De
Pestes y de Ratas
La
Peste
Los virus pueden mutar su naturaleza pero no su letalidad.
La politica argentina, la que es -no la que fue, en alguna epoca- continua
infectando y corrompiendo todo lo que toca.
No
existe "politica" en los institutos cientificos o ambitos culturales,
salvo, claro esta, no sean funcionales para instalar ideologias, estrategias
de masa, posicionamientos de poder o simplemente intereses 'de caja'.
Como
parasitos que engordan a costa de sus victimas imaginar que habria solamente
habido inspectores a los que se podria simplemente 'coimear' por unas
monedas es de una candidez sublime.
Semejante
negocio de cientos de miles de pesos no pudo jamas haber sido visto con
indiferencia por 'las cabezas' que asi, durante años, se beneficiaron
economicamente con este 'dejar hacer'.
De
otro modo seria inexplicable que ninguno de ellos hubiera reaccionado
ante la catastrofe anticipatoria de Asuncion en Paraguay intentando preguntarse
que ocurria (o podria ocurrir) aca.
Ergo,
solo el dinero y la posibilidad de negocios desvela a nuestros 'intocables'.
Las
Ratas
No solo fueron seres humanos los que huyeron de Cromagnon aquella fatal
noche.
Tambien lo hicieron las ratas, que de seguro habia.
Es
inconcebible que el Jefe de la Ciudad se haya resistido a dar explicaciones
ante la Legislatura, pretendiendo 'armar' una interpelacion a su conveniencia.
Al
Jefe de la Ciudad le cuesta ahora regurgitar aquella florida y demagogica
retorica con la que sedujo al electorado.
Su
honorable y abnegado 'compromiso' de "transparencia" y "publicidad"
se ha trocado ahora en rechazado "show mediatico".
Nuevamente
la febril 'negociacion politica' desplaza al dolor y al pedido de justicia,
¿que importan vidas (o muertes) ajenas cuando lo que esta en juego
es la propia subsistencia?.
De
todos modos, no debemos culparlos.
Hemos sido nosotros los que los hemos elegido.
Como hemos elegido los Cromagnon, los Chaban, las bengalas, los 'callejeros',
el vivir en riesgo y entre tanta calamidad.
Sera
hora de pensar si con tantas lagrimas seremos capaces de apagar el incendio
que nosotros mismos hemos provocado.
Diario
Accion, enero 25 de 2005 |