La
población exige dimisiones después de que ningún
representante público regresase a Buenos Aires tras el incendio
de la discoteca Periodistadigital.com El Gobierno de Buenos Aires manifestó ayer que la responsabilidad del incendio desatado en una discoteca que dejó un balance total de 188 muertos «es de todos». Aún permanece abierta la herida por la tragedia que sacudió la madrugada del 31 de diciembre a Argentina. El motivo de la tragedia humana y de la polémica, fue que la salida de emergencia del local estaba cerrada con candado. Una catástrofe que podía haber sido evitada si ésta no hubiera permanecido sellada a cal y canto, tal y como manifestó el secretario saliente de Justicia y Seguridad Urbana del Gobierno porteño, Juan Carlos López, en declaraciones al diario argentino «El Clarín». El jefe de Gobierno de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, solicitó ayer a todos los sectores «a asumir responsabilidades» por la tragedia desatada tras el incendio de la discoteca Cromañón, momentos antes de que familiares de las víctimas demandaran su renuncia. Un cese de cargo, que ya realizó el secretario de Seguridad saliente, Juan Carlos López. «Cuando hay una tragedia de esta magnitud, alguien tiene que asumir sus responsabilidades y dar un paso al costado.», manifestó López como explicación a la renuncia de su cargo como secretario de Seguridad, encargado del control de los más de doscientos mil locales comerciales de la ciudad. Aníbal Ibarra, tras anunciar la puesta en marcha de un paquete de medidas especiales, instó a «empresarios, cámaras, legisladores, organizaciones no gubernamentales y asociaciones de padres a lograr un compromiso» con el objetivo de cumplir las normas existentes y «generar los cambios que fueran necesarios». Una de las medidas, según informó el Gobierno fue la prohibición de los recitales en las discotecas y la suspensión de las actividades de todos estos locales durante 15 días. Esta última medida tiene como objetivo generar, según explicó Ibarra, «una convocatoria a todos los sectores ya que es necesario asumir un compromiso colectivo» para evitar que una tragedia de tales magnitudes pueda volver a repetirse. «La responsabilidad de esta tragedia es de todos», aseguró Aníbal Ibarra. Un desastre que podía haber costado la vida a un número notablemente inferior de víctimas si la puerta de emergencia no hubiera estado cerrada.
«Aquí hubo una serie de situaciones que fallaron: muchos aspectos de la normativa, más un grupo de jóvenes que arrojó una bengala en un lugar cerrado, más puertas de emergencia que estaban clausuradas», argumentó Aníbal Ibarra. El número de fallecidos por el incendio, según fuentes oficiales, era, en un primer momento, de 175 confirmados por el Gobierno el pasado 1 de enero. Sin embargo, la cifra ha aumentado con el paso del tiempo y las últimas informaciones y los balances de la Policía hablan ya de un total de 188 fallecidos y sitúan el número de héridos en la tragedia en torno a los 714. El número de víctimas que permanecían, al cierre de esta edición, internadas en estado crítico en los hospitales porteños, bonaerenses y en institutos privados ascendía a «al menos 97 personas» como consecuencia de las heridas sufridas durante el incendio, manifestó Julio Salinas, director de los Servicios Médicos. Una cifra de fallecidos aún provisional, según hizo hincapié Ibarra, ya que ésta podía incrementarse según «la evolución de los heridos» por la que no quiso dar una cifra del total de víctimas mortales y de heridos, pero aseguró que ésta tragedia «causó casi 200 muertos». Aníbal Ibarra agradeció a su vez la ayuda que ha prestado el Gobierno nacional. «El presidente –Néstor Kirchner– me llamó ayer desde la provincia de Santa Cruz varias veces y puso toda la logística de su Gobierno a nuestra disposición. Quiero destacar la permanente colaboración que recibí del ministro del Interior, Aníbal Fernández», destacó Ibarra. Paralelamente,
unas quinientas personas aproximadamente se concentraron a tan sólo
unos metros de la discoteca donde se originó el incendio donde está
instalado un santuario y anunciaron al cierre de esta edición un «cacerolazo»
para solicitar la renuncia del alcalde de Buenos Aires y una marcha para hoy
lunes, 3 de diciembre. |
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