Mateo Capítulo 13

Tercer Discurso: Las Parábolas sobre el REINO de los alto.

Este mensaje concuerda con el de Levítico, donde muchas personas en el desierto estaban esperando la Tierra Prometida, pero muchas de ellas fueron halladas infieles, por lo que se vieron obligadas a permanecer en el desierto sin poder entrar jamás en la Tierra Prometida.

Aquí tenemos a Yeshua ofreciendo el Reino de lo alto y muchas personas, que por falta de fe, rechazaron este mensaje. Si nosotros rechazamos a Yeshua y el mensaje del Padre permaneceremos en un desierto espiritual y no alcanzaremos jamás el reino de lo alto. Debido a que Yeshua fue rechazado por aquella generación el Reino en la tierra tuvo que esperar una futura generación.

La letra que corresponde a este capítulo recibe, de manera apropiada, el nombre de "Mem", que significa "revelación".

Mateo 13:1-3a Y AQUEL día, saliendo Jesús de casa, se sentó junto á la mar. Y se allegaron á él muchas gentes; y entrándose él en el barco, se sentó, y toda la gente estaba á la ribera. Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo:

Esta es una clase de enseñanza en el judaísmo. Yeshua mismo revela el significado en privado a los doce más adelante en este capítulo.

El mar se refiere al "Mar de Galilea" al que también se conoce como "Mar de Tiberio" o el "Lago Kineret".

Mateo 13:3b-9 He aquí el que sembraba salió á sembrar. Y sembrando, parte de la simiente cayó junto al camino; y vinieron las aves, y la comieron. Y parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y nació luego, porque no tenía profundidad de tierra: Mas en saliendo el sol, se quemó; y secóse, porque no tenía raíz. Y parte cayó en espinas; y las espinas crecieron, y la ahogaron. Y parte cayó en buena tierra, y dió fruto, cuál a ciento, cuál á sesenta, y cuál á treinta. Quien tiene oídos para oir, oiga.

A fin de que una semilla eche raíz y crezca como es debido necesita una tierra apropiada, que no sea demasiado dura, como un sendero. Pero tampoco puede ser poco profunda como una tierra pedregosa y, sin duda, no podía ser una tierra en la que hubiese un puñado de malas hierbas que la ahogasen.

Mateo 13:10-11 Entonces, llegándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas? Y él respondiendo, les dijo: Por que á vosotros es concedido saber los misterios del reino de los cielos; mas á ellos no es concedido.

Yeshua HaMashiach era plenamente consciente de que Israel "como nación" no estaba dispuesta a escuchar. Si desea usted permanecer en tinieblas Di-s se lo permitirá. El ocultárselo a ellos de este modo era también una forma de misericordia porque cuanto más sabemos mas estricta es nuestra manera de enjuiciar las cosas.

Mateo 13:12-13 Porque á cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Por eso les hablo por parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.

Son muchas las personas que están espiritualmente ciegas y no entienden el mensaje de Yeshua, para estas personas es como hablarles en chino.

Mateo 13:14-15 De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice: De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no miraréis. Porque el corazón de este pueblo está engrosado, Y de los oídos oyen pesadamente, Y de sus ojos guiñan: Para que no vean de los ojos, Y oigan de los oídos, Y del corazón entiendan, Y se conviertan, Y yo los sane.

Isaías 6:9-10 Y dijo: "Anda y dile a este pueblo: 'Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, pero no comprendáis.' "Embota el corazón de este pueblo, endurece sus oídos y ciega sus ojos, para que no vea con sus ojos ni oiga con sus oídos ni su corazón entienda, ni se convierta y haya para él sanidad."

El mensaje de Isaías debía ser el instrumento de Di-s para ocultarles la verdad a este pueblo que no se había mostrado receptivo. Siglos después las parábolas de Yeshua hicieron lo mismo.

Mateo 13:16-17 Mas bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron: y oir lo que oís, y no lo oyeron.

¿Qué era lo que los profetas y los hombres justos deseaban ver? La venida del Mesías.

Mateo 13:18-22 Oid, pues, vosotros la parábola del que siembra: Oyendo cualquiera la palabra del reino, y no entendiéndola, viene el malo, y arrebata lo que fué sembrado en su corazón: éste es el que fué sembrado junto al camino. Y el que fué sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y luego la recibe con gozo. Mas no tiene raíz en sí, antes es temporal que venida la aflicción ó la persecución por la palabra, luego se ofende. Y el que fué sembrado en espinas, éste es el que oye la palabra; pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas, ahogan la palabra, y hácese infructuosa.

El malvado, HaSatan.

Los intereses de este mundo (las preocupaciones de esta vida) y las riquezas ahogan la palabra y se vuelve infructuosa (no llevando a otros al reino de los alto).

Hay tres casos en los que no hay fruto presentados aquí y vemos que esta clase de persona no creían de verdad en Yeshua.

Mateo 13:23 Mas el que fué sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y el que lleva fruto: y lleva uno á ciento, y otro á sesenta, y otro á treinta.

Aquí se nos presentan 3 clases de frutos diferentes. No todos los creyentes producen la misma cantidad de fruto, pero cada creyente SI produce algún fruto.

Gálatas 5:22-23 Pero el fruto del Ruach HaKodesh (el Espíritu) es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

Mateo 13:24-25 Otra parábola les propuso, diciendo: El reino de los cielos es semejante al hombre que siembra buena simiente en su campo: Mas durmiendo los hombres, vino su enemigo, y sembró cizaña entre el trigo, y se fué.

Los hijos de HaSatan intentan entremezclarse con los hijos de Di-s, con el propósito de desviarles de su camino. (v 40)