¿Kilos de mas?

Enrique Cadícamo , poeta del tango nacido en la estancia Los Maireles entre General Rodríguez y que por entonces tenía apenas 10 años, además de recordar la apoteosis de los festejos del Centenario, señalaba respecto la infanta "Recuerdo que era una mujer gorda que se agitaba al caminar y que siempre estaba preocupada en ocultar sus kilos.

Tal era su preocupación que mandó a montar un ascensor en la Casa Rosada para no tener que subir por las escaleras".

Esta versión fue confirmada en parte por el profesor Juan José Gandulia, curador de las colecciones del Museo de la Casa Rosada, quien aseguró que el ascensor fue un regalo de la infanta.

Sin embargo, el curioso dato no está documentado y se transmitió por tradición oral. Era un ascensor "de caja muy rica de madera marqueteada y tallada con cristales y espejos", asegura el especialista negando que se hubiera instalado para facilitar el ascenso de la infanta, dado que "no tenía problemas para subir las escaleras en su Palacio de Oriente en España". El ascensor es utilizado por el presidente para llegar a su despacho sin usar las escaleras que llevan a ese piso.