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Cultura Cretense o MinoicaMucho antes de que llegaran al sur de la Península Balcánica los pueblos helénicos, floreció en la isla de Creta una importante civilización cuyo elevado nivel artísico y cultural presagiaba las grandes creaciones futuras del mundo griego. Influidos seguramente por el contacto con Egipto, a partir del año 2700 a. de C. los cretenses comenzaron a edificar sus primeros núcleos urbanos. La cultura minoica, llamada así por el título que ostentaban sus reyes, Minos, se caracterizó por hallarse fundamentada sobre el comercio marítimo, el cual era dirigido desde unos magníficos palacios -Cnossos, Festos, Hagia Triada- en los que se concentraba toda la vida económica y social del país, como ocurriera en los templos de Egipto y en las civilizaciones mesopotámicas. En cuantos a sus creencias religiosas, aunque tenían algunos dioses masculinos, los cretenses veneraban especialmente a diversas deidades femeninas, sobre todo a una diosa de los animales y a una diosa serpiente. Se trata de deidades terrestres y agrícolas, muy relacionadas con la fecundidad. Aunque conocían la escritura, sus sistemas alfabéticos no han sido podido ser descifradas, y, por tanto, sólo podemos conocer su cultura por los restos que han quedado de sus construcciones, por sus hermosas pinturas murales, sus cerámicas y sus objetos de cobre y bronce, y de manera indirecta mediante las referencias de los textos egipcios del Imperio Nuevo. A su escritura se le denomina lineal A. La flota cretense, que constituyó la primera talasocracia, o imperio marítimo, de la historia, extendió su influencia por las islas del Egeo -donde se desarrolló la rica cultura cicládica- por Asia Menor -Troya- y por la Grecia continental, ejerciendo notable influjo sobre la cultura heládica, en las hélades.
Cultura Micénica o Creto-MicénicaA partir del año 1600 a. de C. una serie de tribus indoeuropeas procedentes del centro de Europa, los jonios y aqueos -o protogriegos-, invadieron los territorios griegos y, hacia el 1450 a. de C., ocuparon Creta. Los invasores asimilaron las enseñanzas de la precedente cultura minoica, superior a la suya, y desarrollaron una civilización, conocida como micénica, cuya característica fundamental fue la construcción de poderosas ciudades amuralladas, entre las que destacaron Micenas, Tirinto, Orcomenos y Filos. Los aqueos realizaron incursiones por el Egeo y Asia Menos, donde asediaron durante años la ciudad de Troya, hecho histórico narrado en La Ilíada, el famoso poema épico de Homero. Hacia el año 1100 a. de C. la civilización micénica, junto con lo que quedaba de la minoica, fue destruida a su vez por una nueva invasión indoeuropea, la de los dorios, último de los pueblos que habrían de conformar la raza griega. Aparte de la construcción, asimilaron también la forma de gobierno marítima, comerciando con esto sus trabajos con metales, utilizando en estos técnicas adquiridas también de los cretenses. Fabricaron pectorales, mascarillas, vasos, anillos y armas con incrustaciones de oro y plata.
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