Diplomatico,
ministro, diputado, senador, candidato a la presidencia de la Republica...
toda la historia del pais de la segunda mitad del siglo XIX se encuentra
vinculada a este destacado estadista.
Aquel
1906, la pujante y prospera Republica Argentina vestia de duelo
al despedir a tres insignes pro hombres: 19 de enero el general
Bartolome Mitre; el 1 de marzo el presidente de la Republica, doctor
Manuel Quintana y, finalmente, el 27 de diciembre la figura del
doctor Bernardo de Irigoyen; forjadores junto a otros, de aquel
orgulloso pais del Centenario.
En
1853, a caballo y con la compañia de dos peones, don Bernardo
se afinca en estas feraces aunque desoladas tierras.
Un
rancho de cinco varas de largo asoma entre los cardales. No hay
un solo arbol.
"La
Choza" comienza, poco a poco a agrandarse.
Llegan cuatro mil ovejas y doña Carmen Olascoaga, su esposa,
transita un lento y fatigoso viaje en un coche alquilado para alentar
los sueños de su marido, abandonando la comosa casona de
la calle Florida.
Es
ella la que con sus propias manos planta los primeros eucaliptus.
|