos una educación para no pensar, para no analizar, para no 
            cuestionar, para no auto-formarse… orientada, fundamentalmente, 
            hacia las notas, hacia el título, hacia el examen, pero no hacia la 
            vida. 
             
            La educación que tenemos no lleva, por lo general, hacia actitudes y 
            actividades creativas y transformadoras. Lo repetitivo es como el 
            eje sobre el que gira todo este sistema memorístico, libresco y anti-formativo.
             
             
            Es una educación ajena a nuestra cultura y a sus valores, a nuestra 
            realidad socio-política y a sus problemas. El texto y los 
            policopiados siguen siendo lo esencial como elementos para la 
            memorización . 
             
            Es una educación perezosa, estática y terriblemente individualista. 
            El “yo” ha desplazado totalmente al “nosotros” y el ansia de 
            sobresalir, aún a costa de los otros, la convierten en una especie 
            de pugilato anti-solidario y anti- democrático. Es un sistema 
            educativo que no acompaña al pueblo en su caminar histórico, tan 
            difícil, tan complicado y cuestionador. 
             
            El “aprender a ser” debería constituirse en el gran objetivo 
            transformador que actualmente busca nuestra sociedad.  
             
            6) Actitudes que deberíamos tener presentes frente a la actual 
            polarización 
             
            En el momento actual, una de las ideas que deberíamos tener muy 
            presentes como formadores de opinión es la de evitar todo lo que 
            pueda llevar hacia una mayor polarización y exacerbación de los 
            ánimos.  
             
            - Esa polarización no se da, sólamente, en el ámbito de lo político. 
            Está presente también, aunque a distintos niveles, dentro de los 
            medios de comunicación, en las organizaciones sociales y aún dentro 
            de las propias familias. 
             
            - Es muy conveniente tener presente que, en la actual coyuntura tan 
            exacerbada, tienen más presencia e influencia los sentimientos que 
            las ideas. 
             
            - Se da, actualmente, frente al Gobierno de Evo una lucha, no sólo 
            de ideas sino, sobre todo, de simpatías y de antipatías, de 
            admiración y de rechazo frontal. Debemos partir de algo que es 
            fundamental en la convivencia: los sentimientos siempre se deben 
            respetar. Uno puede querer más a su familia, a su patria, a su 
            región, a su pueblo o a su equipo de futbol… y no es por ideas, sino 
            por sentimientos. Los sentimientos son patrimonio exclusivo de cada 
            persona y, por lo tanto, siempre deben ser respetados. 
             
            - Es inútil, y hasta muy negativo para la convivencia, el discutir, 
            aparentemente, sobre ideas, cuando, en realidad, son los 
            sentimientos los que predominan. De ahí que deberíamos evitar 
            prudentemente, esos pugilatos verbales que envenenan nuestras buenas 
            relaciones personales y sociales. Siempre debe primar el respeto 
            hacia lo que piensan y sienten los demás. 
             
            - El pueblo mayoritariamente confió y sigue confiado en los cambios 
            profundos que el Gobierno actual quiere hacer realidad. Sin embargo, 
            podemos percibir se va perdiendo apoyo y que los grandes objetivos 
            comienzan a diluirse dentro del marco de la lucha 
            político-partidista por el poder.  
             
            - Ha existido en el Gobierno gran dosis de ingenuidad y de 
            mesianismo socio-político. Los ideales eran buenos, pero los medios 
            que se tomaron para hacerlos realidad no han sido los más adecuados. 
            Ha habido excesiva seguridad y muy poca ductibilidad así como mucho 
            apresuramiento y poca planificación. 
             
            - No es legítima una postura de pura neutralidad que algunos 
            proponen. Menos todavía el apoyo a quienes pretenden cerrar el paso 
            a cambios legítimos y necesarios.  
             
            - Hay que partir del hecho de que el Gobierno actual goza de plena 
            legalidad y de reconocida legitimidad. Por lo tanto, todo movimiento 
            o acción antigubernamental que vaya en contra de los principios 
            democráticos debe ser rechazada y catalogada como subversiva.  
             
            - Nuestra postura tiene que ser orientada por una función crítica 
            profética. Deberíamos ser positivamente críticos. 
             
            - En el momento actual, de tantas tensiones y tantas confusiones, 
            debemos defender abiertamente la unidad del país frente a cualquier 
            tipo de fraccionamiento. No debemos aceptar que bajo consignas 
            regionalistas legítimas se escandan propuestas separatistas o 
            secesionistas. 
             
            - Hay que defender el sistema democrático nacional y sus principales 
            instituciones que son las que lo garantizan, como ser: la Corte 
            Suprema de Justicia, el Tribunal Constitucional, la Corte Electoral, 
            tanto Nacional como Departamental, la Contraloría de la República, 
            el Poder Legislativo…etc. 
             
            - Hay que propiciar el diálogo, no solamente en las principales 
            instituciones a nivel nacional, sino también en espacios 
            departamentales, municipales y locales. 
             
            - Habría que criticar y denunciar abiertamente todos los discursos y 
            todas las actitudes y acciones que defiendan la violencia, en 
            cualquier bando y por cualquier motivo.  
             
            - Se debe insistir el que la modernización del Estado y en una 
            verdadera descentralización que tiene que ser resultado de acuerdos 
            políticos regionales y departamentales. 
             
            - Los estatutos autonómicos deben nacer en la legalidad y ser 
            integradores, solidarios y progresivos, evitando siempre la división 
            y la atomización del Estado. 
             
            - Se debería evitar desde un principio que la territorialización de 
            las autonomías regionales e indígenas lleven al país a una lucha 
            interminable para definir sus fronteras.  
             
            - Debe evitarse que la crítica legítima y oportuna a ciertas 
            acciones políticas del Gobierno puedan ser interpretadas como 
            posiciones partidistas, vinculadas a los grupos radicalmente 
            opositores.  
             
            - Seria muy lamentable que pudiera decirse en el futuro que este 
            gran proyecto gubernamental fracasó por culpa de los medios 
            autónomos de comunicación social, o de instituciones ajenas a la 
            lucha político-partidista.  
             
            Nos quedamos con la advertencia de San Pablo “No extingan el 
            Espíritu, ni desprecien lo que dicen los profetas. Examínenlo todo y 
            quédense con lo bueno, donde quiera que lo encuentren" (1 Tes. 5,9) 
             
            Y con el lema :”La democracia se defiende en las urnas, no con las 
            armas y los palos”. 
             
            Cochabamba 26 de Diciembre del 2007  | 
             
          
            
              | 
                  Mensajes 
                desde Cuba:
                
 De: A. Montano 
                Asunto: Artículo de Luis Sexto aparecido en el diario "Juventud 
                Rebelde" 
                
Cuatro palabras 
                Luís Sexto 
 
Correo: sexto@enet.cu  
 
11 de enero de 2008 00:00:22 GMT 
El pasado domingo, un reportaje de JR recogió la queja de algunos lectores 
acerca de que ya no se exhiben, como antes, las páginas de los periódicos en los 
cristales de los estanquillos, de modo que puedan multiplicar su alcance. 
Evidentemente, las tiradas son deficitarias comparándolas con la demanda de los 
lectores. Me eché a reír, sin ánimo de burlarme. Pensé que es imposible hoy 
mostrar las diversas páginas de un diario como en una vitrina: los estanquillos 
—al menos en la capital— carecen de cristales; son metálicos, por delante, por 
detrás y por sus costados.  
Puede parecer ofensivo decirlo, pero estamos ante un absurdo cuyo origen puede 
ser la tan socorrida falta de recursos. Y a simple vista es un absurdo, porque 
lo que está puesto a la venta necesita mostrarse y no guardarse como en una 
especie de caja fuerte, que eso mismo parecen los estanquillos. Pero no me quedo 
en esta esquina. He usado el ejemplo como resorte para extender mi comentario. A 
veces percibo que en nuestra sociedad hay más de un absurdo: quizá una cadena 
que nos ata y nos incapacita hasta para percatarnos de nuestras contradicciones. 
 
Cadena de absurdos dice uno y no por ello puede pensarse que vivimos en una 
sociedad absurda. Como suele suceder, las generalizaciones son muy injustas. En 
Cuba se palpa una coherencia: sabemos lo que buscamos y queremos desde el punto 
de vista social: una nación fundada sobre bases de equidad, igualdad, valores 
humanos como la solidaridad, la fraternidad, y organizada políticamente bajo 
empeños tan primordiales como la preservación de la independencia y el 
predominio de la democracia participativa. No me parece que andemos, al menos la 
mayoría de los ciudadanos de este país, queriendo cosa distinta. Somos, en ese 
aspecto, consecuentes con la vocación histórica de nuestra nación. 
 
  
               | 
              
                    
                Las inconsecuencias, sin embargo, empiezan en las formas y métodos con que 
pretendemos concretar eficiente y efectivamente los ideales que la Revolución 
nos puso como sentido de nuestra vida hará pronto 50 años. Algunos de nosotros 
                han extraviado el sentido crítico y ven la realidad a través de 
                un tubo de poca luz, casi como a través del cañón de una 
                escopeta. Por supuesto, por ese hueco se aprecia un cuadro tan 
                estrecho que resulta casi imposible valorar justamente la 
                situación y el desarrollo de las cosas. 
 
Si fuéramos a escoger ahora, a principios del año, las cuatro palabras básicas 
que deberían ser la guía de nuestras acciones, este comentarista elegiría 
flexibilidad, racionalidad, realismo y correspondencia. Leídas de pronto parecen 
no tener ninguna relación. Pero, precisamente, porque a veces hemos intentado 
enfocarlas y ejercerlas sin ninguna conexión es que hoy tantos actos se nos 
presentan de manera inconsecuente. 
 
¿Qué nos daría la flexibilidad, por ejemplo? La flexibilidad sería una de las 
formas de la racionalidad, es decir, el predominio de la sensatez en nuestro 
proceder como sociedad. Flexibilizando nuestros conceptos sobre el orden, la 
libertad, la justicia, el individuo, veríamos el conjunto de la gente y los 
hechos más racional y democráticamente. Y así miraríamos la situación del país 
con realismo; sabríamos discernir entre lo posible y lo imposible; lo 
conveniente y lo inconveniente; lo urgente y lo mediato; lo externo y lo 
interno. Tendríamos un criterio sistémico, universal, de la congruencia entre el 
ser y el querer ser, entre lo que ha de permanecer y lo que debe ceder su 
espacio a ideas más frescas y creadoras, porque su tiempo ya feneció. 
 
Desde luego, con esa claridad se nos facilitaría la correspondencia entre acción 
y palabra, entre principios y hechos, entre política y retórica, entre reflexión 
e improvisación. Y sobre todo, la correspondencia entre los deseos de perdurar 
como proyecto revolucionario y las demandas primordiales para alcanzar la 
perdurabilidad. Los deseos no bastan. Son arteros. A veces nos obligan a poner 
los ojos en las flores del horizonte y nos prohíben ver las rosas que crecen 
bajo nuestra ventana. Flexibilidad, racionalidad, realismo y correspondencia. 
Cuatro palabras. Me gustaría tratarlas por separado, a partir del vienes 
próximo.  | 
             
            
              | Un
                                        tema y dos visiones | 
             
            
              
              
              
              Lula en Cuba 
              Fernando Ravsberg 
              La Habana
               El 
              presidente brasileño, Luis Inacio Lula da Silva llegó la noche de 
              este lunes a La Habana para iniciar una visita oficial de 24 
              horas.  
               
              Fue recibido por el ministro de relaciones exteriores de Cuba, 
              Felipe Pérez Roque.  
               
              Lula tiene previsto la firma de importantes acuerdos que ampliarán 
              las relaciones comerciales y las inversiones entre los dos países, 
              entre otras la prospección petrolera en las aguas profundas del 
              occidente de la isla.  
               
              También se prevén contratos para la construcción de carreteras en 
              Cuba, el montaje de una fábrica de lubricantes e inversiones en el 
              sector turístico.  
               
              El propio Lula anunció en Brasil que además se colaboraría en la 
              creación de laboratorios médicos.  
               
              El comercio entre ambos países podría verse fortalecido con un 
              aumento de las importaciones cubanas de alimentos gracias a una 
              línea de crédito brasileña que se situaría alrededor de los 200 
              millones de dólares.  
               
              Comercio en expansión  
               
              En el año 2006 el comercio entre los dos países alcanzo la cifra 
              de US$375 millones, de los cuales US$312 millones fueron de 
              exportaciones brasileñas a Cuba, convirtiéndose para La Habana en 
              el segundo socio comercial de América Latina después de Venezuela.
               
               
              En este viaje el presidente Lula llegó acompañado de los ministros 
              Celso Amorín, de Exteriores; Miguel Jorge, de Desarrollo, 
              Industria y Comercio; Fernando Haddad, de Educación; José Gómez, 
              de Salud y el presidente de la petrolera Petrobras, José Sergio 
              Gabrielli.  
               
              Están previstas reuniones con el presidente interino de Cuba, 
              General Raúl Castro, con el presidente del parlamento, Ricardo 
              Alarcón, y mañana en la tarde podría reunirse también con Fidel 
              Castro.  
               
              Aún no hay certeza de que la reunión con Fidel se produzca, según 
              fuentes brasileñas eso dependerá de la decisión de los médicos por 
              lo que el encuentro entre los dos presidentes podría ser un 
              medidor del estado de salud de Castro.  
               
              Junto al avión el gobierno cubano tenía preparado un micrófono 
              para que Lula conversara con la prensa pero este denegó la oferta, 
              se montó en el automóvil de protocolo y abandonó el aeropuerto 
              inmediatamente.  
               
              Tema sensible  
               
              Las relaciones con Cuba son un tema sensible para Lula quien 
              durante toda su carrera política se mantuvo ideológicamente 
              cercano a La Habana y aliado a Fidel Castro a quien califica aún 
              hoy de "amigo personal".  
               
              Sin embargo, una vez asumida la presidencia de su país, las 
              relaciones entre ambos gobiernos no fueron lo esperado.  
               
              Incluso después de su primer viaje a la isla las inversiones 
              brasileñas no crecieron al ritmo y en los sectores planificados.
               
               
              En el terreno político la distancia entre los dos líderes aumento 
              también, llegando a hacer crisis con el tema de los 
              biocombustibles.  
               
              Estos fueron promovidos por Lula y condenados por Fidel, quien 
              advirtió la suba de los precios en los alimentos que eso 
              provocaría.  
               
              Sin embargo, ambos presidentes han tenido buen cuidado de que la 
              polémica pública sea cordial, evitando los ataques personales y 
              "comprendiendo" siempre las posiciones adoptadas por la otra 
              parte.  
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              Presidente de Brasil llega a Cuba en visita oficial 
              La Habana, 14 ene (PL) El presidente 
              de la República Federativa de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, 
              arribó hoy a Cuba en visita oficial, acompañado de una amplia 
              delegación de ministros y altos funcionarios de su gobierno. 
               
              A su llegada al aeropuerto internacional José Martí, de esta 
              capital, el mandatario brasileño fue recibido por el canciller 
              Felipe Pérez Roque, el embajador de la isla en la nación 
              sudamericana, Pedro Núñez Mosquera, y otros dirigentes 
              gubernamentales. 
               
              Viajan junto a Lula da Silva los ministros del Exterior, Celso 
              Amorim; de Desarrollo, Comercio e Industrias, Miguel Jorge; de 
              Educación, Fernando Haddad; de Salud, José Gómez Temporao, y el 
              presidente de Petrobras, José Sérgio Gabrielli de Azevedo. 
               
              La visita del mandatario brasileño, quien arribó procedente de 
              Guatemala, contribuye a profundizar las relaciones de amistad y 
              cooperación existentes entre los dos países, durante la cual se 
              firmarán varios acuerdos en áreas de interés común. 
               
              Durante su estancia Lula da Silva se entrevistará con el primer 
              vicepresidente cubano, Raúl Castro, y recorrerá lugares de interés 
              histórico y educacionales. 
               
              Esta es su segunda visita a Cuba como presidente. La primera se 
              efectuó en septiembre del 2003. Con anterioridad había viajado a 
              la isla en varias ocasiones desde su posición de líder del Partido 
              del Trabajo. 
               
              El intercambio comercial entre ambas naciones tiene una tendencia 
              al crecimiento. Brasil es hoy el segundo socio comercial de Cuba 
              en la región y octavo en el intercambio total. 
               
              También han avanzado los nexos de la cooperación científica y 
              tecnológica en áreas prioritarias para ambos países, como 
              agricultura, salud, vigilancia sanitaria y medio ambiental, entre 
              otras. 
               
              Destaca Lula da Silva importancia de visitas a Guatemala y Cuba
               
              El presidente 
              brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, destacó la importancia de 
              las visitas que realizará hoy a Guatemala y Cuba. 
               
              En comparecencia en Radio Brasil, Lula expresó que ellas forman 
              parte de la estrategia de aproximación de esta nación suramericana 
              con los países de Latinoamérica. 
               
              Al referirse a Guatemala, dijo que Brasil aspira a contribuir con 
              el desarrollo de los países de América Central. 
               
              Añadió que personalmente conversará con los mandatarios de los 
              países centroamericanos que asistan a la toma de posesión del 
              presidente electo guatemalteco, Alvaro Colom. 
               
              Sobre Colom expresó que es un momento importante para Guatemala 
              porque el es un hombre progresista, con compromisos sociales y ya 
              demostró interés en aprender de las políticas sociales brasileñas. 
               
              Aseguró que de Guatemala viaja a Cuba para firmar una serie de 
              acuerdos, como parte de la política brasileña hacia los países del 
              Caribe. 
               
              Brasil tiene interés en ayudar a descubrir si Cuba tiene petróleo 
              en aguas profundas, aseguró, y también mencionó la intención de 
              apoyar la construcción de una fábrica de lubricantes en la isla. 
               
              Vamos a firmar acuerdos para construir carreteras y tenemos muchos 
              acuerdos en el área de la salud, tanto para reconocer a los 
              médicos brasileños formados en Cuba, como para ayudar a construir 
              laboratorios en ese país, apuntó. 
               
              Es un viaje que voy a hacer con mucho interés porque creo que 
              Brasil puede hacer mucho para ayudar a los países de América 
              Central y del Caribe, afirmó Lula en su programa Café con el 
              Presidente. 
               
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