Y no es que rio por fuera, si no que lloro por dentro.

Aceptando que algo dentro de mi se desvanece, se ha quedado en la nada.

En el punto exacto que separa la fantasía de la realidad.

Levantando mi blanca bandera; que representa la tregua.

Admitiendo que he perdido la batalla y no es la guerra lo que duele; eres TÚ!

Y no me pesa la bandera, será el crucifijo que llevaré a cargo lo que me pesará.

Y no lloraré lágrimas de sangre, pues con espinas me han coronado y la sangre se ha comenzado a secar.

Comenzaron a llover llantos ahogados, los borraré y gritaré todo esto ya ha pasado.

Quitaré esta amargura de no tenerte, quitaré este dolor que me está matando, pasearé desnuda por los lugares que nos vieron amarnos y me vestiré de nostalgias y me abrigaré de recuerdos.

Aunqué estaras muy lejos, en sueños te llamaré por tu nombre y a mi vendrás corriendo.

Mi risa se esconderá por dentro y mi llanto se encarará por fuera.

Aunque perdí la batalla y he propiciado la tregua en soledad me he dado cúenta que aún te sigo AMANDO!!!