LOS OFRENDAS

Hay 5 ofrendas principales: por el pecado, por las transgresiones, el holocausto, el grano y la paz.

Otras ofrendas son los primeros frutos, la ofrenda mecida, la levantada, el voto, la voluntaria (por libre albedrío) y la de la bebida.

Por ahora nos concentraremos en las 5 ofrendas principales.

Las ofrendas se pueden dividir en 2 categorías diferentes: la dulce y la que no lo es.

Las ofrendas por el pecado y por las transgresiones no son ofrendas dulces.

El holocausto, el grano y la ofrenda de paz eran ofrendas dulces (o de grato olor).

Las ofrendas dulces no olían mejor que ninguna de las que no eran ofrendas dulces. Se clasifican de manera diferente debido al motivo por el que se usaban. A Di-s no le complace el pecado de modo que las ofrendas por el pecado y por las transgresiones NO serían de olor grato para El. Las ofrendas del holocausto, de grano y de paz representan la absoluta perfección y obediencia a Yeshua y, por lo tanto, son agradables a Di-s y se llaman ofrendas dulces.

Hay aquellos que se basan en el siguiente versículo del Tanaj para afirmar que Di-s no desea ofrendas.

Isaias 1:11 ¿Para qué á mí, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Harto estoy de holocaustos de carneros, y de sebo de animales gruesos: no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos.

Sin embargo, este versículo ha sido sacado de contexto y torcido. Una lectura detenida de Isaías nos indica que el motivo por el que Di-s no deseaba los sacrificios era debido a que los corazones de los israelitas no eran justos ante El, hasta el punto de que a algunos de ellos se les comparaba, desde el punto de vista espiritual, con Sodoma y Gomorra y algunos no se habían arrepentido.

Isaias 29:13 Dice pues el Señor: Porque este pueblo se me acerca con su boca, y con sus labios me honra, mas su corazón alejó de mí, y su temor para conmigo fué enseñado por mandamiento de hombres:

1 Samuel 16:7 Y Jehová respondió á Samuel: No mires á su parecer, ni á lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová mira no lo que el hombre mira; pues que el hombre mira lo que está delante de sus ojos, mas Jehová mira el corazón.

A las personas que están a nuestro alrededor les podremos causar la impresión de que estamos viviendo para HaShem, pero lo que el Señ-r mira es nuestros corazones y no la apariencia exterior. ¿Está su corazón a bien con Yeshua?