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El
asesinato del vicario Luis G. Duque y Gómez fue un tremendo y dramático hecho
que conmovió a toda la comunidad.
«En una población como era la de General Rodríguez, una aldea en esa época,
la muerte del cura sacudió a toda la población» nos comenta el Prof. Dardo
Malvino. Era una persona altamente estimada, de 54 años de edad que estaba
a cargo de la Parroquia desde 1901, si bien se cree que había nacido en España,
su apellido era de origen portugués.
Quien
lo asesinara, su hermano, era en realidad fruto de una unión posterior de
su madre, siendo mucho más joven (22 años). Era de elevada estatura y muy
delgado, su hermano era más bien bajo, "gordito de cara" y muy mujeriego.
Ambos convivían en la parroquia, y cada uno tenía una pieza, a las que se
ingresaba por detrás, por la calle Sarmiento, traspasando una balaustrada
de ladrillos a la vista. Pensemos que por entonces, la Parroquia era muy modesta
al igual que la Iglesia, hasta su reforma del '43.
El
hermano frecuentemente traía mujeres hasta su habitación, siendo reprendido
duramente por el cura, que condenaba su conducta licenciosa. Aquel 5 de enero
a las siete de la noche, mientras ambos se encontraban en la cocina, pues
ambos se ocupaban de los quehaceres domésticos, estalló la disputa que finalizaría
trágicamente; su hermano enceguecido por los reproches salió de la cocina
hacia su pieza a los gritos amenazando que lo mataría, estos detalles fueron
conocidos por los dos monaguillos Hernani Bonino y Arturo Nisi que escucharon
lo voy a matar", al volver a la cocina acribilló a su hermano cura con cinco
disparos, herido de muerte, Luis G. Duque alcanzó a caminar tambaleante hasta
el patio que daba a la cocina, un pequeño patio orientado hacia el norte,
de frente al Club Porteño. El desdichado cura fue sepultado al día siguiente
frente a las puertas de la Iglesia, al pie de las gradas que conducían al
atrio. Era por entonces intendente Benjamín Páez.
Cuando la
Iglesia fue reformada en 1943, extendiendo su frente hacia adelante y de tal
manera que el campanario pasó a ser parte de la nave, el cadáver del cura
debió ser exhumado para poder levantar el atrio en el '42... «yo presencié
la exhumación» nos dice el Profesor Dardo Malvino «era Intendente desde el
20 de mayo de 1942 Dn. Juan F. Joly electo por el Partido Conservador. Tuve
la oportunidad de ver la fosa donde descansaban sus resto. Con el correr de
los años las hormigas habían acumulado mucha tierra sobre aquellos. estando
semisepultados por este cúmulo. Sus huesos eran extremadamente largos, confirmando
las noticias sobre su elevada estatura, era todo lo que había...» «Recuerdo
que solamente perduraban restos de su calzado, y de éstos, nada más que la
suela, conservando todavía, su verticalidad». Sus despojos fueron recogidos
en una urna, y permanecen en un costado de la Parroquia.
Una placa
de mármol lo recuerda. A su sepelio asistió el R. P. Santiago Luis Copello,
en representación del Obispo de Buenos Aires. Aún hoy puede verse la constancia
de su presencia el día de su inhumación y su firma en el libro de la Parroquia,
confirmando que el cura había sido «víctima de un asesinato».
Sea como sea
el padre era muy querido por el pueblo, muchos fieles conservaban su foto
en sus hogare. Pero naturalmente «como todo pueblo chico... infierno grande.
Siempre están presentes las interpretaciones maliciosas. No todos adoptaron
la versión que acababan de dar, también empezaron a decir que el hermano lo
había asesinado porque el cura "andaba" con su novia. Pese a lo que se dijera,
era una persona íntegra, además de ser una persona de edad y muy correcta,
pero con todo, no se salvó de aquella maliciosa versión».
El invalorable
material que ilustra esta nota está tomado de la célebre revista PBT gentilmente
cedida por el Prof. Dardo Malvino. Los mismos revisten excepcional valor documental,
no solo por su valor histórico como tal, al detallar los sucesos acaecidos
reflejando las imágenes de sus protagonsitas, sino también por el testimonio
arquitectónico y edilicio de la primitiva parroquia. Los datos que completan
esta nota pertenecen a investigaciones personales del profesor Malvino.
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