Mateo 3:7 Y viendo él muchos de los Fariseos y de los Saduceos, que venían á su bautismo, decíales: Generación de víboras, ¿quién os ha enseñado á huir de la ira que vendrá?
¿Por qué les llamó Yochanan un nido de víboras? Las víboras son las serpientes más venenosas y mortales. La picadura de una víbora produce la muerte casi de inmediato, por lo que la víbora es un símbolo de la maldad. Las enseñanzas de estos dirigentes estaban envenenando el verdadero mensaje de Di-s.
Cuando Di-s maldijo a la serpiente poseída por HaSatan en Génesis 3:15, estaba hablando acerca de un tiempo futuro, en el que los hijos de HaSatan atacarían, de manera venenosa, HaMashiach. Sin embargo, Mashiach a la postre aplastaría a HaSatan.
Génesis 3:15 "Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza y tú la herirás en el talón".
Yochanan tenía la autoridad necesaria para hablar con autoridad y con dureza, diciéndoles las cosas tal y como son. Pero en lugar de creer y arrepentirse la mayoría rechazan a Yeshua como el Mesías, pero Di-s tiene unas normas. Por dureza de corazón y por no estar dispuestos a aceptar Su autoridad estos hombres al final acabaron por intentar impedir que otros creyesen en Yeshua y se convirtiesen en nuevos miembros del reino de los cielos.
Mateo 3:8 Haced pues frutos dignos de arrepentimiento,
Gálatas 5:22-23 Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Mateo 3:9 Y no penséis decir dentro de vosotros: á Abraham tenemos por padre: porque yo os digo, que puede Dios despertar hijos á Abraham aun de estas piedras.
No tuvo que cumplir su promesa a Avraham a lo largo de esta generación, pero Di-s aún puede levantar a otros hijos del polvo como Adán para Abraham, que es padre de muchas naciones.
Pero el tener a Avraham por padre no nos excluye de este juicio.
Mateo 3:10 Ahora, ya también la segur está puesta á la raíz de los árboles; y todo árbol que no hace buen fruto, es cortado y echado en el fuego.
Hay un nivel mucho más elevado de entender este versículo. Aquellos que no aceptan el mensaje de arrepentimiento de Yochanan y que no aceptan que el único camino a HaShem es por medio de la fe en lo que Yeshua realizó a nuestro favor, un día serán echados en la Gehenna.
Mateo 3:11 Yo á la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; mas el que viene tras mí, más poderoso es que yo; los zapatos del cual yo no soy digno de llevar; él os bautizará en Espíritu Santo y en fuego
El Ruach HaKodesh habita en nosotros el momento en que le pedimos a HaShem que nos perdone nuestros pecados por medio de la fe en lo que hizo Su Hijo para limpiarnos de nuestro pecado, de modo que seamos interiormente limpiados de él. Recuerdo cuando le pedí a Yeshua que entrase en mi vida. No fue tan dramático como algunos testimonios, porque no me hallaba en un estado desesperado. Sencillamente sentí aI Espíritu moverse y cómo me estaba diciendo, valiéndose de las palabras de otra persona, que debía pedirle a HaShem que entrase en mi vida. Me fui a mi dormitorio, me arrodillé y admití que no había vivido toda mi vida para El, sino que me había quedado corta, de modo que me limité a pedirle, con un corazón sincero, que me perdonase mis pecados y le dije que confiaba en que la sangre de Su Hijo había eliminado mis pecados. Creo que Di-s envió a Su Hijo en mi lugar para que recibiese el castigo que yo me merecía. De modo que Ie pedí que entrase en mi corazón y luego le dije que le entregaba mi vida. Hice sencillamente lo que el Espíritu me estaba diciendo que hiciese y una vez que lo hice pudo sentir eI cambio que se produjo en mi interior gracias a mi decisión. La semilla había sido plantada durante años, pero en ese día el Padre me estaba atrayendo hacia El por medio de Su Hijo y yo lo estaba entendiendo y escuchándolo como si sus palabras hubieran sido para mi. No era como si yo hubiera sido una persona horrible, pues siempre me había considerado una buena persona, pero aún seguía teniendo lo que era un vacío en mi vida, que había llenado con otras cosas aparte de HaShem. Deseaba ser perdonada y estaba dispuesta a hacer lo que fuese necesario y una vez que fui llena del Ruach HaKodesh ya no sentí más el vacío que tenía que llenar con otras cosas que no me satisfacían. David sabía, como todos los creyentes del Tanaj, lo que era tener al Ruach HaKodesh sobre él porque dijo: Señ-r, no quites tu Espíritu Santo de mi. (Salmos 51:11) En el Tanaj, el Ruach HaKodesh no moraba en los creyentes como lo hace ahora. El Espíritu Santo estaba sobre ellos y había una unción sobre ellos.
Una vez que empezamos a obedecer al Padre, a Moisés, y a escuchar lo que dijo el Mesías acudimos a Yeshua y no tenemos ya que preocuparnos de que el Ruach HaKodesh (el Espíritu Santo) nos abandone. No comenzó hasta el tiempo de Pentecostés porque era preciso que primero Yeshua fuese glorificado. (Juan 7:39). Nosotros tenemos el sello y la promesa del Ruach HaKodesh (el Espíritu Santo) hasta la completa redención (incluyendo la del cuerpo). (Efe. 1:13) Esto no significa que nunca tendremos problemas en la vida o que en ocasiones no tengamos que padecer sufrimientos en este mundo. Todo lo contrario, a veces es precisamente entonces cuando el maligno nos ataca. Pero a pesar de ello, seguimos teniendo la promesa de que El nunca nos abandonará y nos protegerá y ayudará en todo ello. Continuamos creciendo espiritualmente y madurando, sabiendo que Su misericordia es para siempre y también sentimos Su consuelo y esperamos con anhelo el fin de nuestros sufrimientos.
Mateo 3:12 Su aventador en su mano está, y aventará su era: y allegará su trigo en el alfolí, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.
Hay otros que no son tan afortunados. Algunos han decidido libremente rechazarle. HaShem no iba a permitir que el hecho de que algunos de los nuestros, de nuestros hermanos o hermanas, no le aceptasen, fuese un obstáculo en su plan, lleno de amor, para nosotros. Di-s tiene unas normas, pero no las impone a aquellos que no las desean.
Mateo 3:13-14 Entonces Jesús vino de Galilea á Juan al Jordán, para ser bautizado de él. Mas Juan lo resistía mucho, diciendo: Yo he menester ser bautizado de ti, ¿y tú vienes á mí?
Juan era pecador, pero Yeshua no lo era.
Mateo 3:15 Empero respondiendo Jesús le dijo: Deja ahora; porque así nos conviene cumplir toda justicia. Entonces le dejó
Yeshua fue bautizado con el fin de identificarse con el hombre pecador y al mismo tiempo fue un ejemplo que nosotros pudiésemos seguir.
Mateo 3:16-17 Y Jesús, después que fué bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vió al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y he aquí una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo contentamiento.
Esta es una imagen del Ruach HaKodesh descendiendo sobre El, que nos ayuda a conquistar el pecado y a mostrar misericordia, un amor que no es natural por nuestros enemigos, amando a los que puedan perseguirnos o que incluso intenten hacernos daño. Un amor que dice bendecid a los que os maldigan, perdonad a los que os han hecho daño en el pasado. Si una persona no puede perdonar el mal que le han hecho en el pasado tampoco el mal que esa persona haga serán perdonado y tendrá que enfrentarse con las consecuencias por no haber perdonado a otros. Si El fue capaz de amarnos a nosotros mientras éramos aún pecadores, ¿acaso no podemos nosotros hacer lo mismo con otros? Todo esto requiere la guía y la dirección continua del Ruach HaKodesh en cada caso. En algunas ocasiones el amor requiere decir la verdad a otros con amor cuando sus acciones están mal. Otras veces requiere que les entendamos en lugar de que les juzguemos con dureza. A veces nos obliga a buscar lo bueno en otros en lugar de buscar lo malo. En ocasiones nos vemos obligados a tener paciencia y a ser amables mientras que otros están buscando el mal. Yo prefiero depender de la misericordia del Ruach HaKodesh en lugar de la misericordia de los hombres en cualquier situación. Si nosotros continuamos fieles en nuestro caminar con el Mesías y seguimos Su ejemplo, según nos manda el Padre, un día el Padre nos dirá también a nosotros: este es mi hijo amado, en quien tengo contentamiento. Como es natural, Yeshua tiene también una relación con el Padre que es única, que es totalmente diferente a cualquier otra.
Estos versículos nos muestran la tri-unidad de Di-s. El Padre, que hablando desde el Cielo, apoya a Yeshua, el Hijo. El Ruach HaKodesh descendió sobre Yeshua también apoyándole al principio de Su ministerio terrenal.