Era el año 605 a. de C.,1 y el Rey Nabucodonosor de Babilonia había enviado a su ejército contra Jerusalén. Di-s permitió a los babilonios derrotar al Rey Joacim debido a los pecados de la nación de Judá y los pecados de sus reyes. Los babilonios habían confiscado algunos de los útiles del templo sagrado de Di-s y ahora se disponían a llevárselos de regreso a Babilonia con el fin de colocarlos en el templo del dios falso de Babilonia, llamado "Bel." 2 El Rey Nabucodonosor había ordenado que llevasen a Babilonia a algunos de los jóvenes que eran miembros e la familia real y de la nobleza. Quería jóvenes que disfrutasen de buena salud, que fuesen inteligentes y atractivos y Daniel se encontraba entre ese grupo al que habían sido llevados.

Habían estado caminando durante varios días, de modo que Daniel había perdido la cuenta de cuántas semanas habían pasado. Cada día era lo mismo, se levantaban por la mañana temprano, les alimentaban con pan y agua para desayunar y se enfrentaban con un largo día de marcha bajo el tórrido sol. Muchos de los cautivos perdían el conocimiento y otros estaban demasiado débiles como para andar, de manera que los tenían que llevar. Unos pocos de los cautivos habían muerto a causa de la dureza del viaje. No viajaban directamente en dirección este hacia Babilonia desde Jerusalén, debido a que el viaje hubiese resultado imposible cruzando el desierto. En lugar de ello, fueron en dirección norte a lo largo del creciente fértil y luego hacia el sur a lo largo del Río Eufrates. Esta era la misma ruta que había seguido Abraham para llegar a la tierra prometida varios años antes. Ahora estaban llevando a Daniel de regreso a la tierra de Abraham. 3

A Daniel no le sorprendió que los babilonios se hubiesen apoderado de la ciudad de Jerusalén. El profeta Jeremías y otros habían advertido repetidamente a la nación que si no se arrepentían, Di-s les entregaría a sus enemigos.4 Los tres amigos de Daniel, Ananás, Misael y Azarías, fueron también llevados de Jerusalén. Estuvieron orando en silencio mientras caminaban y repetían versículos de las Escrituras que habían memorizado para fortalecerse y para que les sirviese de consuelo.

Después de un viaje de 500 millas,5 llegaron a Babilonia y al entrar en la ciudad, pasaron por la puerta Ishtar, una doble puerta que pasaba por la doble muralla de que servía de fortaleza. Las murallas estaban cubiertas de adornos de flores, figuras geométricas y animales de tamaño real, como toros, leones y dragones. Una vez que se encontraron en el interior, tras pasar por esta magnifica puerta, siguieron adelante por un camino de piedra hasta llegar al centro de la ciudad. Las murallas a lo largo del camino estaban cubiertas de ladrillos de esmalte, decorados con leones de tamaño real. Daniel vio en la distancia los famosos Jardines Colgantes de Babilonia. Estos jardines estaban apoyados por terrazas elevadas en el aire y formaban una montaña, de creación humana, que daba una gran belleza además de hacer que la ciudad estuviese más fresca. 6

A Daniel y a sus amigos los pusieron al cuidado de Aspenaz, el jefe de los oficiales de la corte. Era responsabilidad de Aspenaz asegurarse de que fuesen educados en la cultura y las tradiciones de Babilonia. El programa de instrucción debía durar tres años y una de las primeras cosas que hizo Ahpenaz fue cambiar los nombres de los prisioneros. El nombre de Daniel, que en hebreo significa "Di-s es mi juez”, fue cambiado por Beltsasar, que significa "el príncipe de Bel" y Bel era el dios patron de Babilonia. Ananías, cuyo nombre quiere decir "el Señ-r manifiesta su gracia," fue cambiado por Sadrac, que significa "iluminado por el dios sol Shamash." A Misael le cambiaron el nombre de, "que es como Di-s," a Mesac, que significa "que es Ishtar," la reina babilonia del cielo. Azarías, que quiere decir “el Señ-r es mi ayudador” "el esclavo de Nabu," que era el dios babilonio de la sabiduría y la educación.7

"Daniel," preguntó Azarías, “¿por qué crees que han cambiado nuestros nombres?”

Misael añadió: “¿Por qué quieren que comamos los alimentos del rey?”

Daniel respiró profundamente y comenzó diciendo: "Creo que el rey quiere que nos olvidemos de nuestro pasado y de nuestras familias, amigos, nuestros hogares y de nuestro Di-s, que adoptemos a los dioses paganos y las tradiciones como si fuesen las nuestras. Mañana le hablaré a Aspenaz y le explicaré las leyes que Di-s nos ha dado”.

Al día siguiente Daniel le habló a Aspenaz diciendo: "Señor, el Di-s de Israel nos ha dado unas leyes especiales que nos prohíben comer los alimentos del rey”.

A Aspenaz le caía bien Daniel, pero le temía al Rey Nabucodonosor. "Beltsasar," le contestó a Daniel, "Yo le temo a mi señor el rey, que ha determinado lo que debéis de comer y de beber. ¿Por qué iba el rey a veros con un aspecto peor que el de los otros jóvenes de vuestra edad? Si sucede eso el rey hará que me corten la cabeza por causa de vosotros." 8

Daniel no se sintió satisfecho con su respuesta, de modo que fue al guarda que Aspenaz había colocado sobre ellos y le dijo: "Durante los diez próximos días, permítenos que nos alimentemos tan solo de vegetales y agua a la hora de las comidas y cuando hayan transcurrido los diez días, compara nuestro aspecto con el de los demás jóvenes y entonces podrás decidir lo que hacer con nosotros." 9

El guarda accedió a su demanda y ante su sorpresa, cuando pasaron los diez días se encontró con que Daniel y sus amigos tenían un aspecto mucho más saludable y que estaban mejor alimentados que los otros jóvenes que habían estado alimentándose con la comida del rey.

Debido a su fidelidad, Di-s hizo que los cuatro jóvenes fuesen listos y sabios. Leyeron muchos libros y se volvieron muy cultos. De hecho, Di-s le concedió a Daniel un don especial, de modo que pudiese interpretar el significado de los sueños y de las visiones. 10

Después de tres años de estudio, llevaron a los cautivos ante la presencia del rey. Nabucodonosor les entrevistó y descubrió que Daniel, Ananías, Misael y Azarías eran diez veces más sabios que todos los magos y encantadores del reino. Su sabiduría superior y su entendimiento hizo que se ganasen puestos como consejeros del rey.

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"Ese es el final del primer capítulo,” dijo Darryl. “¿Tenéis alguna pregunta?”

"Eso es fantástico, papá," contestó Jamie. "¡Tú sí que sabes hacer que la historia cobre vida! Pero sí tengo una pregunta. ¿Qué edad tenían Daniel y sus amigos?”

Darryl respondió: "Los eruditos de la Biblia opinan que Daniel debía tener aproximadamente diecisiete años.11 Daniel estaba aún con vida al final de la cautividad, que duró setenta años. 12 Espero que os deis cuenta de lo valiente que fue Daniel al decirle a Aspenaz que no podían comer los alimentos del rey. Se encontraba a cientos de millas de distancia de su tierra y estaba prisionero. Los babilonios podrían haberle quitado la vida en cualquier momento, pero Daniel estaba decidido a ser fiel a Di-s, al precio que fuese”. Darryl se volvió hacia Brian y le preguntó: “ ¿Tienes alguna pregunta?”

Brian estaba impresionado, pero pensó para sus adentros: No puedo esperar hasta que llegue al capítulo dos. Es imposible de entender.

"Brian," le dijo Jaime dándole un codazo: “¿tienes alguna pregunta?”

"Esto...no, pero es posible que tenga alguna después de haber estudiado el capítulo dos," murmuró Brian.

Darryl se rió. "Sí, efectivamente, el capítulo dos puede resultar un tanto confuso, de modo que si no tienes ninguna pregunta, sigamos con ese capítulo.”