Mientras
realizaban tareas de extracción de sedimentos para la construcción de la autopista
Luján-Mercedes, en la provincia de Buenos Aires, trabajadores de la empresa
Homaq, a cargo de las excavaciones, descubrieron restos fósiles de numerosos
mamíferos prehistóricos de gran tamaño.
Tras
la señal de alerta, fueron exhumados por personal y colaboradores del Museo
Municipal de Ciencias Naturales Carlos Ameghino, de Mercedes. Los hallazgos
se realizaron en la localidad de Gowland, en una cantera ubicada entre la
Ruta Nacional N° 5 y la margen izquierda del arroyo Balta, afluente del río
Luján.
La
mayor parte de los descubrimientos se realizaron en una capa de algo más de
1 metro de espesor formada por sedimentos de origen fluvial que poseen una
antigüedad cercana a los 20.000 años.
En
esa época, el planeta se encontraba bajo los efectos de la última glaciación.
En la provincia de Buenos Aires regían temperaturas más bajas y condiciones
más áridas que las actuales. "Esta capa forma parte de una secuencia de estratos
conocida como Formación Luján. Se la puede observar en la cantera por varias
decenas de metros de distancia del cauce del arroyo hasta que su espesor se
reduce y desaparece -explica Jorge Luis Petrocelli, asesor y ex director del
Museo-. De estos sedimentos provienen los mejores restos fósiles de esta excavación."
Quién
es quién
Los
restos hallados pertenecen a individuos incompletos. Estaban diseminados en
una superficie de una hectárea y a una profundidad comprendida entre los 2,5
y los 6,5 metros. Entre los fósiles hallados, Petrocelli identificó gliptodontes
de los géneros Glyptodon y Panochthus . El caparazón del primer
tipo de gliptodontes estaba formado por numerosas placas ornamentadas con
una figura central con forma de polígono irregular, a veces casi circular,
rodeado de otras figuras poligonales, y la cola estaba protegida en toda su
extensión por una serie de anillos móviles, de diámetro decreciente hacia
el extremo, formado por dos o tres hileras de placas provistas de tubérculos.
En
los gliptodontes del género Panochthus , en cambio, las placas que
formaban la coraza poseían una ornamentación externa formada por un agregado
de muchas pequeñas figuras de unos 5 a 8 milímetros de largo cada una, con
forma variable, hexagonal, pentagonal o de paralelogramo.
La
cabeza de todos los gliptodontes estaba protegida por una coraza formada por
un gran número de pequeñas placas delgadas y deprimidas, generalmente con
una sola figura plana en la superficie externa, mientras que el caparazón,
a diferencia de los armadillos como el peludo y la mulita, era rígido.
También
se hallaron restos de un armadillo denominado Eutatus , cuyo tamaño
era comparable al de un tatú carreta. Este animal poseía una coraza poco abombada
provista de hasta 33 bandas móviles que cubrían los dos tercios del total.
Otro
de los grandes mamíferos descubiertos en la cantera de Gowland es la macrauquenia
- Macrauchenia patachonica -. Los primeros restos de este animal
fueron hallados por Charles Darwin en su histórico viaje a bordo del Beagle,
a comienzos de la década de 1830. La macrauquenia tenía un tamaño similar
al de un camello, con un cráneo alargado y posiblemente una trompa similar
a la de un tapir.
En
las excavaciones además aparecieron restos de un glosoterio y de un
celidoterio , dos perezosos terrestres de gran tamaño. El glosoterio
medía, desde el extremo del rostro al extremo de la cola, unos 3,50 metros.
El cuerpo estaba cubierto por una espesa y densa pelambre y dentro de la piel
poseía un gran número de huesillos de forma y tamaño variables que constituían
una verdadera coraza interna. El tamaño del celidoterio era similar al del
glosoterio, pero carecía de huesillos dérmicos y su cráneo era alargado y
estrecho.
Petrocelli
comenta que la lista de fósiles hallados en la cantera se puede ampliar en
los próximos meses, ya que muchos de los restos hallados aun permanecen, algunos,
empaquetados entre vendajes de yeso y, otros, embalados en papel. La preparación
de los numerosos materiales ingresados demandará gran parte del año en curso.
A esta tarea le seguirá luego la clasificación y su acondicionamiento para
la exhibición en las salas del Museo.
Ricardo
Pasquali, La
Nacion 11 de junio de 2002
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