El 5 de diciembre de 1978 el Presbítero Abel Suquilvide presentó «con carácter irreversible e irrevocable» su renuncia al cargo de Cura Paárroco de Nuestra Señora del Carmen con el propósito de «facilitar la reorganización parroquial».

El anunció tomó estado público durante la misa vespertina de las 19 horas del domingo 17 de ese mismo mes. La misa fue presidida por Monseñor Vetrano (delegado por el Sr. Obispo de Mercedes, Monseñor Luis J. Tomé) a quien acompañó el Padre Abel Sulquivide. Durante el transcurso del oficio fue leído el decreto del Obispo Diocesano con la aceptación de su renuncia, designándose provisoriamente al Padre Pedro Pezzoni, miembro de la congregación de los Padres Scalabrinianos, a cargo de la Parroquia. Al mismo tiempo se anunciaba que le Misa de Nochebuena sería celebrada por el mismo Obispo Tomé «a las 21,30 horas»

Antes de finalizar la misa, el Padre Suquilvide dirigió un saludo de agradecimiento hacia la comunidad de General Rodríguez: «Quiero agregar dos palabras de agradecimiento. Agradecimiento a Dios, que ha estado con nosotros, durante estos años en que estuvimos juntos. Agradecimiento a todos los que nos han brindado colaboración. Agradecimiento también a quienes quizás, tal vez, a los mejor... han mostrado incomprensión o han puesto algún dolor en mi camino, porque de todos modos, han puesto una cruz, y la cruz es siempre instrumento de bendición y de salvación. Agradecimiento a Dios y a los feligreses de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, con el más cordial saludo de una Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo, como lo haremos, Monseñor Vetrano y yo, dentro de un instante, al saludarlos en el atrio del templo

Domingo 24 de Diciembre de 1978. Misa de nochebuena oficiada por el Obispo Diocesano de Mercedes, Monseñor Luis J. Tomé, flanqueado a su izquierda por el Padre Pedro Pezzoni, cura párroco provisorio y a su derecha por el padre Eduardo de Gaudenzi.

Monseñor se refirió durante su transcurso, al conflicto limítrofe con Chile, y alentó la esperanza de que mediante la intervención que el Sumo Pontífice ha dispuesto, se llegara a un acuerdo pacífico de la situación