UN
PAIS RIQUISIMO POR SUS RESERVAS DE GAS Y PETROLEO
La boda del príncipe de Brunei: un lujoso sueño bañado
en diamantes
La novia, de 17 años y plebeya, lució un traje de
US$ 5 millones. Hubo 6 mil invitados.
El
sultán tomó la mano de su hijo y tocó con
ella la cabeza de la novia, vestida por una tiara de diamantes.
Quien hasta la llegada de Bill Gates al ranking fue el hombre
más rico del mundo acompañó a su heredero
y lo entregó en matrimonio, en una ceremonia cruzada de
rituales musulmanes y ostentación. Ante 6.000 personas
y con sonido de tambores y flautas, el riquísimo príncipe
de Brunei, Al-Muhtadee Billah (30), se casó ayer con Sara
Salleh, una joven plebeya de 17 años, en lo que los medios
llamaron "la boda del siglo". Los más insensibles
apenas repararon en los US$ 5 millones que costó el vestido.
El
Palacio Istana Nurul Iman, considerado el más grande del
mundo, es una construcción de 1.738 habitaciones. Hasta
allí llegaron para presenciar la fastuosa boda real unos
60 mandatarios y miembros de casas reales, quienes fueron recibidos
con salvas de cañones. Tan importantes invitados, claro,
fueron sentados en asiáticas sillas de oro.
Dignatarios
de Singapur, Filipinas e Indonesia cruzaron buenos augurios con
el príncipe saudita Bandar, el rey de Bahrein y el príncipe
Naruhito, de Japón, a quien se lo volvió a ver solo:
Masako, su esposa, sigue deprimida y sin mostrarse.
Fanático
del billar, Muhtadee estudió en Oxford y no fue avaro en
sus elecciones: diplomacia, derecho, política y economía
fueron materias de su estudio. Sara es hija de un ciudadano de
Brunei y de Suzanne Aeby, una enfermera suiza. Ella también
cursa estudios más modestos, en una universidad local.
Ubicado
en la isla de Borneo, Brunei es un Estado musulmán millonario
por sus riquezas en petróleo y gas. El sultán Hassanal
Bolkiah es gobernante absoluto, premier y jefe de las FF.AA. y
es titular de las carteras de Defensa y Economía. Tal vez
algunos argentinos lo recuerden como el multimillonario que le
"birló" a Susana Giménez el prendedor
de Evita en forma de Bandera argentina que Christie''s vendió
en 900 mil dólares, en 1998.
Con
unos 370 mil habitantes que no pagan impuestos, Brunei es un Estado
islámico desde 1371, cuando abandonó sus orígenes
hindúes. Estuvo bajo protección británica
desde 1888 y obtuvo su independencia en 1984. Cuando llegue al
trono, el príncipe se convertirá en el trigésimo
sultán de Brunei, un país donde las últimas
elecciones fueron en 1962.
Los
festejos por la boda del heredero comenzaron hace 15 días
y aún no terminaron. Esta noche será el turno de
la extraordinaria cena de bodas, un gigantesco banquete que hará
las delicias del periodismo del corazón. Luego vendrán
los fuegos de artificio, que iluminarán el cielo del sultanato
por tres noches seguidas.
El
domingo pasado, dentro de la agenda de celebraciones, los novios
acudieron por separado al ritual tradicional malayo conocido como
"Berdekak", en el que se aplican hierbas y engrudos
de siete tipos y se salpica con agua de rosas a quienes van a
contraer matrimonio.
Ayer,
escoltado por su padre, el sultán Hassanah Bolkiah, portando
una corona de oro, una daga y vestido de azul, Muhtadee esperó
por más de una hora a la novia. Ella también llevaba
vestido y velo del mismo color. A su llegada, comenzó el
"Bersandig", un rito de tradición islámica
y cultura malaya. Mirándose a los ojos, los novios se recitaban
alabanzas.
Luego
de la ceremonia y seguidos por una caravana de 100 limusinas,
los esposos recorrieron en un Rolls Royce dorado 8 kilómetros
de las habitualmente vacías calles de Bandar Seri Begawan,
la capital, ayer colmadas de carteles, inusualmente iluminadas
y con súbditos que acompañaban la ruta nupcial con
grititos de excitación.
BANDAR
SERI BEGAWAN. AFP, EFE Y DPA
Clarin, 10 de septiembre de 2004