| El Primer Camino de Hierro del Pais |
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| Apenas iniciado el año 1854, el Poder Ejecutivo provincial, fue autorizado para iniciar las negociaciones con una empresa de ferrocarril para construir uno de traccion a vapor que, partiendo del centro de la ciudad, se internase veinticuatro mil varas hacia el oeste. Realizose el contrato, comenzaron las obras, y dos años despues las veinticuatro mil varas de via ferrea extendian su cinta desde el centro de la ciudad hasta el oeste. Pero el vecindario seguia resistiendo, y tal fue su grita y los obstaculos que creara, tal la colectiva sugestion de temo ante el posible derrumbe de las casas al paso de la "monstruosa" locomotora, que la propia empresa concesionaria solicito la modificacion de la traccion a vapor por la de caballos.... Los autores y actores de esta tragicomedia ferroviaria eran, por otra parte, dignos del escenario. Por esos años de esta audaz aventura, aun recordaban viejos vecinos la laguna que en pleno solar de lo que hoy es Plaza Lavalle, servia de acuatico solaz a patos y mas patos, victimas propiciatorias de las aficiones cinegeticas de los muchachos. |
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De ese solar, llamado en la epoca de nuestro comento Plaza del Parque, saldria "La Porteña", arrastrando el primer tren que, como un gusano gigantesco, sacudiase en medio de chirriante y diabolico ruido, dentro de su "capullo", es decir, la estacion instalada en lo que es hoy nuestro magnifico Teatro Colon La primera etapa de este ferrocarril que, partiendo de la Plaza del Parque solo llegaba a la Floresta, se inauguro el 29 de agosto de 1857. Cupole al doctor Dalmacio Velez Sarsfield haber viajado de los primeros en esa via, para probar las maquinas en los ensayos, pues los miembros de la Comision no tenian bastante arrojo para esas temerarias pruebas, y solo cuando vieron volver sano y salvo al doctor Velez Sarsfield se animaron a subir a los coches. El dia que la Comision se resolvio a reconocer la linea, al regresar de Flores descarrilo el tren. Zafo la locomotora de los rieles, corrio por alguna distancia sobre los durmientes rompiendo unos sesenta o setenta, hasta que bajo el talud del terraplen. El choque fue muy violento. El señor Moreno fue lanzado de cabeza contra el cuerpo del señor Llavallol, quitandole por el momento la respiracion, y el señor Miro, que fuimaba, se encontro con el cigarro en la nuca, entre la camisa y la carne. Repuestos del susto, fueron unanimes en determinar que nada se supiera en el publico Julio B. Jaimes Repide (1892-1963). Escritor argentino, autor del libro Paseos evocativos por el viejo Buenos Aires. Fue, ademas, colaborador de importantes publicaciones |
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