B'resheet 46:1-4 Y PARTIOSE Israel con todo lo que tenía, y vino á Beer-seba, y ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac. Y habló Dios á Israel en visiones de noche, y dijo: Jacob, Jacob. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas de descender á Egipto, porque yo te pondré allí en gran gente. Yo descenderé contigo á Egipto, y yo también te haré volver: y José pondrá su mano sobre tus ojos.
Di-s les habla por medio de visiones y aquí vemos a Ya'akov representando el papel del símbolo, descendiendo a Egipto y trayéndole de nuevo. Los ojos de Israel "como nación" permanecerían cerrados a la verdad.
HaShem les volverá a hablar por medio de una visión en el futuro.
Joel 2:28-29 Y será que después de esto, derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros viejos soñarán sueños, y vuestros mancebos verán visiones. Y aun también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.
La letra que corresponde a este capítulo es la Beit-casa, dualidad como en el caso del esposo y la esposa, pero también división entre el bien y el mal.
B'resheet 46:5-7 Y levantóse Jacob de Beer-seba; y tomaron los hijos de Israel á su padre Jacob, y á sus niños, y á sus mujeres, en los carros que Faraón había enviado para llevarlo. Y tomaron sus ganados, y su hacienda que había adquirido en la tierra de Canaán, y viniéronse á Egipto, Jacob, y toda su simiente consigo; Sus hijos, y los hijos de sus hijos consigo; sus hijas, y las hijas de sus hijos, y á toda su simiente trajo consigo á Egipto.
Ha llegado el día de la mudanza ... La familia se había convertido para entonces en una pequeña tribu y el trasladarla era toda una hazaña. Recuerde el lector que en aquel entonces no había compañías de mudanza con grandes camiones en los que meter todas sus pertenencias, pero a pesar de ello, sí tenían las carretas del Faraón que podía usar para su viaje a Egipto.
B'resheet 46:8-27 Y estos son los nombres de los hijos de Israel, que entraron en Egipto, Jacob y sus hijos: Rubén, el primogénito de Jacob. Y los hijos de Rubén: Hanoch, y Phallu, y Hezrón, y Carmi. Y los hijos de Simeón: Jemuel, y Jamín, y Ohad, y Jachîn, y Zohar, y Saúl, hijo de la Cananea. Y los hijos de Leví: Gersón, Coath, y Merari. Y los hijos de Judá: Er, y Onán, y Sela, y Phares, y Zara: mas Er y Onán, murieron en la tierra de Canaán. Y los hijos de Phares fueron Hezrón y Hamul. Y los hijos de Issachâr: Thola, y Phua, y Job, y Simrón. Y los hijos de Zabulón: Sered y Elón, y Jahleel. Estos fueron los hijos de Lea, los que parió á Jacob en Padan-aram, y además su hija Dina: treinta y tres las almas todas de sus hijos é hijas. Y los hijos de Gad: Ziphión, y Aggi, y Ezbón, y Suni, y Heri, y Arodi, y Areli. Y los hijos de Aser: Jimna, é Ishua, é Isui y Beria, y Sera, hermana de ellos. Los hijos de Beria: Heber, y Malchîel. Estos fueron los hijos de Zilpa, la que Labán dió á su hija Lea, y parió estos á Jacob; todas diez y seis almas. Y los hijos de Rachêl, mujer de Jacob: José y Benjamín. Y nacieron á José en la tierra de Egipto Manasés y Ephraim, los que le parió Asenath, hija de Potipherah, sacerdote de On. Y los hijos de Benjamín fueron Bela, y Bechêr y Asbel, y Gera, y Naamán, y Ehi, y Ros y Muppim, y Huppim, y Ard. Estos fueron los hijos de Rachêl, que nacieron á Jacob: en todas, catorce almas. Y los hijos de Dan: Husim. Y los hijos de Nephtalí: Jahzeel, y Guni, y Jezer, y Shillem. Estos fueron los hijos de Bilha, la que dió Labán á Rachêl su hija, y parió estos á Jacob; todas siete almas. Todas las personas que vinieron con Jacob á Egipto, procedentes de sus lomos, sin las mujeres de los hijos de Jacob, todas las personas fueron sesenta y seis. Y los hijos de José, que le nacieron en Egipto, dos personas. Todas las almas de la casa de Jacob, que entraron en Egipto, fueron setenta.
Estos son aquellos que serán sellados y que entrarán en el reino de Yeshua, que también pertenecen a las tribus de Israel.
Apocalipsis 7:3-8 Diciendo: No hagáis daño á la tierra, ni al mar, ni á los árboles, hasta que señalemos á los siervos de nuestro Dios en sus frentes. Y oí el número de los señalados: ciento cuarenta y cuatro mil señalados de todas las tribus de los hijos de Israel. De la tribu de Judá, doce mil señalados. De la tribu de Rubén, doce mil señalados. De la tribu de Gad, doce mil señalados. De la tribu de Aser, doce mil señalados. De la tribu de Neftalí, doce mil señalados. De la tribu de Manasés, doce mil señalados. De la tribu de Simeón, doce mil señalados. De la tribu de Leví, doce mil señalados. De la tribu de Issachâr, doce mil señalados. De la tribu de Zabulón, doce mil señalados. De la tribu de José, doce mil señalados. De la tribu de Benjamín, doce mil señalados.
El total de esto es 144.000.
Hebreos 3:1-6 POR tanto, hermanos santos, participantes de la vocación celestial, considerad al Apóstol y Pontífice de nuestra profesión, Cristo Jesús; El cual es fiel al que le constituyó, como también lo fué Moisés sobre toda su casa. Porque de tanto mayor gloria que Moisés éste es estimado digno, cuanto tiene mayor dignidad que la casa el que la fabricó. Porque toda casa es edificada de alguno: mas el que crió todas las cosas es Dios. Y Moisés á la verdad fué fiel sobre toda su casa, como siervo, para testificar lo que se había de decir; Mas Cristo como hijo, sobre su casa; la cual casa somos nosotros, si hasta el cabo retuviéremos firme la confianza y la gloria de la esperanza.