La Choza: El arte de la vida y la vida del arte |
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desde aquel 30 de enero de 1852, en el que los peones de la futura "La Choza" habían contemplado curiosos, como negras nubes obscurecían el horizonte y las tierras próximas al futuro General Rodríguez se teñían de sangre en la batalla que mantenían las fuerzas de Urquiza contra la vanguardia de Rosas, prolegómeno de la de Monte Caseros. Dos años nada más desde que Justo José de Urquiza, provinciano y federalista por antonomasia había obligado al Brigadier Juan Manuel de Rosas el "Restaurador de las Leyes" (el "salvaje unitario" al decir de Vicente López) a refugiarse aquella mañana del 3 de febrero de 1852 en la casa de los Ramos Mejía, casa en ese momento al servicio de Mr. Gore, Ministro inglés, para embarcar esa misma noche en un buque de guerra de SMB. Y aquel hombre que alguna vez había compuesto alguna canción federal, quizás -como corría el rumor- con intenciones románticas hacia Manuelita, y que había sido integrante del círculo de Rosas, era comisionado por Urquiza para que al actuar ante los gobiernos provinciales acordara las bases necesarias para llegar a la organización nacional, y cuyo resultado fue el acuerdo histórico de San Nicolás de los Arroyos. Nada menos que él, protagonista en esa dramática bisagra en la historia argentina de mitad de siglo, había elegido General Rodríguez como espacio para el tiempo de su vida... el tiempo de las espadas había pasado, comenzaba el de la construcción... |
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