Dentro de este capítulo,
tenemos previsto presentar ordenadamente una serie de aproximaciones
monográficas sobre aspectos relevantes para la historiografía
española que son, precisamente, resultado de nuestros estudios concretos
de la filología en el siglo XIX español. Ofrecemos una muestra:
Homero y los ecos de la cuestión
homérica en el siglo XIX español.
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Las traducciones de Homero,
así como la cuestión homérica, tienen su peculiar eco en
el siglo XIX español. En este punto, se hará un repaso de los
distintos problemas que suscitan las versiones homéricas en castellano,
al tiempo que se revisarán algunos curiosos documentos relativos al
peculiar eco que tuvo la cuestión homérica a través de
Giambattista Vico en el trabajo de Camús titulado "Homero y la
Ciencia Nueva" (1845).
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Los géneros dramáticos
griegos. Esquilo y la estética romántica. Los estudios de Alfredo
Adolfo Camús sobre Aristófanes.
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Ya en nuestro estudio sobre
Juan Valera apuntábamos la importancia que el proyecto de
traducción de Esquilo tuvo en el epistolario de Juan Valera con
Marcelino Menéndez Pelayo. Este proyecto se vio sorprendido por la
imponente traducción que Fernando Segundo Brieva Salvatierra hiciera de
todo Esquilo en 1880, con un erudito estudio introductorio que merece un
detenido estudio. Asimismo, los trabajos que Alfredo Adolfo Camús
publicara sobre Aristófanes en la Revista de la Universidad de
Madrid como esbozos de un libro inédito suponen material suficiente
y, en parte, extraordinario, para este estudio relativo a los géneros
dramáticos griegos.
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Los géneros dramáticos
latinos. Plauto en escena. La cuestión filológica de un fragmento
de Afranio.
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Hemos demarcado tres objetivos concretos que conformen la
visión de conjunto:
- Las traducciones castellanas de teatro latino en el siglo XIX
español. En este aspecto, veremos que son casi exclusivamente las
traducciones de Plauto las únicas completas que pueden encontrarse.
- Las discusiones filológicas acerca de algún aspecto que
concierna al teatro latino, aspecto muy interesante y poco explorado que incide
sobre todo en el comentario de fragmentos de comedia.
- La manera en que algunos de los temas básicos del teatro latino han
podido configurar el universo literario de los autores españoles del XIX
que tuvieron ocasión de leer las obras de Plauto y de Terencio.
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La lírica grecolatina. Montes de Oca
y Eugenio de Ochoa.
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De entre la
rica diversidad de traducciones y recreaciones de la lírica griega y
latina en el siglo XIX español, hay diversas obras interesantes. Por
poner tres ejemplos imprescindibles, podemos destacar la traducción que
José del Castillo y Ayensa hiciera de Anacreonte, Safo y Tirteo,
publicada por la Imprenta Real en 1832. Asimismo, la traducción de los
bucólicos griegos que publicara en la Biblioteca Clásica Ignacio
Montes de Oca, obispo de Linares, en 1880, con un interesante prólogo de
Menéndez Pelayo en el que tuvo que salir al paso de su propio paganismo,
debido a las encendidas acusaciones que de tales recibieron tanto el obispo de
Linares como él mismo. En tercer lugar, la traducción que de todo
Virgilio nos brindó en 1869 Eugenio de Ochoa nos parece un lugar,
asimismo, cumbre, de este irregular mundo literario y filológico
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La historiografía latina en el siglo
XIX dentro del contexto de la fascinación por la historia.
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El siglo XIX experimenta un
excepcional desarrollo del género conocido como novela histórica.
Las lecturas de los historiadores romanos, desde los episodios heroicos que nos
refiere Tito Livio en su libro I hasta las extravagancias del emperador
Heliogábalo que se nos refieren en la Historia Augusta siembran la
literatura del siglo XIX. Además de los historiadores modernos, como
George Nieburg, cuya Historia de Roma entusiasmaba a Camús,
novelas como Salambó, de Flaubert (traducida al español
por Hemenegildo Giner de los Ríos), o Fabiola, del cardenal
Wiseman, dan un nuevo vigor a la historiografía clásica. La
portada que se reproduce a la derecha corresponde la Sonnica la
cortesana, de Vicente Blasco Ibáñez. Todas estas cuestiones
serán, asimismo, objeto del último capítulo, relativo al
espacio literario de la literatura clásica en el ambiente intelectual
del siglo XIX.
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La oratoria. Las conferencias y traducciones
de Arcadio Roda.
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No deja de ser significativo
que sea uno de nuestros más afamados oradores del siglo XIX, Antonio
Canovas del Castillo, quien prologue las lecciones que sobre los oradores
griegos impartiera en el Ateneo Científico y Literario de Madrid Arcadio
Roda, buen conocedor y divulgador de la oratoria griega y romana. A diferencia
de otros oradores, tenemos la suerte de poder contar con los textos que recogen
sus conferencias, así como sus traducciones.
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Estos, son, pues, algunos ejemplos de los temas particulares que
tendrán lugar en nuestra historiografía, y que iremos ampliando o
modificando según avance el trabajo general.
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4. La herencia ilustrada de la recuperación del humanismo latino
en el siglo XIX español.
Por la
novedad de este planteamiento, conviene que aclaremos las lecciones sobre los
Humanistas del Renacimiento en el Ateneo. La cátedra sobre los
humanistas del Renacimiento (1857-1858) comenzó en unas fechas en que el
Ateneo se caracterizaba por recibir un impulso expansivo y avanzado del que
probablemente participaran las conferencias de Camús. Asimismo, es ya de
por sí notable que Camús eligiera un tema como este, lo que
implica una muestra del renovado interés por recuperar una parcela tan
importante del pensamiento español, cuyo cultivo ya tuvo en el siglo
XVIII a figuras tan ilustres como Gregorio Mayáns. A este respecto, es
interesante la referencia que hace Galdós en su semblanza sobre
Camús en 1866 a tres humanistas latinos admirados por éste: Juan
Luis Vives (1492-1540), Alonso Fernández de Madrigal (1410-1455),
apodado "El Tostado", y Erasmo de Rotterdam (1469-1536). Estos tres
humanistas pertenecen a dos siglos, lo que da idea del carácter
histórico y panorámico que debieron de tener las conferencias
sobre el Renacimiento. Desgraciadamente, no conservamos ningún
testimonio directo para poder saber cómo fueron estas conferencias, por
lo que debemos recurrir fundamentalmente a las crónicas que de ellas se
hicieron en la prensa de la época. Es el caso de Emilio Castelar
(Castelar 1858), que ha dejado una pormenorizada semblanza de la primera
conferencia que impartió Camús en 1858, muy centrada en la
invención de la imprenta. Gracias a otras noticias sabemos que en
aquella cátedra se habló tanto del humanismo europeo (los
Escalígeros, Erasmo) como del hispano (Nebrija, Sánchez de las
Brozas, Vives) (La discusión, 20 de noviembre de 1863).
- Las conferencias de Alfredo Adolfo Camús en el Ateneo sobre los
humanistas latinos del Renacimiento. Importancia y problemas para su estudio.
- La cuestión del ciceronianismo: de Alfredo Adolfo Camús a
Menénez Pelayo.
- La cuestión de Erasmo y el erasmismo en el contexto político
y religioso del siglo XIX.
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