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«Donde
truena un hecho, ten la certeza de que ha relampagueado una idea»
Hipolito Nievo (1831-1861) literato italiano
Primero,
una necesidad; luego, una idea, y despues, una convocatoria y mas tarde
decidir y construir; pelear, debatir y discutir...
Muchas son las instituciones a las que hoy acudimos, sin saber que no
estan «por milagro», sino que son el resultado de la union
y esfuerzo de muchas voluntades.
Adolfo Balbi, Serafin Fero, David Nahum, Eusebio Nogueira, Juan Dios Lobato,
Teodoro Serain, Teodoro Vacaicoa, Aida T. de Mezzamico, Beatriz Oberti,
Francisco Zitta... son solo algunos de los nombres que, a traves de la
Sociedad de Fomento «Parque La Argentina» se pusieron de acuerdo
para atender las necesidades de la zona de Las Malvinas: la Escuela Nº
15, el edificio de la Sociedad de Fomento, la Comisaria, la estacion de
trenes, el riego de calles, su pavimentacion, veredas, forestacion y recoleccion
de residuos fueron muchos de sus logros y fruto de sus desvelos, sacrificios
y tiempo.
Entre
estos nombres descollan los de un matrimonio, el integrado por Olga Palacios
y Amadeo Salgado, residentes en la zona y quienes incansablemente dedicaron
mucho del tiempo de sus vidas a la etapa fundacional de esta localidad.
Hoy,
miercoles 9 de junio de 2004 hubimos de despedir a Don Amadeo, fallecido
el dia martes 8, cuando, en aquellas inescrutables piruetas del destino,
debia estar celebrando con los suyos, sus estupendos 93 años.
Si
el 'musculo' mas ejercitado de muchos politicos de hoy es la lengua, debemos
decir que Don Amadeo, exploto al maximo el del cerebro y sus fuertes brazos:
no solamente colaboraba en ideas y aportes, sino tambien que era comun,
hasta bastante avanzada edad, verlo conducir maquinas viales o tractores
emparejando calles y prolijando terrenos y veredas; parques y jardines...
podando, al borde de los noventa años, el ligustro de su casa.
Se
fue uno de aquellos, uno de los grandes, uno de 'los de antes'.
De aquellos en que valores como la honestidad, rectitud, generosidad y
nobleza de corazon eran sagrados, inalterables... insobornables.
Sin
embargo, algo nos consuela en esta gran perdida, y es que aquellas calidades
y cualidades espirituales fueron transmitidas intactas, con el mismo sentimiento
y pasion a su hija Nelida y sus nietos, comprometidos ellos tambien, con
la comunidad en que viven.
No
ha muerto, pues, Don Amadeo. Su honrosa herencia pervive entre los suyos
y sobrevolara por siempre el devenir de su querido General Rodriguez. |
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