Historia
de David
Sara (hermana)
A mi hermano le diagnosticaron hiperactividad
cuando era muy chiquitito. Según nos dijeron, la enfermedad podría derivarse
de la falta de oxígeno al nacer (ya que el parto fue complicado y el quirófano
no estaba equipado con oxígeno, por lo que tardaron varios minutos en hacerle
respirar). Desde entonces ha sido tratado por diferentes especialistas.
Medicaciones, educación especializada, terapia con electro-estimulación,
psiquiatras, psicólogos... Y, al contrario de lo que he podido leer yo en
diversos estudios sobre este tema, el problema, lejos de ir solucionándose o
decreciendo con el paso del tiempo, han ido en constante aumento.
David (que es como se llama mi hermano) tiene
actualmente 24 años. Yo me tuve que marchar hace tres años de casa porque ya
no aguantaba la tensión familiar, y mis padres están al borde de la
desesperación (y no se trata de unas personas que se desquicien fácilmente,
que son bastante joviales y alegres).
Hasta los 18 ó 19 años David era más o menos
controlable. Obedecía a regañadientes y actuaba tal y como ustedes describen
en las conductas propias de los niños hiperactivos. Se sacó el graduado
escolar (más bien, y para ser sinceros, se lo dieron para sacarle del Centro
porque era problemático y no lo querían allí) y empezó a trabajar en la
construcción. Desde entonces los problemas han ido creciendo constantemente. A
su hiperactividad se sumó el hecho de que se convirtió en un auténtico
mentiroso patológico, pasó por una etapa de adicción a las máquinas
tragaperras (de la que fue tratado y creemos que recuperado) y comenzó a
robarle dinero a mis padres en grandes cantidades. David era capaz de gastar
150.000 pesetas en dos días sin comprarse nada (perdurable, me refiero).
Entonces empezó también a obsesionarse con el dinero (cosa que nunca jamás ha
visto en mi casa, ya que mis padres son gente joven que nunca han mostrado
codicia o ambición por el dinero), y desde entonces todo empezó a girar en
torno a eso.
En mi casa se ha tenido que instalar una caja
fuerte, y mis padres duermen con las carteras debajo de los colchones. Yo
imagino que esto no es propio de un chico hiperactivo, pero a mí me da la
sensación de que todo tiene su origen ahí, en el rechazo de la gente, que se
reía de él porque no era igual que los demás niños y en su trauma por haber
tenido que pasar por tantos tratamientos y no sentirse un niño como los demás.
Daba la sensación que David queria atraer la atención y la amistad a través
del dinero.
Ahora David tiene 24 años. Desde hace dos años
la cosa ha empeorado cuantitativamente. David contesta y amenaza a mis padres.
David sigue robando dinero. David ha empezado a salir con chicas y, por lo menos
a las que hemos conocido (pues a todas nos las mete en casa desde el primer día),
se ve que son chicas que tratan de aprovecharse de él ( y no lo digo por amor
de hermana, esas cosas se ven a la legua y David se gasta hasta el último
cuarto en comprarlas todo lo que le piden). David amenaza constantemente con
irse de casa. David amenaza con dejar los trabajos si mis padres no hacen lo que
les pide. David no habla a mis padres, sólo les grita y les amenaza.
Mis padres están absolutamente hundidos y no
encuentran una solución al problema. No pueden aceptar su conducta, porque es
un absoluto dictador y coaccionador, pero ya no pueden ni hablarle sin que él
les amenace. No pueden echarle de casa, porque David no sabe administrarse ni un
euro y porque además está en el paro y ha perjurado que no trabajará hasta
que el Estado deje de pagarle. Además los trabajos le duran muy poco, porque su
carácter es difícil (aunque hay muchas personas de nuestro entorno, familiares
y amigos, con los que se comporta adorablemente), y porque cuando se cabrea con
mis padres deja los trabajos para fastidiarlos.
El último problema es que vigila las salidas y
entradas en casa de mis padres, y en cuanto se queda vacía, la llena de gente.
Esto es algo perfectamente normal en cualquier chico de su edad, si no fuera
porque está obsesionado con ese tema. Llama a la gente para que vaya a casa
hasta cuando mis padres salen sólo para media hora. Creo que es otro de sus
actos de rebeldía contra mis padres, porque se lo tienen prohibido (ya que las
amistades que frecuenta cada vez son peores).
Yo supongo que todos estos problemas que les
detallo, pensarán que no son problemas vinculados a la hiperactividad. O quizá
sí, no sé. El problema es que, aunque esto no esté relacionado, David sigue
siendo un chico hiperactivo, y no hay forma de tratar con él. Pierde los
estribos con facilidad, rompe cosas y a veces hemos temido incluso por nuestra
integridad física, porque se pone incontrolable.
No sabemos qué hacer, no sabemos a quién pedir
ayuda (porque además desde hace un año y medio se ha negado a seguir con las
sesiones con el psiquiatra), mis padres no se sienten capaces de echarle de casa
(como es normal), pero no creo que puedan vivir así más mucho tiempo y
empiezan a tener una inestabilidad psicológica bastante importante.
Yo he pensado que igual hay centros de
internamiento para gente con este tipo de problemas, pero también me da miedo
que sean del tipo de los correccionales en los que se juntan pequeños
delincuentes, y que al final salga con peores ideas y peores compañías. También
les he sugerido a mis padres, como medida extrema, que le alquilen un piso, que
lo paguen ellos y lo saquen de casa para ver si él puede vivir solo y para que
tengan un poco de tranquilidad. Pero todo me parece como muy absurdo. Es buscar
soluciones imposibles a un problema que parece infinito.
NO sé si ustedes pueden asesorarnos en este
respecto o ponernos en contacto con alguien que pueda ayudarnos con este tema.
Hace poco leí en el periódico el caso de unos padres que habían denunciado a
su hijo porque les sometía a todo tipo de vejaciones y malos tratos y querían
que saliera de casa. Yo no quiero que lleguemos a ese extremo, porque David me
parece incapaz hoy por hoy de vivir por su propia cuenta, de afrontar pagos periódicos
y de organizar su vida.
Quizá ustedes sepan de algún centro o alguna
organización o algún médico o alguien que pueda orientarnos. Sería de
inestimable ayuda, ya que se nos han acabado las ideas para solucionar este
problema de una forma en la que David pueda estar mejor, vivir mejor y hacer que
los demás hagan lo propio.
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