La Choza: El arte de la vida y la vida del arte |
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Qué felices son los visitantes que pueden hundirse en el pasado, reviviendo épocas y vicisitudes. Ya en el camino contemplo los perfiles lejanos de portentosas construcciones, la hora es propicia para escaparse de la realidad y de súbito me sorprenden... agigantándose en la soledad, majestuosas y artísticas construcciones, cumbres de edificios y empinadas torres. Como quien cumple el primer acto de un rito que me abriría las puertas del milagro, invariablemente me sentaba sobre uno de los bancos y luego sin prisa, repasaba, hasta donde mi vista era capaz de dominar los contornos y espacios de la orgullosa mansión... las cúspides de su capilla... |
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