Juan Capítulo 6 (Continuado)

El Hijo del hombre (Adán) te dará. El Padre (Aba) sella el Nuevo Pacto por medio del Hijo.

Juan 6:28-29 Y dijéronle: ¿Qué haremos para que obremos las obras de Dios? Respondió Jesús, y díjoles: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado.

¿Cuál de las obras nos hace justos? La fidelidad confiada. Di-s quiere que creamos en Yeshua, al cual El envió. Esta es la obra para la cual el Padre envió al Hijo.

Juan 6:30-32 Dijéronle entonces: ¿Qué señal pues haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obras? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dió á comer. Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dió Moisés pan del cielo; mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.

Moshe no os ha dado el pan del cielo, pero mi Padre os da el verdadero pan del cielo.

Moshe dio instrucciones. El Padre da al Hijo (el pan verdadero) que da vida al mundo.

Juan 6:33-35 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. Y dijéronle: Señor, danos siempre este pan. Y Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida: el que á mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

El suple la vida espiritual que nunca tiene fin, así como el gozo y la paz. Solo Di-s satisface y nuestra copa está rebosando.

El pan en el templo simbolizaba a Yeshua.

Su público judío debería de haber reconocido lo que l les estaba diciendo.

Juan 6:36 Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.

Pero algunos no creyeron, no fueron capaces de creer que Di-s pudiese cumplir la figura del antiguo pacto.

Juan 6:37 Todo lo que el Padre me da, vendrá á mí; y al que á mí viene, no le hecho fuera.

Es preciso que el Padre nos guíe a El.

Juan 6:38-39 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, mas la voluntad del que me envió. Y esta es la voluntad del que me envió, del Padre: Que todo lo que me diere, no pierda de ello, sino que lo resucite en el día postrero.

El no nos abandonará jamás y un día todos nos levantaremos a la vida eterna con Di-s.

Juan 6:40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna: y yo le resucitaré en el día postrero.

Esta es la voluntad del Padre.

Juan 6:41-44 Murmuraban entonces de él los Judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendí del cielo. Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido? Y Jesús respondió, y díjoles: No murmuréis entre vosotros. Ninguno puede venir á mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.

Los comentarios de Yeshua acerca de descender del cielo confunden al pueblo judío, que piensa de nuevo en términos literales, sabiendo que El se había criado en o cerca de Nazaret. No se daban cuenta de que El es Di-s que ha descendido del cielo. Sin embargo, sí fueron conscientes de que El se estaba haciendo a sí mismo igual a Di-s por medio de Sus afirmaciones.

Juan 6:45 Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados de Dios. Así que, todo aquel que oyó del Padre, y aprendió, viene á mí.

Yeshua hizo una paráfrasis de Isaías 54:13: "Todos tus hijos serán enseñados por el Señ-r y se multiplicará la paz de tus hijos".

Juan 6:46 No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios, éste ha visto al Padre.

Solo Yeshua ha visto la verdadera gloria del Padre en su totalidad.

Juan 6:47-49 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna. Yo soy el pan de vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y son muertos.

Los padres que comieron del maná en el desierto experimentaron la muerte física, de la misma manera que todos tenemos que morir.

Juan 6:50-51 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él comiere, no muera. Yo soy el pan vivo que he descendido del cielo: si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.

Bajo el Nuevo Pacto tendremos un cuerpo eterno Yeshua les dice de nuevo que El es el Pan de Vida y además les dice aquí claramente que El dará Su carne (su vida) por la vida (eterna) del mundo.

Juan 6:52 Entonces los Judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos su carne á comer?

Algunos no entendieron cómo dio Su carne y pensaron que El deseaba que ellos comieran Su carne, de modo que no entendieron este importante punto en Su discusión.

Juan 6:53-56 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no comiereis la carne del Hijo del hombre, y bebiereis su sangre, no tendréis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna: y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.

No podemos seguir viviendo espiritualmente con el Padre a menos que nos arrepintamos de nuestra incredulidad. Yeshua, el Justo, se entregó a Sí mismo por los pecados del pueblo y estaba hablando desde el punto de vista metafórico. De la misma manera que es necesario comer y beber para la vida espiritual, también lo es creer en Su muerte sacrificada en la estaca de la ejecución necesario para la vida eterna. Para los judíos, sin embargo, era inconcebible la idea de un Mesías crucificado (véase Hechos 17:1-3).

Este pasaje no tiene nada que ver con "la cena del Señ-r" por 2 motivos significativos: 1) todavía no se había instituido. 2) si Yeshua se estaba refiriendo a "la cena del Señ-r" entonces ese pasaje estaría enseñando que es necesario participar de "la cena del Señ-r" para la vida eterna.

Juan 6:57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.

Esto es una ilustración de la relación tan íntima que existe entre el Padre y el Hijo. ¡Di-s sigue aún siendo uno!

Juan 6:58 Este es el pan que descendió del cielo: no como vuestros padres comieron el maná, y son muertos: el que come de este pan, vivirá eternamente.

Esto no se parece en nada al maná en el desierto.

Juan 6:59-60 Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum. Y muchos de sus discípulos oyéndo lo, dijeron: Dura es esta palabra: ¿quién la puede oir?

Esto se enseñó en Capernaum.

Es difícil de entender.

Juan 6:61-62 Y sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, díjoles: ¿Esto os escandaliza? ¿Pues qué, si viereis al Hijo del hombre que sube donde estaba primero?

¿Le ofende esto a usted? Porque al hombre natural le suena ofensivo.

El regresará al lugar de donde ha venido. ¿Qué sucedería si viese usted la resurrección de Yeshua?

Juan 6:63 El espíritu es el que da vida; la carne nada aprovecha: las palabras que yo os he hablado, son espíritu y son vida.

Esto está hablando acerca de la vida espiritual.

Juan 6:64 Mas hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús desde el principio sabía quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar.

¡Solo Di-s conoce nuestros pensamientos ocultos!

Juan 6:65 Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir á mí, si no le fuere dado del Padre.

El Padre debe atraernos. Eso suena kosher, ¿no es así?

Juan 6:66 Desde esto, muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él.

Algunos no entendieron las implicaciones espirituales.

Juan 6:67-68 Dijo entonces Jesús á los doce: ¿Queréis vosotros iros también? Y respondióle Simón Pedro: Señor, ¿á quién iremos? tú tienes palabras de vida eterna.

Tenemos la revelación de la vida eterna. El es el verbo (la palabra) y es vida para nosotros.

Juan 6:69-71 Y nosotros creemos y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios viviente. Jesús le respondió: ¿No he escogido yo á vosotros doce, y uno de vosotros es diablo? Y hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón, porque éste era el que le había de entregar, el cual era uno de los doce.

El los escoge.

Uno le llama el "falso acusador." (Satanás), que es el acusador de los hermanos. Satanás usaría a Judas Iscariote. Yeshua sabía que Judas tenía la intención de traicionarle porque conocía su corazón por adelantado.