Juan 14:1 NO se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
Este es un versículo muy consolador. En los tiempos en los que vivimos es fácil sentirnos angustiados y Yeshua sabía que tendríamos que enfrentarnos con muchas incertidumbres, por lo que nos dice que confiemos y creamos en El.
Yeshua volverá algún día por los creyentes.
1 Tesalonicenses 4:16-17 Porque el mismo Señor con aclamación, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero: Luego nosotros, los que vivimos, los que quedamos, juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes á recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
Este es el Rapto. Yeshua no posará Sus pies sobre la tierra hasta la segunda venida. El se encontrará con nosotros en las nubes en esta ocasión, lo cual es un precioso paralelismo de la historia de las bodas. Zola Levitt tiene un folleto acerca de ello. Básicamente, cuando se hace el acuerdo de matrimonio el novio va a preparar un lugar para la novia y no sabe cuándo regresará a por ella. Su padre inspecciona el hogar que ha preparado para su novia y el padre toma la decisión sobre cuándo puede el hijo regresar a por su novia. (Véase Mateo 25:1-13)
Juan 14:2-3 En la casa de mi Padre muchas moradas hay: de otra manera os lo hubiera dicho: voy, pues, á preparar lugar para vosotros. Y si me fuere, y os aparejare lugar, vendré otra vez, y os tomaré á mí mismo: para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
De modo que cuando el padre le da la aprobación, el hijo va a buscar a la novia. Podría ser por la mañana, al mediodía o por la noche. Ella no tiene ni idea y debe de estar preparada. El pasa por las calles y un amigo toca la trompeta y El la lleva a la cámara nupcial en ese momento.
Los próximos siete años, los verdaderos creyentes (la novia) los pasan en el cielo con el esposo, Yeshua. Este periodo de siete años se conoce como la semana 70 de Daniel o el periodo de la Tribulación.
Al final de los 7 años (la semana 70), tiene lugar la segunda venida, como verá el lector en los siguientes versículos. Los ejércitos del cielo son los "verdaderos creyentes" que regresan con El.
Apocalipsis 19:11-14 Y vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que estaba sentado sobre él, era llamado Fiel y Verdadero, el cual con justicia juzga y pelea. Y sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno entendía sino él mismo. Y estaba vestido de una ropa teñida en sangre: y su nombre es llamado EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos que están en el cielo le seguían en caballos blancos, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio.
Para más información acerca del rapto
Yeshua dice que El es el Hijo del hombre que ha descendido del cielo." (Juan 18:36)
Juan 14:4-6 Y sabéis á dónde yo voy; y sabéis el camino. Dícele Tomás: Señor, no sabemos á dónde vas: ¿cómo, pues, podemos saber el camino? Jesús le dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí.
Siempre ha habido, hay y continuará habiendo una manera para completar, tanto si miramos al futuro como si miramos atrás, ese camino es por medio de Yeshua y confiando en lo que El haría por nosotros. Yeshua habla acerca del reino espiritual aquí, no acerca del terrenal.
Romanos 9:8 Quiere decir: No los que son hijos de la carne, éstos son los hijos de Dios; mas los que son hijos de la promesa, son contados en la generación.
Lo cual no niega Sus otras promesas acerca de Su reino terrenal.
No hay mas que UN SOLO CAMINO al cielo y es por medio de Yeshua.
Juan 14:7 Si me conocieseis, también á mi Padre conocierais: y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.
Conocer a Yeshua es conocer a Di-s. Yeshua es el Verbo (la Palabra, como vemos en Juan 1). Di-s creó el mundo por medio de la palabra. ¿Por qué tuvo que hablar para crear? Porque había una fuerza creadora en la Palabra. (Memra'). En el Tanaj habla acerca de la Palabra Divina. (Véase Isaías 55:10-11; Sal. 107:19-20).
Ellos no entendieron lo que El debía hacer y deseaban traer el aspecto físico del reino a la tierra. Todos los discípulos, incluyendo a Pedro, conocían la promesa del reino davídico. Posteriormente Pedro intentó hacer que llegase este reino por medio de la espada, pero no había llegado el momento. El reino del Mesías aquí en la tierra tiene que comenzar con el cumplimiento del tiempo de los gentiles. (Lucas 21:24)