Maximo
Marcelo Torcuato habia nacido el 4 de octubre de 1868.
Pertenecia a una de las familias mas destacadas de Buenos Aires.
Marcelo
se crio en el seno de una familia y de un grupo social que era el
artifice de las transformaciones que vivia el pais.
La
politica, a la que se dedico en distintos momentos de su vida, llego
a el, como a muchos jovenes de su clase, con la fuerza de la tradicion
y de los mandatos establecidos.
Desde
pequeño acompaño a su padre a reuniones y mitines
en los que participaba el reducido grupo de notables que decidia
los destinos del pais.
En
su casa, la de los años de su infancia, situada en Florida
y Temple (actual Viamonte), en 1879 se decidio la candidatura de
Julio Argentino Roca a la Presidencia de la Nacion.
Tambien,
desde muy pequeño, Marcelo se acostumbro a escuchar relatos
en los que la historia del pais se mezclaba intimamente con la de
su familia.
Sus
abuelos, tanto el materno como el parterno, habian abrazado la carrera
de las armas y participaron de jornadas decisivas de la historia
nacional.
Por
rama paterna, su abuelo fue nada menos que Carlos Maria de Alvear,
el controvertido general de las luchas por la Independencia, el
vencedor de Ituzaingo y, luego, hombre del rosismo.
Por
el lado de su madre, su abuelo era el general Angel Pacheco, uno
de los pocos militares de escuela adictos a Rosas.
En
realidad, siendo un Alvear, era casi fatal su encuentro con la politica.
En aquellos tiempos, los apellidos determinaban en alguna medida
la vida de la gente: si uno era Campos, casi seguro que fuera militar;
si Lopez, historiador; si Varela, periodista.
Con
Marcelo T. de Alvear (1862-1942) llega al apogeo la trayectoria
civico-militar de los Alvear.
Presidente
de la Republica desde 1922 al 28, fue el menos de los siete hijos
de DOn Torcuato de Alvear y Doña Elvira Pacheco.
Felix
Luna lo describe como "un niño bien, criado en un hogar
de los primeros de la sociedad porteña, en un palacio situado
en Juncal 1082, esquina Cerrito".
Cuando
muere su padre, Marcelo es sumamente rico. Don Torcuato le deja
una buena fortuna: una estancia en el partido de Las Conchas, "El
Recreo" (2.500 Ha.); otra, "Chacabuco" (18.000 Ha.)
y una tercera, "Ituzaingó", en La Pampa (100.000
Ha.)
El ganado que poblaba estas propiedades no bajaba de 25.000 vacunos
y 50.000 lanares, asegura Luna |